El Batallón 603 San Lorenzo, en Fray Luis Beltrán.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24).- Otro robo al Ejército y otra sustracción que ocurre en el Batallón 603 de Rosario, que ya tiene antecedentes de faltantes de armas y municiones.
La reiteración de estos episodios, a los que se suma el misil sustraído en La Plata, llevaron días atrás al titular de la DAIA, Julio Schlosser, a alertar sobre los robos en distintas bases militares del país.
"Estoy por cumplir 70 años y no recuerdo una situación como la que se da, no es un tema menor, es altamente preocupante", consideró al recordar el robo de "160 fusiles FAL" de distintas unidades militares en los últimos años.
E indicó que ese número configura "una cifra realmente asombrosa como para que nadie viera" lo que sucedió.
Sin dudas, el problema apunta al jefe del Ejército, César Milani y al ministerio de Defensa. En 2011, el Gobierno dispuso el pase a disponibilidad del general de brigada Alejandro Luis Pucheta -en ese momento uno de los más altos mandos del Ejército- por el robo de 154 fusiles FAL, piezas para el armado de 250 fusiles, una ametralladora MAG (calibre 7,62 mm), piezas para el armado de cinco ametralladoras (calibre 12,7 mm) y una pistola 9 mm.
Todos los elementos desaparecieron del Batallón de Arsenales 603, ubicado en la localidad santafesina de San Lorenzo. Ahora, en el mismo lugar, a fines de 2014 faltaron 26.000 balas del calibre 9mm.
En 2012, un informe oficial reveló que en dos años habían sido robadas municiones y más de 400 armas. En ese momento se especuló con que alimentaban el mercado local y el de países vecinos. Por el faltante de las balas, el Ministerio de Defensa ordenó la suspensión de dos oficiales y cinco suboficiales que estaban encargados de la custodia del armamento y a prever la mudanza del arsenal para su seguridad.
La denuncia por la sustracción fue radicada en el Juzgado Federal N° 3 de Rosario, a cargo de Carlos Vera Barros, que derivó la investigación al fiscal Mario Gambacorta, según precisa este viernes (20/02) el diario La Nación.
Ese tipo de balas se producen en la Fábrica de Armas Fray Luis Beltrán, que depende de Fabricaciones Militares, y se encuentra a pocos metros de la sede del Batallón 603, que es conducido por el coronel Guillermo Bonnefous.
Este militar fue ascendido el 27 de diciembre de 2012, a través del decreto 2597/12.
Una caja de 50 unidades en una armería cuesta entre 450 y 500 pesos.
Pero en el mercado negro estas municiones pueden venderse al doble de su precio, según explicó un especialista de una fuerza de seguridad.
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