CONFIDENCIAL
Mientras su pareja, Vicky Xipolitakis, desmiente rumores de ruptura, una crisis mucho más profunda ocuparía por estas horas la cabeza de José Ottavis.
Se trata del presidente del bloque de diputados bonaerenses del Frente para la Victoria y una de las figuras centrales de la agrupación La Cámpora.
El problema de Ottavis es que le está constando mucho mantener unido a otrora bloque oficialista, que se mueve entre los legisladores que responden a los intendentes y los que mantiene inamovible su lealtad a la expresidente Cristina Fernández.
Estos últimos son básicamente militantes de la organización que conduce Máximo Kirchner, que mantienen una posición dura para no perder identidad y terreno.
Ottavis expuso sus falencias de conducción cuando el bloque se partió en la votación por el endeudamiento solicitado por la gobernadora María Eugenia Vidal.
El kirchnerismo duro votó en contra, mientras que los diputados referenciados en los jefe comunales -urgidos de financiamiento- dieron su aval.
Y ahora, como si no fueran pocas las diferencias entre los sectores, Ottavis hace gala de mala praxis y suma un factor más de rispidez.
De acuerdo a lo que publica este martes el portal LaTecla.info el jefe de la bancada del FpV "bajó la orden" a los legisladores de que cedan parte de sus gastos asignados para financiar a los sectores camporistas que se quedaron sin resguardo tras la derrota en las últimas elecciones y la posterior salida del kirchnerismo del poder.
Ottavis reclamó que los legisladores cedan el 50% de su módulos (montos destinados a contratar personal) a los diputados camporistas para “bancar” a los miembros de esa organización que quedaron afuera de la estructura política.
Cada diputado, hasta que se reparten las comisiones, recibe 3 mil módulos, cada uno cotizado en $70.
“Ottavis quiere ayudar a los del riñón que están sin cargo. Fue una orden, no hubo debate y es un tema que viene desde hace rato pero se conoció ahora”, dijeron fuentes de la legislatura al portal de noticias.
Según ese mismo medio, la orden de Ottavis terminó de implosionar y dividir al FpV de la Cámara baja.
La tensión cada vez se hace más intensa entre los sectores "territoriales", que manejan distritos y deben gestionar, y los "emocionales" que esperan abrazados hasta que vuelva la expresidente.
En esa crisis Ottavis se mueve con cintura de elefante, lo que hace cada vez más difícil conciliar posiciones y evitar una ruptura dentro del bloque exoficialista.
De acuerdo a lo que publicó en días recientes el portal LetraP.com.ar, la bancada del FpV reunirá en febrero para debatir su conducción y desterrar los fantasmas de ruptura que a esta hora parecen irreversibles.
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