Dante Sica (Foto archivo NA). |
(U24) - El Gobierno recibe hoy a la CGT y a empresarios para de tratar de desactivar el paro general que la central obrera amenaza con realizar si el Ejecutivo no accede a sus reclamos. Entre las principales exigencias de los sindicatos están el pago de un bono para compensar la pérdida salarial por la inflación y la devaluación, además de reapertura de paritarias.
La reunión será liderada por el ministro de Producción y Trabajo Dante Sica, en un encuentro al que asistirán los referentes de la CGT, la Unión Industrial Argentina (UIA) y la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
Además del pago de un bono los gremios exigen que acordar un pacto antidespidos y que el medio aguinaldo no sea alcanzado por el Impuesto a las Ganancias. Por su parte, los industriales buscan moderar los pedidos de los sindicatos, en un escenario de crisis económica. No será fácil: los economistas proyectan una inflación de 48% para fin de año.
La propia ministra de Desarrollo Social y Salud, Carolina Stanley, ya se había referido a la posibilidad de un bono de fin de año para los trabajadores al decir en conferencia de prensa que este plus todavía "no era un hecho" y que no se discutió en la reunión de Gabinete del lunes.
Aunque dijo que Sica "puede haber estado discutiendo este punto" con la CGT. La Casa Rosada estudia la posibilidad de habilitar el bono por efecto de las últimas paritarias que firmaron gremios de peso como Bancarios, Camioneros, Sanidad y Judiciales, con subas de 40% o superiores. Esto genera preocupación en el Ejecutivo y los empresarios, ante la posibilidad de que se genere un efecto en cadena con todos los sindicatos, con reapertura de paritarias en reclamo de subas similares de recomposición salarial.
Según 'Ambito Financiero', "en la CGT alegaron que Sica llevará hoy entre el menú de medidas a aplicar un posible decreto de necesidad y urgencia relacionado con los salarios de fin de año. Como adelantó este diario una de las ideas es reforzar el aguinaldo y también fijar un extra para los haberes de los jubilados.
Para la central obrera será clave, además, incorporar al debate un compromiso de los empresarios y el Estado para frenar los despidos al menos hasta marzo de 2019, algo ya explorado en varias ocasiones en la actual administración y cuyo cumplimiento se convirtió en letra muerta a poco de haber sido firmado. "
Según el diario 'El Cronista', el plus salarial rondará los $5000, que podría pagarse en dos veces, a los trabajadores del sector privado. "La negociación está en marcha, esperamos que mañana (por hoy) se termine de resolver porque no hay más margen. Si no hay un gesto, el jueves se definirá la convocatoria al paro", advirtieron al mencionado matutino desde la primera línea de la central obrera.
Desde la Unión Industrial, su titular Miguel Acevedo, también confirmó el sentido de las negociaciones con el Gobierno y la cúpula cegetista y opinó que la implementación de un plus salarial de fin de año es "oportuna".
"Algunas firmas podrán acordar aumentos salariales; otras ya están planteando los bonos. La heterogeneidad es muy amplia, incluso adentro de un mismo sector", afirmó el referente fabril.
Ocurre que todo esto sucede ante la posibilidad de que la CGT disponga el quinto paro general contra la política económica de Mauricio Macri, algo que podría suceder en la última semana de este mes, en coincidencia con la cumbre del G20 que se realizará en Buenos Aire s los días 30 de noviembre y 1° de diciembre.
El próximo jueves se reúne el Consejo Directivo de la CGT y ese día decidirán si convocan o no un nuevo paro general, que sería de 36 horas. En medio de la dura interna que atraviesa la CGT los sectores más "combativos", con Hugo y Pablo Moyano a la cabeza, le advirtieron a la conducción de la central obrera: "Que la CGT se haga cargo del paro de 36 horas que había anunciado".
Hasta anoche, el paro tenía consenso mayoritario dentro de la organización y dudas sólo de sectores influyentes de histórica vocación dialoguista. Hasta última hora estaban confirmados los principales referentes de la CGT, tanto sus actuales secretarios generales Héctor Daer y Carlos Acuña como los miembros de su mesa más acotada de conducción, en la que tallan con fuerza los "gordos" de los grandes gremios de servicios, como Armando Cavalieri, y los "independientes" de buen diálogo con el oficialismo como Andrés Rodríguez y José Luis Lingeri.
También la integran los referentes del transporte público Roberto Fernández (UTA, colectiveros) y Omar Maturano (maquinistas, La Fraternidad), los gremialistas clave a la hora de garantizar la contundencia de un paro nacional. Otros que aseguraron su concurrencia fueron el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Acevedo, y su par de la Cámara de la Construcción (Camarco), Gustavo Weiss, aunque las invitaciones anoche habían sido extendidas a otras entidades como la mercantil y la que nuclea a los bancos.
Con casi todos los concurrentes confirmados anoche, entre las especulaciones de los invitados había dudas por la presencia del secretario de Trabajo, Jorge Triaca, que en sectores del Ejecutivo, la CGT y el empresariado daban virtualmente fuera de su cargo.
Incluso entre ellos se mencionaba al abogado Tomás Calvo, representante del gremio metalúrgico (UOM), como su reemplazante. La versión es consistente con la relación de años entre Sica, entonces como consultor privado, y el sindicato que lidera Antonio Caló.
Casi como anticipo, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, recibió ayer una comitiva de gremios oficialistas que declaman la titularidad del sello 62 Organizaciones a pesar de dos versiones que surgieron luego a disputarlo.
Entre ellos estaba el rural Ramón Ayala (Uatre), el taxista José Ibarra, el estacionero Juan Miguel García, el sepulturero Domingo Petrecca y Juan Carlos Murgo (caucho). La reunión de hoy se desarrollará desde las 13:00 en la sede de la Federación de Trabajadores de Sanidad (Fatsa), en el barrio de San Cristóbal, y será una verdadera prueba de fuego.
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