Protestas en Río Negro.
En una desesperante situación, la Sociedad Rural Argentina (SRA), Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y CONINAGRO convocaron ayer a una "jornada nacional de protesta" del campo para el próximo viernes 17, en reclamo de un "cambio en las reglas de juego" en materia agropecuaria.
Las entidades nacionales insistieron en que los déficit de la política que la Casa Rosada aplica para el sector fueron agravados por “la política de aislamiento comercial con el resto del mundo, la falta de financiamiento, la ausencia de previsibilidad y la inseguridad que se profundizó en el interior del país”.
La medida de protesta, a la que no se sumó hasta ahora la Federación Agraria, la cuarta entidad de la Mesa de Enlace, que sin embargo viene mostrando diferencias en la práctica con las otras tres, llevará por lema “No maten al campo” e incluirá, según se anunció en un comunicado oficial, movilizaciones en todo el país.
La realización de la jornada del 17 se decidió ayer en medio de un clima de tensión por las protestas que volvieron a sucederse en varios puntos del país en las últimas semanas, y una horas antes de que productores bonaerenses se reúnan en Bragado y Coronel Suárez para reclamar contra la política agropecuaria nacional.
“El gobierno no solucionó los problemas y ni siquiera cumplió con las promesas que hizo en los últimos años. Entre ellas, solo por mencionar algunas, Trigo Plus, Maíz Plus, Devolución de IVA, y el compromiso de que los productores íbamos a poder vender al precio internacional (Fas Teórico)”, se indicó en un comunicado oficial.
“El campo no quiere subsidios ni compensaciones, lo que reclama es rentabilidad”, señalaron las organizaciones convocantes. El presidente de la SRA, Luis Miguel Etchevehere, afirmó que " el viernes 17 no está previsto hacer cortes de ruta en ningún punto del país", aunque recomendó la realización de "reuniones o asambleas en las plazas de los pueblos y camionetazos y caravanas por las rutas, además de la entrega de volantes que expliquen la situación del campo".
El dirigente del campo no descartó nada respecto a la adopción de nuevas medidas, tales como la posibilidad de realizar un paro agropecuario en agosto o setiembre”. "Hoy la cadena de pagos del sector agropecuario está cortada: la actividad en todos los pueblos que dependen del agro está comprometida", se quejó el titular de la Sociedad Rural.
Egidio Mailland, de CONINAGRO, expresó que la protesta está orientada a revertir la "asfixia" que padece la actividad agropecuaria con motivo de las políticas impuestas por Cristina Fernández, "que afecta al interior productivo y especialmente a las economías regionales", dijo.
En tanto, Rubén Ferrero, de CRA, indicó que "la jornada del 17 será el puntapié de una serie de medidas de protesta debido a que el gobierno nacional no da respuesta a la problemática del campo y también servirá para que se incorpore la problemática agropecuaria a la agenda de los presidenciables".
El destrozo de silobolsas en la zona serrana de Coronel Suárez calentó aún más el ánimo de los productores agropecuarios en la previa a una serie de movilizaciones que tendrán lugar en ese y otros puntos de la Provincia.
Ayer a la mañana, los encargados del establecimiento Las Sierras encontraron una de las silobolsas completamente destruida. "No solo no podemos comercializar el trigo, también pasan estas cosas", afirmó uno de los chacareros. La silobolsa había sido ubicada lo más lejos posible de los caminos justamente para evitar daños. "Estaba a 600 metros del camino más cercano", aseguraron desde Las Sierras.
Si bien no lograron aún estimar la perdida, no descartan que tenga relación con la protesta agropecuaria. El impacto de las malas decisiones económicas del gobierno K se siente con virulencia también en las provincias de Río Negro y Neuquén.
Ante la falta de rentabilidad, a los productores les conviene no cosechar las manzanas y las peras, por lo que en lo que va del año ya se pudrieron más de 335 millones de kilos de frutas en los árboles.
Este año los chacareros no tuvieron a quién venderle su producto y, por ende, tampoco hubo dinero para la cosecha. La escena se repite en las chacras de toda la región norte de la Patagonia. Según las cámaras que agrupan a las empresas del sector, hay 200 millones de kilos de peras y manzanas que no pudieron ser comercializadas en 2015 por el cierre de las fronteras de Brasil y la devaluación de la moneda en Rusia.
Otros 135 millones de kilos fueron arruinados por el granizo. En total suman 335 millones de kilos de fruta que hoy se pudren al aire libre. Las manzanas no cosechadas constituyen la antesala de una tormenta perfecta para los chacareros.
Las plagas, dicen, no tardarán en llegar si no se toman medidas inmediatas. Algunos incluso aseguran que ya es demasiado tarde.
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