En su homilía, el arzobispo de Tucumán, Alfredo Zecca, pidió a los cristianos argentinos reaccionar ante el “laicismo militante”.
La iglesia hizo expresa sus críticas a los protocolos sobre el aborto no punible en la homilía del arzobispo de Tucumán, Alfredo Zecca, en el Tedeum por el Día de la Independencia. Pero también dejó un mensaje político.
Y mientras en la provincia se esperaba la llegada de Cristina, se preguntó "de qué pluralismo y democracia se habla", cuando "se convierte automáticamente en enemigo al que con todo derecho discrepa".
Respecto a lo que llamó el "derecho a la vida", Zecca aseguró que “se está intentando imponer protocolos de aborto y de fertilización asistida absolutamente inaceptables porque violan el elemental derecho a la vida y a seguir la propia conciencia, avasallando las legítimas autonomías provinciales.
Confío en que nuestros legisladores sabrán defender los derechos de los tucumanos oponiéndose a estos intentos”.
Las palabras previas preparaban el camino para la crítica a los protocolos al indicar que “vemos que se sancionan leyes de dudosa legitimidad jurídica, basadas en un positivismo inaceptable. Se articulan políticas públicas que ignoran elementales derechos humanos, se ataca impunemente a la Iglesia y se vulneran sus derechos y hasta en algunos medios de comunicación social, se la agrede injustamente, ridiculizando valores religiosos y a quienes los profesan. No se persigue abiertamente, pero se intimida, no se respeta el derecho de actuar conforme a la propia conciencia”.
El gobernador Daniel Scioli, precandidato a la presidencia por el oficialismo, viene haciendo campaña justamente con la ley de fertilización asistida que se aprobó en la Provincia. El obispo dejó luego su mensaje político y agregó en cuanto a una “sociedad democrática y pluralista. ¿De qué pluralismo y democracia se habla? ¿De la de un discurso único y excluyente que convierte automáticamente en enemigo al que con todo derecho discrepa?”.
Y aún más allá al señalar que “nos estamos habituando a soportar, por parte de algunos grupos de poder y de pensamiento, la indiferencia, la oposición, la persecución y el desprecio” pero pidió a los cristinanos “reaccionar, con espíritu de diálogo y actitud pacífica, pero con decisión”.
La celebración de la Declaración de la Independencia se inició con el tradicional chocolate en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno donde el gobernador José Alperovich –en su último 9 de Julio como mandatario- saludó a sus funcionarios.
Luego salió hacia las escalinatas de la sede gubernamental y junto a sus funcionarios dio la orden de izamiento de la bandera a la Agrupación Independencia del Ejército Argentino. De allí fue caminando hasta la Catedral para escuchar las palabras de monseñor Zecca.
Un sol espléndido acompaña la jornada pero el público fue escaso. Alperovich espera a la jefa de Estado, Cristina Fernández, quien estaría llegando a Tucumán pasada las 14.
La estadía de la Presidenta será de unas escasas tres horas. Irá a la Casa Histórica de la Independencia para firmar el libro de visitantes y dejar una ofrenda a los próceres de 1816.
Posteriomente irá hasta el hipódromo para el acto central del día y donde se estima que el oficialismo movilizará alrededor de 35.000 militantes. www.clarin.com
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