Federico Delbonis / Télam
El bonaerense Federico Delbonis le dio hoy a la Argentina la clasificación a los cuartos de final de la Copa Davis al superar en cuatro sets a Thomaz Bellucci, para cristalizar una histórica remontada sobre Brasil, ante una multitud en el predio de Tecnópolis, que mantiene la ilusión de conseguir por primera vez la Ensaladera de Plata.
Delbonis cumplió el domingo con parte del trabajo, al ganar por 6-3 el primer set del encuentro que fue suspendido por las autoridades ante la falta de luz natural, y terminó la faena en dos horas y 59 minutos este lunes con parciales de 3-6, 6-2 y 7-5, para hacer explotar a más de 8000 personas, que completaron el estadio gracias a la entrada libre y gratuita que decidió la Asociación Argentina de Tenis (AAT).
Argentina, capitaneada por Daniel Orsanic, llegó a este punto definitorio gracias a la histórica victoria del correntino Leonardo Mayer (29º) sobre Joao Souza (75), en el single más largo de los 115 años de la Copa Davis, que se resolvió en 6 horas y 42 minutos por 7-6 (4), 7-6 (5), 5-7, 5-7 y 15-13.
Brasil había llegado 2-1 arriba al arranque del domingo, después de que Souza superó a Carlos Berlocq el viernes y la pareja Marcelo Melo-Bruno Soares hicieron lo propio ante el chascomusense y Diego Schwartzman.
El conjunto albiceleste, que contó con el acompañamiento de Juan Martín Del Potro -que no pudo jugar por estar en rehabilitación de una cirugía en la muñeca izquierda-, recibirá por los cuartos de final a la Serbia del número 1 del ranking mundial Novak Djokovic, que superó este fin de semana a Croacia por un contundente 5-0.
La serie, que se disputará entre el 17 y 19 de julio, debe ser en un estadio cerrado por disposición de la ITF, por lo que la Asociación Argentina de Tenis ya tiene acordado repetir en Tecnópolis, aunque en una cancha de esas condiciones a 200 metros de la que se montó especialmente para este encuentro.
Para ese duelo ya debería estar en condiciones Del Potro, exnúmero 4 del ranking mundial, que resolvió regresar al equipo de Copa Davis a partir de los cambios dirigenciales en la AAT, y que sueña con darle la primera Ensaladera de Plata al tenis argentino.
Delbonis y un debut soñado
El éxtasis que provocó el histórico triunfo de Leo Mayer le había dado un empujón anímico importantísimo a Delbonis el domingo, que pese a tener su debut como local y en un single por Copa Davis, había conseguido un contundente 6-3 para sacar la primera diferencia.
Pero evidentemente la postergación para este lunes le cayó mejor al brasileño Bellucci, que si bien debió salvar tres break points en el tercer game de la reanudación, empezó a tomar confianza con el correr de los puntos.
Encontrando ángulos principalmente con su potente derecha, Bellucci fue desmoronando la resistencia del azuleño, para poder quebrar el servicio de su rival octavo game y retener su saque para cerrarlo 6-3.
Con la historia igualada, todo era un volver a empezar tanto para Delbonis como para el brasileño. Y en ese juego mental, el que estuvo más fuerte fue el argentino.
Pese a sus 24 años, Delbonis volvió a salvar una situación compleja en su primer game de servicio en el tercer set - Bellucci tuvo dos BP- y trasladó la presión del otro lado.
El argentino estuvo muy fino a partir de ese juego, no sólo desde su servicio, sino también en la devolución, para lograr el quiebre (2-0) y encaminar el parcial.
Sin perder la cabeza, Delbonis esperó el momento de la definición con mucha tranquilidad, y decidió apurar sobre el saque del brasileño.
Fueron tres los set points que necesitó para cerrar 6-2 y volver a tener la ventaja en el partido. Con la gente en punto de ebullición, los dos tenistas salieron al todo por el todo en el cuarto set, sabiendo que podía ser el cierre de la historia para uno o la supervivencia para otro.
Fue Bellucci el que dio el primer golpe con un quiebre en el quinto game, pero Delbonis no tardó en reaccionar y con el empuje de la hinchada quedó 3-3 enseguida.
Con la tensión en aumento, empezó a acortarse el brazo de los dos lados, por lo que el que menos se equivocaba iba a festejar.
Fue Delbonis el que en el momento de mayor expectativa no titubeó: mantuvo su servicio para quedar 6-5 y con la chance del triunfo en sus manos.
Atacó todo lo que pudo, presionó desde la devolución y terminó generando su propia oportunidad de victoria, la que cerró con una derecha invertida sobre la línea.
El festejo, es el desahogo de un equipo argentino que después de la caída en el dobles parecía en el fondo del mar, pero que pudo reflotar para mantener encendida la llama de la esperanza de conseguir por primera vez la Ensaladera de Plata. Noticias Argentinas
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