Foto: Delfo Rodríguez / Clarín |
(CLARIN) - San Lorenzo le ganó 3-1 a San Martín en San Juan y quedó como único escolta de Boca, a seis del líder del campeonato.
El equipo del Pampa Biaggio fue superior, mostró tramos de fútbol ofensivo y, pese a que por momentos sufrió tras el descuento de los sanjuaninos, completó una muy buena victoria para levantarse luego de la caída frente a Banfield.
Durante el ciclo de Diego Aguirre al frente de San Lorenzo el nombre de Leandro Romagnoli era un grito de guerra. Pero el DT uruguayo siempre tenía otra carta por delante del ídolo cuervo.
Para recordar la última vez del Pipi como titular hay que retroceder hasta el 19 de abril de 2016 frente a Liga de Quito por la última fecha de la fase de grupos de la Copa Libertadores. Más de un año y medio más tarde, volvió a tener su esperada chance.
En San Juan y ante San Martín, el capitán de San Lorenzo demostró que su talento sigue intacto más allá de los 36 años que marca su documento. De la mano el 10, el equipo del Pampa Biaggio salió a jugar de igual a igual en un campo difícil y así armaron un entretenido encuentro frente a San Martín, que también se anima a jugar y a ponderar el ataque.
En ese escenario, el visitante aprovechaba mejor los espacios que dejaba la defensa local y generó las chances más peligrosas. Avisó con un zurdazo de Quignón que se fue pegado al poste, obligó a una buena atajada de Ardente en un tiro libre de Paulo Díaz. Y reflejó en el marcador la superioridad con un golazo.
El 1-0 fue una perla de arco a arco. Gonzalo Rodríguez salió limpio y la tiró larga por derecha para el Pocho Cerutti. El delantero ganó el mano a mano en velocidad, desbordó y tiró el centro atrás. Angeleri la dejó correr en la puerta del área. Y Romagnoli extendió con un pase de primera exacto para servirle el pase de gol a Blandi.
El 9 coronó la acción definiendo con un derechazo perfecto, con comba, contra el palo izquierdo. Golazo.
Con la ventaja, San Lorenzo jugó más suelto y San Martín dejó aún más huecos en el fondo. Para colmo, cuando atacaba no lograba lastimar. El Ciclón hacía todo más fácil.
Como el segundo gol. Córner desde la izquierda, centro perfecto de Romagnoli y cabezazo de Paulo Díaz, que conectó sin marca y puso el 2-0. Parecía que el encuentro estaba liquidado. Es más, el equipo de Biaggio podía haber goleado, pero a los 27 minutos llegó el descuento de Alvaro Fernández que le puso suspenso al final.
Fue un cierre de ida y vuelta. Quignón estrelló su definición de volea la travesaño y de contra Nicolás Maná tuvo el empate. Quedó mano a mano con Navarro pero definió mal y desperdició una situación clarísima.
El golpe final fue del Ciclón. Un pase filtrado de Belluschi dejó solito a Blandi y el delantero no dudó: tocó ante la salida de Ardente y puso el 3-1.
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