LATINOAMÉRICA / OPINIÓN
por ANDREA TORNIELLI
SANTA CRUZ DE LA SIERRA (Vatican Insider). Antes de despedirse de Bolivia, el Papa dejó a los pies de una estatua de María las dos condecoraciones que recibió el pasado miércoles de las manos del presidente Evo Morales.
Una de ellas, una cadena con un gran medallón, lleva grabada la figura de cristo crucificado sobre una hoz y un martillo, imagen que concibió el padre Luis Espinal, el jesuita asesinado en marzo de 1980 en Bolivia.
“Esta mañana -informa una nota del vocero vaticano, el padre Federico Lombardi- Papa Francisco celebró la misa en la capilla de la residencia privada del arzobispo emérito de Santa Cruz de la Sierra. Al final de la celebración eucarística, el Santo Padre entregó a la Virgen de Copacabana, patrona de Bolivia, las dos condecoraciones que le fueron conferidas el miércoles pasado por el presidente del Estado, Evo Morales, durante la visita de cortesía al Palacio presidencial de La Paz”.
Bergoglio acompañó su gesto con estas palabras: “El Señor Presidente de la Nación en un gesto de calidez ha tenido la delicadeza de ofrecerme dos condecoraciones en nombre del pueblo boliviano. Agradezco el cariño del pueblo boliviano y agradezco esta fineza, esta delicadeza del Señor Presidente y quisiera dejar estas dos condecoraciones a la Patrona de Bolivia, a la Madre de esta noble Nación para que Ella se acuerde siempre de su pueblo y también desde Bolivia, desde su Santuario, donde quisiera que estuvieran, se acuerde del Sucesor de Pedro y de toda la Iglesia, y desde Bolivia la cuide”.
“Madre del Salvador y Madre nuestra -concluyó Bergoglio rezando-, tú, Reina de Bolivia, desde la altura de tu Santuario en Copacabana atiendes a las súplicas y a las necesidades de tus hijos, especialmente de los más pobres y abandonados, y los proteges. Recibe como obsequio del corazón de Bolivia y de mi afecto filial los símbolos del cariño y de la cercanía que – en nombre del Pueblo boliviano – me ha entregado con afecto cordial y generoso el Señor Presidente Evo Morales Ayma, en ocasión de este Viaje Apostólico, que he confiado a tu solicita intercesión”.
“Te ruego que estos reconocimientos -concluyó el Papa-, que dejo aquí en Bolivia a tus pies, y que recuerdan la nobleza del vuelo del Condor en los cielos de los Andes y el conmemorado sacrificio del Padre Luis Espinal, S.I. sean emblemas del amor perenne y de la perseverante gratitud del Pueblo boliviano a tu solicita y fuerte ternura. En este momento pongo en tu corazón mis oraciones por todas las peticiones de tus hijos, que he recibido en estos días, tantas Madre: te suplico que les escuches; concede a ellos tu aliento y tu protección, y manifiesta a toda Bolivia tu ternura de mujer y Madre de Dios”.
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