BARILOCHE.- Tres barilochenses llevan 88 días perdidos en el mar. El velero Maratonga, en el que iban, partió por última vez desde un puerto de Virginia, en los Estados Unidos, para dirigirse hacia las islas portuguesas Azores y atravesar el océano Atlántico. Sin embargo, el 26 de julio pasado perdieron el contacto.
Los tripulantes del velero -de 52 pies, con casco de hierro, dos palos y bandera de Costa Rica- son Raúl Enriquez, su hijo Pablo (ambos ingenieros navales) y el escribano Raúl Echevarría, que se habían encontrado en Colombia para comenzar la travesía en abril pasado.
Estuvieron en Costa Rica y llegaron al estado de Virginia, desde donde zarparon por última vez el 13 de julio pasado. Llevaban un GPS Messenger Spot, que dejó de funcionar justo trece días después de salir del último puerto donde habían estado, según relataron los familiares de Enriquez en las redes sociales, por las que intentaron su primer pedido desesperado de ayuda.
La familia acudió a Cancillería el 4 del actual y el lunes pasado recibió un pedido de documentación para activar la búsqueda, junto con una planilla.
Según contó Nélida Mihailov, esposa de Raúl Enriquez y madre de Pablo, el papel implicaba "que me hiciera responsable de la búsqueda, para deslindar responsabilidades del Estado en una búsqueda".
La mujer relató a radio Seis Bariloche que la travesía comenzó el 11 de abril pasado con otros dos tripulantes que regresaron antes por cuestiones personales. La comunicación fue constante durante toda la expedición hasta el 26 de julio pasado.
"Mis hijos los veían navegar, se cortó la comunicación y nunca más tuvimos contacto", indicó. La familia cree que en agosto pasado un radioaficionado pudo contactarse con ellos, pero no lograron dar con él. Por eso, anteayer acudieron al Club de Radioaficionados de Bariloche para pedir ayuda.
LA ALERTA
La mujer señaló que la última vez que lograron comunicarse con ellos, supieron que el velero avanzaba en línea recta desde la costa de los Estados Unidos hacia Portugal, en una zona cercana al llamado Triángulo de las Bermudas.
El último indicio que tuvo la familia fue que se encendió una luz amarilla en la cuenta de Skype de Pablo hace 14 días. Sin embargo, no lograron determinar la ubicación del barco. "Cada minuto puede ser la diferencia entre la vida y la muerte", insistió Mihailov.
Y agregó: "Estamos pidiendo una orden para que la Armada y la Prefectura puedan mandar un aviso, una alerta. Es una ayuda humanitaria que se emita un alerta para que los barcos que transiten por la zona si ven el velero se acerquen".
Los tres tripulantes son conocidos vecinos de Bariloche. Raúl Enriquez fue candidato a intendente por el ARI años atrás, al igual que el escribano Echevarría, que lo fue por el PJ, partido por el que también fue concejal en 1983.
En la última década, Echevarría estuvo vinculado a una causa por presunto fraude a la administración pública que ya prescribió. Pablo Enriquez estudió en Buenos Aires ingeniería naval, igual que su padre.
Cuando se recibió regresó a Bariloche y antes de comenzar a trabajar quiso acompañar a su padre y sus amigos en la travesía. El viaje que emprendió el velero tenía como destino final Cádiz, en España. Estimaban que el cruce del Atlántico debía demorar unos 40 días de navegación. Los tripulantes llevaban comida y agua para unos noventa. (www.lanacion.com.ar)
No hay comentarios:
Publicar un comentario