domingo, 8 de marzo de 2015

CRÓNICA DE LA CAÍDA DEL 'CHUECO' MAZZON

AGENCIA / POLÍTICA-INFORME 



 En el organigrama de Presidencia de la Nación puede encontrarse cómo aparecía, desde lo formal, Juan Carlos Mazzón. 

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Al 'Chueco' Mazzón lo debilitó el tiempo. El 'Chueco' como súper operador PJ ya no era el de antes. Ha transcurrido mucho tiempo, hay nuevos personajes en escena que han incorporado nueva jerga, estilos y normas.



 Luego, el PJ tampoco es el de antes. Y Cristina Fernández de Kirchner no sólo lo sabe sino que lo festeja: ella anhela independizarse de toda esa rémora que cree que se aprovechó de ella y de Néstor, pero que en los momentos decisivos faltaron a la cita. Entonces, la caída del 'Chueco' era cuestión de oportunidad.

Y ese momento llegó: Marcelo Zentil en el diario Los Andes, de la ciudad de Mendoza: "Cristina Kirchner despertó de un sopapo al peronismo mendocino, justo cuando empezaba a caer en esa suerte de borrachera vendimial que se vive durante los actos principales de la Fiesta provincial.

Fue la última señal de que, desde ahora en más, los puentes a la Casa Rosada serán de hielo: muy fríos y resbaladizos.

 La expulsión de Juan Carlos Mazzón del Olimpo kirchnerista se decidió hace una semana, pero se la comunicaron justo el día en que acá todo empezaba a pasar por la Vendimia. No parece casualidad. Más cuando sólo se autorizó a venir para la ocasión al ministro de Agricultura, directamente implicado en la búsqueda de una solución a la mayor crisis vitivinícola en siete años.

 La Presidenta se cobró así que el peronismo mendocino haya decidido sepultar al kirchnerismo antes de que deje el poder. La decisión de no escuchar sus pedidos de incluir a su leal Guillermo Carmona en la fórmula y, por el contrario, aislarlo y obligarlo a enfrentarse con la estructura del PJ tradicional fue too much, como diría ella.

 Pero lo que ocurrió el viernes no parece ser más que el epílogo de un proceso por demás complicado para el oficialismo. El cierre de listas de hace una semana mostró a los peronistas resolviendo su interna como si fueran radicales. Y a los radicales, como si fueran peronistas.

 En este reino del revés, el oficialismo no se privó de divisiones, operaciones y traiciones. Hasta sumó un capítulo inédito, con la novela de amores despechados que protagonizaron el gobernador, Francisco Pérez, y su hasta hace diez días “mejor amigo” Matías Roby.

 La salida abrupta del viernes encontró al histórico operador y armador electoral de los últimos cuatro presidentes peronistas ya algo fuera de estado, incluso para decidir como antes decidía en Mendoza. Sin mayor influencia en la Casa Rosada desde hace rato, su pérdida de poder empezó a notarse con claridad cuando siete intendentes del PJ decidieron adelantar las elecciones municipales, a contramano de la idea del ex operador.

 Pero Mazzón tampoco fue el que era al momento de definir la fórmula para la gobernación. Debió viajar más de la cuenta desde Buenos Aires y esperar casi hasta el vencimiento de los plazos legales para poder cerrar un acuerdo, que tan bueno parece que no fue porque lo terminó eyectando de la Casa Rosada y dejó al PJ atomizado electoralmente.

 El kirchnerismo duro fue el que avisó en Buenos Aires del desaire sufrido y apuntó a Mazzón, quien desestimó una fórmula en la que sus “pollos” azules Jorge Tanús o Patricia Fadel secundaban a Carmona.

 El operador defendió a quien consideraba el “candidato natural” del PJ, el también azul Adolfo Bermejo, y no le dio a los leales K la posibilidad de armar un tándem que incluyera al peronismo ortodoxo, como pretendían para ensanchar la base electoral.

 Bermejo algo influyó en eso también. Él fue siempre uno de los peronistas mendocinos más distantes del poder K y no quería mezclarse en la fórmula con un defensor acérrimo del “proyecto nacional y popular” con el que no comulga y que, cree, espanta votos.

 “La operación no puede remplazar a la política. Es necesario otro tipo de liderazgos, que apunte a la confluencia y no a la transacción”, decía uno de los kirchneristas mendocinos tras confirmarse la expulsión de Mazzón.

 La misma fuente cuestionaba que Pérez hubiera enviado al Senado los pliegos para ocupar tres vacantes claves en la Corte, el Tribunal de Cuentas y la Fiscalía de Estado con nombres que muestran un “reparto” que deja conformes a los tres sectores fuertes del PJ tradicional.

 El festejo por la caída en desgracia de Mazzón se extendió a los “rebeldes” aglutinados detrás de Matías Roby, que hasta se adjudicaban alguna improbable influencia en la decisión a través de Aníbal Fernández, jefe de gabinete nacional y amigo del ex ministro de Salud. (...)

El peronismo, tras la expulsión de Mazzón, tomó nota de que difícilmente pueda definir las candidaturas a legisladores nacionales acá y deberá someterse a los designios de la Presidenta. Por eso, el acuerdo del PJ tradicional, con Mazzón y el vicegobernador Ciurca a la cabeza, para que Pérez encabece la lista de diputados nacionales y el intendente lasherino Rubén Miranda la de senadores nacionales, puede ser un contrato escrito en el agua.

 Esas anticipadas nominaciones nacionales fueron las que hicieron correrse de escena a los hermanos Félix, que se guardaron para sí la “llave” del cuarto distrito electoral con la que sueñan los tres precandidatos del peronismo.

Omar Félix también quiere ser candidato a senador, como Miranda, y ante el nuevo escenario, su decisión huele a pequeña victoria.

 Habrá que esperar hasta el 20 de junio, cuando vence el plazo para inscribir esas candidaturas. Justo un día antes de la elección provincial y cuando las encuestas ya habrán confirmado la suerte del oficialismo al día siguiente. (...)".

No hay comentarios:

Publicar un comentario