La apertura de sesiones ordinarias de la Legislatura de Chubut fue histórica por la inédita presencia de un Presidente de la Nación en el discurso inaugural del gobernador de turno pero podría ser mucho más relevante para los intereses de Chubut de cara a lo que viene.
Que el gobernador Mario Das Neves haya logrado sentar a su lado al presidente Mauricio Macri fue mucho más que una foto para mostrar. Ya lo había hecho antes, en 2007, cuando Néstor Kirchner (presidente saliente) y Cristina Fernández (presidenta electa), lo acompañaron el día que asumió su segundo mandato.
Como aquella vez, Das Neves vuelve a conquistar a los políticos más importantes. Lo del jueves fue un virtual relanzamiento del chubutense a las grandes ligas de la política en un momento en el que mar está muy revuelto y las fichas siguen buscando cómo reacomodarse en el tablero nacional.
Ni Das Neves se hizo macrista ni Macri dasnevista. Pero los gestos públicos de complicidad, diálogo y convivencia que ambos se encargaron de destacar durante las cinco horas que duró la visita presidencial a Chubut, ayudan a entender lo que viene.
Sin caer en la simplicidad de interpretar todo como parte del “cambio” que votó la gente –aunque algo de eso hay en esta nueva relación entre Nación y la Provincia-, no hay que soslayar la necesidad de construir poder que tiene Macri.
Y en ese sentido, es importante que lo haya elegido a Das Neves como parte de ese armado. El diálogo y las coincidencias más allá de las diferencias políticas, parece ser la necesidad de la hora. Macri y Das Neves lo entendieron antes que otros y empezaron a ponerlo en práctica.
La sintonía entre ambos ha tenido correlación en los hechos: en ochenta días de gestión, Macri le bajó a los chubutenses a través de Das Neves unos 4.400 millones de pesos en obras.
El diálogo y las coincidencias siempre se dan mejor si hay respuestas concretas para la provincia. Es por ahí el camino.
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