Francisco Gastaldi y Sergio Urribarri.
PARANÁ (U24 Entre Ríos). Escribano Mayor de Gobierno en Entre Ríos, Francisco Gastaldi ingresó en un tenebroso túnel judicial. 2 nuevas denuncias, según publicó la web Página Judicial, se incorporaron en el expediente que lo tiene acorralado luego de haber sido imputado por una escandalosa estafa.
El funcionario fue, aparentemente, el arquitecto de un fideicomiso fraudulento que habría tenido como objetivo desheredar de una importante fortuna a una hija no reconocida por un hacendado de Gualeguay.
El funcionario provincial recibió un nuevo revés: la fiscal de Gualeguay, Josefina Beherán, presentó el 11/12/2014 una denuncia de oficio contra su hijo, Francisco Gregorio, quien también está involucrado en la causa.
Lo que se pretende investigar es si hubo por parte del joven escribano una administración fraudulenta del fideicomiso en el cual recayeron los bienes de la heredera.
La película tiene como escenario a la ciudad de Gualeguay. El guión comienza cuando María Andrea Martínez se presentó en el domicilio de Héctor Alfredo Ascar para revelarle que era su hija, pero éste eligió descreer.
María, fruto de una relación entre Ascar y Teresa Graciela Martínez, lo conoció hace ya muchos años cuando vivía en el campo lindero. La relación afectiva entre sus padres duró alrededor de dos años, hasta que Teresa le informó a Héctor de su embarazo.
Ascar reaccionó muy mal y exigió que no dijera que él era el padre. No había contraído matrimonio ni tenían otros hijos.
Demanda
El 7 de marzo de 2007 María promovió una demanda de filiación contra Ascar (Expediente Nº 4.235) que tramitó en el Juzgado Civil y Comercial Nº 1 de la ciudad de Gualeguay.
En la misma presentación realizó un reclamo patrimonial de 300.000 pesos en concepto de daños y perjuicios. Tres meses más tarde, Ascar se presentó en el juicio y realizó una serie de planteos procesales relativos a la falta de pago de tasa de justicia por el reclamo económico.
El único objetivo era paralizar el juicio –lo que finalmente logró–, y de tal modo conseguir el tiempo suficiente para vaciar su patrimonio. El hacendado no quería dejar nada a su heredera forzosa y, el 1º de noviembre de ese mismo año, celebró un contrato de fideicomiso para constituir “San Maron Fideicomiso Productivo” y pasar todos sus bienes a esa entidad.
La idea de crear un dominio fiduciario por el plazo de 30 años surgió de la creatividad de Gastaldi.
Se lo puso a nombre de la concubina de Ascar, Rosa Argentina Ahibe; de Francisco Gregorio Gastaldi, hijo del funcionario; y de Jorge Mario Rodríguez.
El fideicomiso que se hizo incorporaba 37 inmuebles, en su gran mayoría rurales, con excepción de 3 inmuebles urbanos, todo lo cual surge claramente del detalle del “Contrato de Fideicomiso Productivo Sujeto a Plazo”, pasado por ante escritura pública otorgada por la escribana Silvina Lacorazza.
Esa escritura se hizo en el estudio de Gastaldi, según contó la propia escribana. En la escritura del fideicomiso, en la última hoja, figura que el protocolo corresponde al Registro Nº 11, pero es salvado y se le pone arriba el N° 16.
El titular del Registro Nº 11 es Francisco Gregorio Gastaldi. Otro indicio inequívoco que indicaría que el fideicomiso es fraudulento sería la extensión de dos poderes generales de la administración del mismo a Ascar y a Ahibe para que lo sigan administrando.
Muerte y reacción
El 31 de enero de 2011 falleció Ascar y se abrió el juicio sucesorio por quien fuera su concubina y heredera testamentaria, es decir, Ahibe.
Fallecido el dueño de los bienes, Gastaldi decidió correr a la pareja del hacendado y quedarse con todos los bienes, pero seguía teniendo un obstáculo: la hija no reconocida de Ascar.
Cuando Ascar estaba enfermo, y para obstaculizar cualquier reclamo filiatorio, el funcionario de carrera y ex intendente de Gualeguay le pidió a Ahibe que creme el cuerpo del hacendado. Maquiavélico.
Ante esta encrucijada, el Escribano Mayor de Gobierno tuvo dos reacciones. En primer lugar pedir la prescripción del delito. Pero ante el avance del expediente, cambió de estrategia.
El 29 de diciembre pasado presentó una denuncia en el Colegio de Escribanos de Entre Ríos. Allí apuntó contra su colega Lacorazza acusándola de haber actuado de forma indebida (delito de falsedad ideológica).
Sin embargo, fuentes de la causa adelantaron que la entidad no sólo avanzará contra la escribana denunciada, sino también contra el denunciante.
Así, el hombre que tiene la firma de cada acto de gobierno, es investigado por la Justicia y por sus pares.
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