martes, 20 de octubre de 2015

EL PODER DE CRISTINA Y LA VERDADERA PUJA ENTRE SCIOLI Y LA CÁMPORA

AGENCIA / POLÍTICA

 

Los voceros de Daniel Scioli habían descartado cualquier conflicto con La Cámpora: "No hay presión sobre Scioli. Daniel va a definir su gabinete con autonomía, sin imposiciones y como lo hizo en la provincia de Buenos Aires. Nosotros tenemos excelente relación con toda La Cámpora y todos nos apoyan", dicen. 


 Así fue como el candidato decidió ir revelando de a poco los nombres de su eventual gabinete presidencial, sin incluir a ningún camporista, y generando a la vez permanentes golpes de efecto que refuerzan la sensación de que su victoria es inminente.

 Hace poco el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, dijo que "hay gente que no admite que en dos meses deberán volver a su casa". ¿Se refería a La Cámpora?

 Pues, nunca fue el Gabinete el lugar reservado por Cristina Fernández para la agrupación de jóvenes ultra K. Pero también es cierto que la convivencia tampoco será pacífica porque hay otros ámbitos donde tanto unos como otros, lucharán por tomar el control.

 Uno de los casos es Mariano Recalde, que se ofrece para permanecer al frente de Aerolíneas Argentinas, pese a la gestión deficitaria de la aerolínea de bandera.

 Otro es Eduardo "Wado" De Pedro, secretario general de la Presidencia, quien busca ser presidente de la Cámara de Diputados si Scioli triunfa el 25. Es amigo de Máximo Kirchner, mano derecha de Cristina.

 Si el FPV ganara las elecciones, el presidente del Senado sería el eventual vicepresidente Carlos Zannini. De Pedro y Zannini ocuparían toda la línea de sucesión presidencial.

 El Frente para la Victoria diseñó un Poder Legislativo nacional con predominio de kirchneristas de paladar negro. Máximo Kirchner y Axel Kicillof también tendrían allí su lugar. Andrés Larroque y Juan Cabandié, también tienen aseguradas sus bancas legislativas.

 Fue el propio Cabandié, de la línea más dura, quien afirmó que en el seno de la agrupación nunca se plantearon la posibilidad de que uno de sus integrantes forme parte del posible gabinete de Scioli. 

Según detalló antes de las PASO, el diario 'Ambito Financiero', las listas de candidatos a legisladores nacionales, homologadas por Cristina, le permitirán a la Presidente ejercer desde el Congreso el rol de "jefa del movimiento peronista", al menos hasta los comicios legislativos de 2017, cuando Scioli debería definir su margen de autonomía luego de dos años de presidencia.

 Sería, en efecto, el Congreso donde funcionaría el termómetro del grado de apoyo que el kirchnerismo de paladar negro, a través de Zannini y La Cámpora, otorgará a una eventual gestión Scioli.

Más allá de Scioli, sería ese tándem quien maneje un abanico de resortes institucionales en ambas cámaras del Honorable Congreso de la Nación: la comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados, que actualmente preside la camporista Anabel Fernández Sagasti; el Senado, en caso de estar presidido por Zannini, heredará el debate por las vacantes en la Corte Suprema de Justicia de la Nación, también se definirá allí la designación de jueces federales y embajadores, y hasta los permisos para salida y entrada del país del presidente de la Nación pasan por la Cámara alta; la aprobación del Presupuesto, y los decretos de necesidad y urgencia (estas medidas de presunta índole excepcional a cargo del titular del PEN también requieren de una aprobación del Poder Legislativo Nacional a través de una comisión bicameral que estará a cargo del kirchnerismo).

 Pero La Cámpora aspira también a mantener directores en empresas privadas delegados por la Anses. Otros de los principales organismos del Estado donde buscarían preservar sus casilleros son la propia Anses, AFIP, AFI (ex SIDE), Fabricaciones Militares, YPF, Renar, Banco Central, Comisión Nacional de Valores, Aftic, Afsca, IGJ, Enarsa, Arsat, Télam, TV Pública y Radio Nacional.

 Sin embargo, en el sciolismo dicen que resistirán...

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