AGENCIA / CIENCIA
Un presupuesto creciente que en 2015 será de 5.200 millones de pesos consolidará un sistema científico federal en "un país que tiene desafíos tecnológicos, industriales, soberanos", afirmó el presidente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), Roberto Salvarezza.
"En un país que tiene desafíos tecnológicos, industriales, soberanos, la ciencia tiene que estar, lo cual se ha materializado con un presupuesto creciente que será de 5.200 millones de pesos en 2015 para un sistema con 9.000 investigadores, 10.000 becarios, 2.600 técnicos y 1.200 administrativos", afirmó Salvarezza en un reportaje con Télam.
Para el funcionario fue "un año de consolidación de la gestión", con avances en los cuatro objetivos propuestos al sumir, en 2012: "Federalización, articulación, transferencia y divulgación, que están en el marco de las políticas del Ministerio de Ciencia y Tecnología y el Conicet".
El doctor en bioquímica enfatizó que el Conicet, un ente autárquico bajo la órbita ministerial, "está en sintonía con estas políticas nacionales que han puesto a la ciencia en el lugar que le corresponde y del que había sido sacada".
"En ningún país del mundo se niega que la ciencia y la tecnología son insumo para la economía, para producir trabajo, exportaciones, generar mejores condiciones de vida", dijo.
Salvarezza consideró que "un país cuyo proyecto no sea la soberanía tecnológica, la industrialización en el área de radares, de telecomunicaciones, entonces puede hablar de no tener ciencia: caso típico de la década del '90"."Esta es una institución que está creciendo por una decisión del Estado con este mensaje, de ahí que la trasferencia es un eje central", como lo expresa un reciente convenio de integración de la investigación en el área biotecnológica y farmacéutica, firmado entre Argentina y Cuba.
La relación se consolidó con un taller de expertos realizado recientemente en La Habana, que identificó 17 focos de interés en farmacología y procura pasar los desarrollos "de laboratorio a producto" a través del Centro Argentino-Cubano de Biotecnología Aplicada al Desarrollo de Vacunas y Fármacos -creado en 2009 por el Ministerio de Ciencia y Tecnología-, el Instituto Finlay y el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología de Cuba (Cigb).
"No solamente pensamos en transferir productos con un valor comercial, sino en que la transferencia es también de conocimiento hospitalario, a través de medicina traslacional con investigadores del Conicet que estén en los hospitales haciendo diagnóstico molecular", ejemplificó.
El proceso de federalización quedó consolidado "con ocho nuevos Centros de Investigaciones y Transferencia (CIT), con casos en los que, partiendo de tres investigadores que teníamos en una universidad, se creó un centro que tiene 23, con 80 becarios".
Los CIT contribuyen a "formar el círculo virtuoso que uno quiere en la universidad, con investigación y docencia", y eleva la calidad de la enseñanza, además de redundar en la articulación entre el complejo sistema científico tecnológico y las 55 universidades nacionales.
"El enorme bagaje de experiencia en conocimiento básico que tiene el Conicet, nos planteaba el desafío de transferirlo" a la sociedad a través de proyectos orientados, contó Salvarezza.
Lo cual implicó "implementar otro sistema de evaluación para que la gente que haga transferencia tecnológica no fuera perjudicada en las evaluaciones midiéndola sólo en cantidad de artículos científicos" publicados ('papers').
El énfasis en la transferencia se expresó también en la apertura de una nueva "ventanilla" de llamado a becas en temas estratégicos, con una convocatoria para entrar a carrera y otra a becarios con los temas del Plan Científico Nacional.
"El Estado decide que estos temas son importantes y el Conicet dirige parte de sus recursos humanos a ellos, como ocurrió con el proyecto YPF Tecnología (Y-Tec, empresa que integra al Conicet junto con la petrolera nacional), que avanza en la construcción de su edificio y tiene una cantidad de investigadores que se han ido incorporando", reivindicó.
Respecto al cuarto tema, el de la divulgación de la ciencia, Salvarezza consideró clave para este objetivo interpelar a "los chicos de las escuelas para que se interesen por la química, la física, la ingeniería: carreras de grado que necesita el país".
"Hay que contarles que pueden ser investigadores en el futuro, que el Estado les financia la carrera universitaria a través de la educación pública, que hay becas para investigadores y que la ciencia tiene una componente importante hacia la sociedad", consideró.
La comunicación pública de la ciencia y la generación de vocaciones científicas está incorporada al programa VocAr, con la plataforma "País Ciencia" que cuenta con "cien investigadores que han participado en el experimento 'Tecnópolis'".
Así, el 2014 consolidó "una institución que mantiene su excelencia en la ciencia básica, capaz de convertirse en el instrumento que tiene el Estado para transformar desde el punto de vista tecnológico y científico la economía y la calidad de vida", concluyó.
Fuente: Télam
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