(U24) - El bono compensatorio de fin de año que el Gobierno nacional pretende que el sector privado le garantice a los trabajadores para descomprimir la situación social está generando resistencia en la Unión Industrial Argentina (UIA) y el sindicalismo opositor a la conducción de la CGT.
Este martes, desde la CGT anunciaron haber alcanzado un acuerdo con el Gobierno y con el sector empresario para que todos los trabajadores reciban un bono de fin de año.
El titular de la CGT y del gremio de Sanidad, Héctor Daer, confirmó el acuerdo con algunos sectores empresarios y precisó esta mañana (7/11): “Acordamos un bono de $5.000 que se paga en dos cuotas de $2500 con los salarios de noviembre y $2.500 con los salarios de enero”. El titular de Sanidad explicó que estas dos cuotas únicas serán cobradas por los asalariados del sector privado aunque adelantó que “en el sector público están teniendo una conversación paralela para conseguir su propio bono”.
Y aclaró que aún “tenemos que terminar de cerrar el texto del decreto para que sea universal para todos los trabajadores”.
Consultado sobre la posibilidad de un paro, Daer dijo a Radio Mitre que “el paro no es un fin en sí mismo, y nosotros planteábamos una medida de fuerza si no había respuesta a los reclamos; creo que esto (el bono) es el principio para atenuar la situación crítica de los trabajadores”. Y concluyó: "seguramente no habrá medida de fuerza”.
Desde el moyanismo y gremios opositores a la conducción de la CGT salieron a cuestionar el bono y prometieron medidas de fuerza.
"Desde el Frente Sindical, con la CTA y los movimientos sociales anunciaremos una medida de fuerza", dijo Pablo Moyano, secretario general adjunto de Camioneros. "Cuando se firmó hace dos años el bono de $ 2000 nadie lo cobró", recordó.
"Es una maniobra más del Gobierno para dilatar un paro que tiene que ser ya. La CGT volvió a fallarle a los trabajadores. Los que no acordamos con el Gobierno estaremos en la calle", manifestó este miércoles (7/11) Moyano en declaraciones a radio Cooperativa.
Por su parte, desde la CTA Pablo Micheli dijo que el bono "es una suma en negro que no arregla nada. Si hay un bono, bienvenido sea, pero peleamos por un aumento de emergencia y en blanco".
La CTA y gremios combativos hablan de un paro general por 36 horas con movilización antes de la cumbre del G20, que sumará a organizaciones sindicales, políticas y sociales que participaron de la misa en Luján.
Desde el sector empresario, Daniel Funes de Rioja, vicepresidente de la UIA indicó: "Si no se puede pagar en dos cuotas, y se pueden pagar en 3 o en 4, se puede acordar en un marco de las negociaciones con los sectores respectivos de trabajadores y empresarios".
En declaraciones a radio La Red, Funes de Rioja precisó que más de seis de cada 10 empresas no podrían hacer frente al bono.
"Es bueno sentarse y hablar sobre alternativas que compatibilicen la realidad inflacionaria importante que deteriora el poder adquisitivo, que erosiona la capacidad de consumo, pero además se conjuga que cualquier intento que uno pueda hacer también tiene como limitante cómo financio esto, cuando la mayoría del empleo en la Argentina es empleo pyme y el acceso al financiamiento está limitado por la tasa de interés", indicó.
Y sugirió que "si hay un financiamiento blando no para subsidiar a la empresa sino para atenuar el impacto financiero de lo que son tasas de interés realmente inabordables, realmente mejora". Desde el Gobierno nacional, el ministro de Producción Dante Sica quiere que el bono sea “obligatorio para todo el sector privado”.
“Ayer tuvimos una muy buena reunión entre la CGT y lo sectores empresariales. La idea del bono es que sea compensatorio y no remunerativo en dos cuotas, en principio englobaría al sector privado. Hay una paritaria abierta en el sector público, así que hasta que el público no cierre sus paritarias, solo compete al sector privado”, explicó Sica.
“Estamos haciendo la redacción del decreto. En muchos casos los mismos gremios planteaban que podía haber algún tipo de flexibilidad. Vamos a hablar con el sistema financiero para ver si hay algún tipo de financiación de corto plazo para las empresas que no lo puedan pagar. Queremos trabajar después sobre los casos particulares”, añadió en declaraciones a radio Continental.
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