En la tarde del lunes 27/03, 6 asaltantes ingresaron en la empresa Tyna, ubicada en Avenida Pellegrini al 6900, y se alzaron con un botín que ronda el millón de pesos. Lo hicieron tras entrar a la distribuidora y dirigirse directamente a la oficina del dueño.
Allí, golpearon al titular de la firma y tras hacer estallar un blindex dieron con la caja fuerte de la empresa. Los asaltantes se dieron a la fuga a bordo de 2 vehículos: un Renault Sandero y un Ford Focus.
En el interín, intercambiaron disparos con efectivos policiales del Comando Radioeléctrico que circulaba por la zona. Tras perder el rastro del vehículo policial, los maleantes abandonaron los autos y, según afirman testigos, se subieron a bordo de un utilitario.
Aquí aparece el tema: ¿la impunidad no incrementa la inseguridad?
Esto lleva a otra pregunta: ¿el temor de la población es a la inseguridad o a la certeza de impunidad?
Y no hay 2 sin 3: ¿por qué los socialistas que gobiernan Rosario hace tantos años han sido tan horribles en la política de inseguridad? ¿Les da miedo? ¿Les provoca culpa?
Lo que les debería provocar vergüenza es no responder a las necesidades de los vecinos. La primera hipótesis que se elabora en torno al asalto es que los ladrones tenían información de la suma de dinero que había en la empresa.
Esa hipótesis se sostiene en base a que pocos minutos después del asalto arribó a la distribuidora un camión de caudales. Así lo revela el fiscal Gustavo Ponce Asahad, quien afirmó que los asaltantes "tenían un conocimiento previo de los movimientos del comercio.
Por último, el fiscal anticipó que se revisarán las cámaras de seguridad de la zona oeste para ver si se puede determinar algún elemento que colabore con la búsqueda de los delincuentes."
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