por MARÍA PAZ GIAMBASTIANI
BILBAO, España (Especial para Urgente24). Emoción incontenible es lo que provoco el ver a cada uno de quienes asistieron a la marcha, bajo una decisión inquebrantable, que ni la lluvia atronadora pudo doblegar. De hecho, ayer fue una de las pocas veces que envidie no estar ahí junto con todos ustedes.
La marcha del #18F fue mucho más que un reclamo social y jurídico, fue un grito ensordecedormente callado... durante años, opacado por la división de una sociedad dolida y quebradiza.
Desde hace 10 años -a los que el gobierno kirchnerista denomina "década ganada"- el Gobierno basó su estrategia en el hecho de seguir a rajatabla la frase que dice "divide y vencerás".
No podemos negar que la estrategia de marketing fue un éxito por desgracia. Sin embargo el "suicidio" del fiscal Alberto Nisman, fue la gota que rebalsó el vaso; lamentablemente.
Afortunadamente la gente no retrocedió ante la impunidad de muchos años sobre los casos de corrupción, o sobre la inoperancia de algunos políticos, o la ineficacia de la justicia, la falta de seguridad, la destrucción de la educación y la sanidad, la censura etc., etc.
Así fue que tomó la calle y manifestó la bronca por tanta desidia, mentiras, y corrupción. Pero lo hizo callados, silencio que solo estuvo interrumpido por el himno nacional. Una sociedad que no se amedrentó ante nadie ni nada.
Había muchísima expectativa internacional, no decepcionaron y después de una demostración de lo que implica vivir en democracia.
Que mejor corolario para este hecho, que pasará a la historia, porque no cabe duda que el pueblo argentino empezó a escribir otra página de su historia- fue una de las frases por las que comienza otra década, "oid el grito de rotas cadenas", la opresión de una nación termina bajo el evidente mensaje del pueblo, quienes quieren saber "de que se trata" demandando libertad, justicia y verdad, por ellos, por la posteridad y para todo el pueblo argentino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario