Tras la salida de Cristina Fernández de la Presidencia, el grupo de intelectuales K autodenominados Carta Abierta, no se había vuelto a pronunciar.
Ahora, a 9 meses de su último pronunciamiento público reaparecieron con críticas exageradas al gobierno de Mauricio Macri pero con la autocrítica a la falta de conducción del espacio de Frente para la Victoria, que va perdiendo peso territorial y legislativo en el Congreso de la Nación.
"En este inmenso juicio a cielo abierto y sin anestesia, al que es sometido lo sucedido antes, actúan con el desprecio sistemático que proviene de un ritual preparado en una oficina nocturna de guiones policíacos. Con él no pueden substituir la opinión argumentada y cabal, sostenida en elementos de justicia, de defensa meditada de lo actuado y de madurada autocrítica, al punto que puede describirse como la violación alegórica de la Nación", dijo en su documento Nº 21, Carta Abierta, en un mensaje titulado "Dar testimonio".
En el mismo documento, los intelectuales repudiaron "el vergonzoso caso de José López", pero aclararon: "Nuestra respuesta no es vacilante en cuanto a qué hechos y qué legados efectivos no pueden ni podrán ser alcanzados por las graves denuncias en curso. No se puede destruir un colectivo social con convicciones afirmadas en realizaciones palpables".
Y prosigue acerca del caso López: "Lo ocurrido con López nos obliga a preguntarnos, es evidente, por los sobornos ocurridos en las prácticas corrientes en torno a la obra pública y a no ser tolerantes con ellas, que tienen además, un fuerte impacto negativo en movimientos populares forjados en la idea de la igualdad y la honestidad militante".
"Ni todo es así, ni todos actuaron así", remarcan luego y añaden: "La propia Presidenta no revalidaba su liderazgo con maniobras oscuras ocultando monedas en lejanas fosas, sino exponiendo posiciones críticas".
En esa línea, hablaron de una "escalada persecutoria que se manifiesta en los últimos hechos de represión y espionaje, una verdadera 'Campaña del desierto' mediática".
"No percibimos entonces el tan proclamado fin del kirchnerismo. Lo que vemos es el deseo acrecentado en las derechas latinoamericanas que eso ocurra", insistieron.
Pero hubo una crítica velada a Cristina: "Aún sin que se evidencien los signos de una conducción efectiva, numerosos sectores sociales, sindicalizados o no, han dado a conocer su descontento".
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