domingo, 22 de mayo de 2016

BUSCAN EN CÓRDOBA RESTOS DE COMUNIDADES QUE VIVIERON ALLÍ HACE 10 MIL AÑOS

CIENCIA / ARQUEOLOGÍA 



La directora del grupo de investigación, Roxana Cattáneo, explicó a Télam que esta exploración, "forma parte de un proyecto de investigación donde desde el año 2010, venimos realizando en el valle de Ongamira, donde habíamos comenzado a realizar excavaciones en algunos aleros y cuevas". 


Señaló que en esa zona "hay indicios de cerámica en superficie que nos dan la pauta que en ese lugar es probable que hayan vivido las comunidades tardías del valle; aunque más profundo en las excavaciones encontramos evidencias de los habitantes más antiguos: sociedades cazadoras recolectoras nómades".

 Precisó que hasta ahora sólo se había excavado en el Alero Deodoro Roca del parque, en las décadas del 40 y 50, cuando se trabajaba de manera muy distinta y no había muchas posibilidades" de determinar las antigüedades. Aclaró que "la ventaja de los aleros es que se conservan muy bien los restos y con el tiempo vamos a llegar a la base y reconstruir la historia de la ocupación de las Sierras Centrales desde el principio".

 "Ahora venimos trabajando con muchísimos detalles -aclaró la arqueóloga-, y estamos haciendo análisis, no solo para conocer la antigüedad, sino también de otro tipo, como análisis químicos del agua del suelo, que permiten conocer también cuales eran los distintos climas que había y conocer cómo fue cambiando en la zona y la región del norte de Córdoba".

 Cattáneo puntualizó que "en los lugares donde habíamos estado excavando había ocupaciones humanas que tenían entre 2.000 y 4.500 años de antigüedad. Ahora tenemos que seguir trabajando porque esas cuevas y aleros tienen muchos metros de sedimentos. Ya hemos excavado casi 3 metros de profundidad y estamos en unas dataciones de alrededor de 5.000 años, y sigue habiendo sedimentos, y sigue habiendo materiales.

Si bien es un trabajo bastante lento, la idea es llegar a esos estratos, que son los más antiguos". En ese sentido, Cattáneo destacó que "sí encontramos una evidencia de esas ocupaciones humanas de 10.000 años a unos kilómetros de Ongamira, en Characato, donde se encontró una punta de proyectil, que se llama cola de pescado, que es característica de los primeros que habitantes de Sudamérica".

 Precisó que si bien en Ongamira "hemos recuperado restos humanos, los estudios de ADN están pendientes todavía, así que no tenemos una verdadera filiación. En líneas generales se habla de Comechingones, pero no es algo determinado".

 Aclaró que esa "es una denominación que surge para caracterizar una gran cantidad de poblaciones y parcialidades diferentes, incluso podían tener distintos orígenes; es una denominación que surge de la época del contacto hispano-indígena, pero no responde a esos primeros pobladores".

 La arqueóloga precisó que "lo más importante de esto, es el estudio de las sociedades cazadoras recolectoras que habitaron durante casi 10.000 años estos territorios, que no estaban casi siendo abordadas por ningún equipo de investigación en la provincia".

 Recordó que "en la década del 60 se había planteado una idea de que los primeros seres humanos que ocuparon la zona norte de Córdoba venían de los Andes o del norte. Hoy lo que nosotros estamos planteando, es que es muy probable que esas sociedades vinieran desde el este e incluso del sur".

 Al respecto precisó que "desde el punto de vista bioantropológico, se están encontrando mayores relaciones con la poblaciones de La Pampa y la Patagonia, que con la de los Andes, y por eso estamos tratando de desarrollar un nuevo modelo de cómo fue poblada esta zona de Córdoba".

 Finalmente Cattáneo destacó que "fundamentalmente las acciones que nosotros hacemos, más allá de lo que sería la investigación básica, nos ayuda a generar resultados que son útiles a la comunidad, para que la gente conozca sobre algo que estaba enterrado y era desconocido, que pase ser un patrimonio y que aprenda a cuidarlo y valorarlo".

 Actualmente, una decena de científicos entre arqueólogos, físicos, químicos y geólogos participan de estudios en los valles de Ongamira y su vecino Copacabana y, a partir de sus investigaciones, se tiene cada vez más información sobre quiénes fueron los pobladores de las Sierras Centrales y su modo de vida. (Télam)

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