La Justicia logró determinar que el cuerpo mutilado y sin órganos que fue encontrado la semana pasada en Miramar pertenece a un niño de 1 año y medio que murió en un accidente doméstico cerca de Mar del Plata.
Ahora, la fiscal Ana Caro centrará la investigación en el robo y mutilación del cadáver. La identidad del nene se pudo establecerse tras el cotejo de ADN. Fuentes judiciales se mostraron sorprendidas el grado de mutilación que el cadáver del niño presentaba en manos y pies, además del faltante de los dientes, con la aparente intención de evitar su identificación.
Los peritos consideraron que los órganos pudieron haber sido extirpados para "un estudio más profundo", pero no así las extremidades mutiladas y las piezas dentarias extraídas.
El niño murió a mediados de marzo luego de tragarse una bombita de agua en su casa del paraje El Boquerón, cerca de la localidad bonaerense de Batán, tras un descuido de sus padres.
Los médicos forenses encontraron el elemento en la tráquea de la víctima mortal. El cadáver fue encontrado el 21 de marzo por un hombre que iba en bicicleta por el tramo final de la ruta 11 que conduce a Mar del Sud, cerca del arroyo La Totora.
El ciclista vio que un perro arrastraba algo y lo mordisqueaba, y al acercarse se dio cuenta de que se trataba de un niño. El cuerpo de la víctima había sido enterrado.
Tras el hallazgo del cuerpo mutilado, la Fiscalía ordenó una autopsia urgente del cadáver a raíz de que no se podía ratificar su género ni su identidad porque con los cortes en manos y pies le habían borrado las huellas dactilares. (TN)
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