SOCIEDAD / GRAVE DENUNCIA
La denuncia es gravísima. La doctora Mirta Varela, titular de cátedra que brinda los conocimientos sobre Historia de los Medios en la Facultad de Ciencias Sociales (UBA), decidió denunciar en el ámbito académico las serias irregularidades que se viven en sus espacios curriculares.
Luego de apuntar contra la dirección de la Carrera de Ciencias de la Comunicación por no haber nombrado "a los docentes a cargo de dictar 4 comisiones de trabajos prácticos", a una semana de iniciada la cursada, Varela se adentra en una serie de situaciones conflictivas que se vivieron y se viven en la sede de Santiago del Estero 1029, de la Capital Federal.
Pero esto parece ser tan solo un mero ejemplo de lo que ocurre en la educación argentina -sea esta pública o privada- y amerita la responsable intervención del ministro Esteban Bullrich, entre otros:
Buenos Aires, 27 de marzo de 2017
Estimados colegas y estudiantes:
A una semana de comenzadas las clases en la Facultad de Ciencias Sociales y con 350 estudiantes inscriptos en la Cátedra de Historia de los Medios de la que soy Titular, la dirección de la Carrera de Ciencias de la Comunicación aún no ha nombrado a los docentes a cargo de dictar 4 comisiones de trabajos prácticos (esto es el 45% de las comisiones ofertadas), ni a un solo Jefe de Trabajos Prácticos, ni al Profesor Adjunto, lo cual implica que de aceptar esta situación, hay funciones en teóricos y prácticos que también se estarían cubriendo con trabajo no remunerado y no reconocido.
Cualquiera puede entender la gravedad de la situación y, sin embargo, el director de la carrera se negó a mantener una reunión antes de comenzar las clases. Al día de hoy, contamos con una promesa a futuro de dos cargos, salida de la boca del mismo funcionario que incumplió sucesivas promesas desde septiembre del año pasado en que se comprometió a reponer las rentas que se habían concursado en esta cátedra y que fueron “reasignadas” por una decisión de la que él es responsable.
En verdad, estas rentas sirven para pagar a docentes que no realizan ninguna tarea en la Facultad desde entonces, mientras un docente que está en la Cátedra no cobra su sueldo desde noviembre, con la excusa de que en el segundo cuatrimestre “no trabajábamos”. Pero entiendo que es necesario hacer investigación y saber qué significa un proyecto de cátedra para comprender qué tipo de trabajo realizamos en un cuatrimestre en el que no dictamos clase.
Ahora deberíamos dar clase y el director de la Carrera pretende que nosotros nos hagamos cargo de su irresponsable decisión. Se trata de la misma dirección que dice defender la educación pública y a los trabajadores pero no considera prioritaria la cursada de 350 estudiantes y el salario de varios docentes.
La desidia de la gestión es tan extrema que si no sufriéramos las consecuencias de algunos de sus actos, cabría hablar de acefalía. ¿Cómo calificar de otro modo el hecho de que dos docentes que deberían haber comenzado la semana pasada a dictar clase no sólo no cuentan con renta sino con designación alguna en la Universidad de Buenos Aires?
De aceptar esta situación, estaríamos avalando la figura de docentes voluntarios, una idea que afortunadamente la gobernadora Vidal no pudo llevar a la práctica en la Provincia de Buenos Aires y que, en lo que a mi respecta, intentaré impedir a toda costa en la Universidad de Buenos Aires.
Como Titular de Cátedra exijo una solución inmediata a esta situación que impide el inicio del ci clo lectivo. Como Profesora de esta Facultad no puedo dejar de poner en relación lo sucedido con toda otra serie de irregularidades –cuando no delitos- y exijo además que el Decano dé explicaciones por la presencia de barras bravas en los edificios donde deberíamos dictar clases, por las denuncias de violación a una estudiante que habría tenido lugar en la sede de Santiago del Estero, por las sanciones prometidas por el Decano para los responsables del posporno, por interferir en la autonomía universitaria y utilizar las instalaciones de la Facultad para realizar actos partidarios mientras no nos brinda espacios de investigación, de reunión y de consulta con los estudiantes, por naturalizar la inequidad de condiciones de trabajo en las que nos desenvolvemos respecto de otras facultades de la UBA, por priorizar los acuerdos políticos antes que la defensa de los derechos de los estudiantes y los docentes (que por cierto han retrocedido enormemente con e l convenio firmado el año pasado por gremialistas que no nos representan).
Y algo más: en septiembre del año pasado el director de la carrera de Ciencias de la Comunicación Lic. Diego De Charras me amenazó con que no hiciera pública la situación de los docentes de la cátedra. Personalmente, nunca dudé en dar debates públicos aún conociendo la falta de voluntad de diálogo de quienes no basan su autoridad en la razón sino en la fuerza (será por eso que las actuales autoridades debieron pedir apoyo a la policía para asumir sus cargos).
Sin embargo, en este caso, la amenaza suponía poner en riesgo el salario de las personas que trabajan conmigo. Pero fue un error guardar silencio. Porque así como no podemos dejar pasar la paradoja de que alguien que dice defender la educación pública, utilice como carta de negociación a los docentes y a los estudiantes, resulta intolerable que se ejerza la censura en la carrera de Ciencias de la Comunicación.
Por eso exijo públicamente una solución inmediata a un problema generado por la dirección de la carrera que afecta a estudiantes y docentes.
Los saludo muy cordialmente,
Dra. Mirta Varela
Profesora
Titular Regular
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