viernes, 23 de octubre de 2015

“PARA ASEGURAR LA GOBERNABILIDAD, QUIEN GANE TENDRÁ QUE ‘DESKIRCHNERIZAR’ EL ESTADO”

POLÍTICA / ENTREVISTA 



CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). El tema elegido por Urgente24 Radio para el jueves 22/10 surgió de una frase escuchada a Sergio Berensztein días antes: “Más allá de quien resulte electo el domingo 25/10, hay que comenzar a debatir intensamente la gobernabilidad en la Argentina que viene”. 


Hartos ya del show de las encuestas de opinión pública, de los discursos de cierre de campaña de 3 candidatos fofos que tienen convicciones acomodaticias y liderazgo escaso pero consiguen montañas de dinero prometiendo a empresarios empalagosos favorecerlos cuando sean gobierno, pareció interesante abordar el tema, comenzando por convocar al propio Berensztein.

 “La cuestión de la gobernabilidad es muy amplia. En Argentina siempre se ha gobernado muy mal. En general han sido gobiernos inestables y con crisis institucionales. Hay gobiernos estables e inestables, todos gobiernan mal pero algunos encima no logran mantener una estabilidad política”, analizó el profesor de la Universidad Torcuato Di Tella y politólogo, Sergio Berensztein, a Urgente24 Radio, en relación al problema de la gobernabilidad en la Argentina, que en la sociedad local -quizá un estigma del golpe de Estado civil de diciembre de 2001- por ahora se circunscribe a la existencia de gobiernos estables vs. inestables.

 Además, el politólogo se refirió a la existencia de un consenso tácito entre casi todos los candidatos a Presidente: “En esta elección, sacando a Del Caño, el resto de los candidatos tienen un acuerdo tácito en un porcentaje enorme de las propuestas, casi en un 80%”.

 Eso sí: Urgente24 Radio manifestó su inquietud acerca de cómo se genera ese consenso. No es igual a que provenga de convicciones de dirigentes políticos a que emerja de oportunistas que se limitan a leer las encuestas y elegir aquellas opciones que parecen tener más simpatizantes en la opinión pública.

El temor de Urgente24 es que ocurra esto último, y entonces sean consensos inconducentes. Pero, vayamos al diálogo con Berensztein:

 Edgar Mainhard: -Sergio, la gobernabilidad importa más allá del resultado. Han sido campañas muy costosas y el tema está en cómo se financian, como por ejemplo los empresarios que ayudan a cambio de negociaciones. 

 Sergio Berensztein: -La cuestión de gobernabilidad es muy amplia. En Argentina siempre se ha gobernado muy mal. En general han sido gobiernos inestables y con crisis institucionales. Hay gobiernos estables e inestables, todos gobiernan mal pero algunos encima no logran mantener una estabilidad política. Claudio Chiaruttini: -Es legítimo desde el punto de vista del gobernante. EM: -Nos conformamos con que concluya el mandato. 

 SB: -Y que no haya violaciones masivas a las leyes. Pero en la Argentina ocurre frecuentemente. Reclamamos muy poco porque en muchos lugares hay sociedades más demandantes. La burocracia de los partidos políticos se financia con el presupuesto público. Este tema está hasta en los países desarrollados.

 CCh: -¿Quién dijo: “La democracia no es buena pero es el menos malo de todos los sistemas”? 

SB: -Winston Churchill.

 EM: -Pero él opinaba sobre la democracia desde una monarquía... parlamentaria. 

 SB: -La democracia es siempre una construcción política que tiene deficiencias.

 CCh: -Porque es una construcción humana y el ser humano es imperfecto. 

 SB: -Lo que pasa es que hay, muchas veces, una pretensión normativa.

 EM: -Interesa también la pretensión de los ciudadanos de a pie. 

 SB: -Argentina nunca tuvo 32 años seguidos de democracia de masas.

 CCh: -Bueno, hubo un pequeño golpe institucional en 2001 pero no vamos a considerarlo en el diálogo. 

 SB: -De todos modos, la cuestión es que se pierde consenso dentro de la dirigencia política y por eso hay discontinuidad. 32 años de democracia es mucho y muy poquito a la vez. En esta elección, sacando a (Nicolás) Del Caño, el resto de los candidatos tienen un acuerdo tácito en un porcentaje enorme de las propuestas, casi un 80%.

 EM: -¿Ese resultado es producto del análisis de las encuestas que condicionan el discurso de los candidatos o es el resultado de iniciativas de los candidatos? 

 SB: -Un poco de todo y el rechazo a los modos del actual gobierno. Ese 80% de consenso es histórico. Todos los participantes de esta elección forman parte de una generación que creció en democracia. No tenemos en nuestra historia personal, los enfrenamientos o los odios, que sí vivieron los que están terminando ahora la gestión.

 CCh: -Pero nos acaba de polarizar este gobierno. Se reabrió la brecha en la Argentina... 

 SB: -Pero sin violación a los DDHH. No como se vivió en la década de los ´60 o ´70.

 CCh: -Si salen electos algunos de los dos principales candidatos, por primera vez desde 1983, no vamos a tener un Presidente abogado y eso ya es un alivio... 

 SB: -No sólo pasa eso sino que ninguno de los dos tuvo sociabilidad política en su juventud.

 EM: -Coincido en que hay un 80% de acuerdo entre las propuestas de los candidatos pero, ¿por qué en ese caso no se pudo concretar, como en México, un acuerdo sobre algunas cuestiones elementales, cualquier sea el ganador? Ni siquiera hemos llegado a un debate público en el cual participaran todos los candidatos. 

 SB: -El Pacto por México se concretó luego del triunfo de (Enrique) Peña Nieto. Lo importante es que aquí ya dimos un paso adelante en el debate y cuando está en juego el poder, es más difícil de acordar. Una vez que se despeje la disputa por el poder y esté en juego la gobernabilidad, luego de que asuma el próximo Presidente, habrá una oportunidad para realizar posibles acuerdos, sobre todo porque todos ganan acotando la influencia que va a tener el kirchnerismo. Para mi es un concepto esencial.

Supongamos que vemos esta transición ‘poscristinista’ con la misma perspectiva que uno veía la transición en Chile ‘pospinochetista’: Cristina tal como (Augusto) Pinochet, intentan generar mecanismos para perpetuarse en su influencia, para tener poder aunque ya no gobiernen, para o participar o influir o condicionar las decisiones aunque pierdan el control del Ejecutivo.

Ese es un contexto en el cual, para la democracia, Pinochet se había convertido en un obstáculo. Por ese motivo su caída fue rápida y con un consenso más allá de las fuerzas políticas que lo cuestionaban explícitamente. Acá, a poco de iniciar la Argentina pos K, a todos los participantes del período próximo les va a convenir ‘deskirchnerizar’ o ‘descristinizar’ el sistema político, y concretarlo cuanto antes.

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