miércoles, 27 de abril de 2016

¿CÓMO FESTEJA EL PRO EL PERONISTA/SOCIALISTA DÍA DEL TRABAJO?

OPINIÓN / MACRI & EL LABURANTE 

Día del Trabajo, 01/05/1919 (Revista Caras y Caretas del 10/05/1919)



por RAÚL ACOSTA 

ROSARIO (La Capital). La cercanía del 1º de mayo pone a la Argentina en una situación nueva, no tiene antecedentes. Un gobierno de centro derecha, elegido libremente por el pueblo argentino, deberá festejar el Día del Trabajo. 


La centro izquierda, por su parte, se debate entre aceptar que los referentes K fueron ladrones contumaces y obviarlo o, la otra postura, devolver denuncia por denuncia, en un plano inclinado que no lleva a nada bueno como concepto.

Una sociedad que discute quien robó mas no tiene otro premio que aplaudir al mas ladrón y consagrarlo jefe de todos los jefes. Uff.

Es la centro izquierda, hoy difusa, la que puede plantear una salida diferente. Es la centro derecha la que, si hace las cosas bien, obligará a la creación de una centro izquierda equilibrada que se ofrezca como alternativa.

De otro modo volveremos a la princesita y su corte. Los conflictos laborales, en esta primera etapa del gobierno de centro derecha, elegido libremente por el pueblo argentino, obligan a esta repetición: …”elegido libremente…” porque tienen componentes de política partidaria que se suman a los sectoriales y específicos. Aclaremos y aclaremos.

Son muchos los que no entienden el hábito democrático del voto. Y son muchos, también, los que trabajan para el fracaso de esta democracia parlamentaria, tan incipiente como voraz.

Los conflictos tienen, en estos días, tres raíces.

Una raíz político partidaria, tan necesaria como necesaria su explicitación. Los paros y marchas obedecen a decisiones de dirigentes que no están de acuerdo con el gobierno de centro derecha.

Otra raíz es sectorial. La administración de la cosa pública encontró, en diciembre de 2015, la herencia de un gobierno cohesionado detrás de una princesa y el “Si Cristina no te enojés” y desató los nudos sin saber qué contenía cada paquete. Chapucería de gerentes privados sin conocimiento de eso, de “la cosa pública”. Estaba todo mal dentro de cada sector, pero quien desata es quien tiene el paquete. PRO Cambiemos es el culpable. Suyo es el paquete.

La tercera razón es la real, la que sostiene a las otras dos.Inflación blanqueada. La plata no alcanza. El subsidio eterno es una limosna organizada. El final es anunciado. La centro derecha tiene una visión del mundo del trabajo y las relaciones que la centro izquierda no comparte. Sucedió, sucede y sucederá.

El conflicto es inherente a la sociedad. No debería asustar. La injusticia si. La conclusión deseada, para sobrevivir como país, es que ambos sectores acepten la convivencia. Hoy no sucede. Los periodistas K, mas los de la izquierda tradicional, suman al reclamo su vehemencia sectorial. “Delenda est Mauricio”, como si la desaparición de Cartago quitase del Mediterráneo (la realidad) a los fenicios.

Los gremialistas K, sumados a los de la izquierda tradicional y las nuevas formas de la queja a la sociedad occidental organizada, asumen el rol épico que el siglo 21 les otorgó y el trozo de poder que el peronismo, en Argentina, les ayudó a consagrar.

El “Procomún Colaborativo” (la nueva propuesta internacional socialista) aun no tiene lectores en Argentina, mucho menos impulsores. Jeremías Rifkin y la teoría del “Commons” es chino para Moyano, Caló, Barrionuevo, Macri o CFK.

Peor, un insulto a sus riquezas, prebendas y beneficios. Convengamos. Una declaración de bienes con referencias de 1990 a la fecha deja fuera de circulación a buena parte de la dirigencia política, gremial, eclesiástica, deportiva y de cualquier otra índole.

Con una mirada mas amplia, mas histórica si es que eso es posible en la simultaneidad que nos cobija, resulta grato que aquello que forjara Perón para galvanizar a un sector y, de ése modo, sumar poder, fuerza de choque, votos para derrotar a la derecha entronizada en Argentina desde 1930, sea el argumento que comparten algunos grupos que aún reniegan del peronismo.

Dos conceptos del peronismo, relatados por Perón, deben refundarse. No se trata de una autoría, no se reclama originalidad, Perón era un lector voraz. Se insiste en que su re lectura es obligatoria.

“Cada hombre debe producir al menos lo que consume”. “Conozco una sola clase de hombres, los que trabajan”.

Para muchos dirigentes estos conceptos son insultantes. No es sencillo entender a trabajadores que aceptan por 20, por 30 años al mismo dirigente. Sin elecciones democráticas y sin renovación. No es sencillo.

Mas difícil que esos dirigentes reclamen al poder político una renovación y transparencia que deviene de una costumbre perdida: la honestidad económica.

El 1º de mayo de 1974 Perón, después de 18 años de exilio (lo rajaron el 16 de setiembre de 1955 y volvió en 1973) habló por última vez al pueblo argentino.

Murió el 1º de julio del mismo año. Reivindicó para los trabajadores y ”la resistencia” la medalla de honores peronistas y calificó a voz en cuello, en la Plaza de Mayo, a los grupos violentos, como Montoneros. “Que se callen esos estúpidos imberbes”….(reivindicaban el asesinato del General Pedro Eugenio Aramburu)

El tiempo acomoda cuestiones de un modo que no podemos imaginar. Este 1º de Mayo Mauricio Macri es el Presidente. No su padre, el inmigrante calabrés con un sigiloso mandato y pocos escrúpulos.

Y no está CFK, para hablar 3 horas de peronismo sin citar a Perón o Evita.

Lo dicho: un país nuevo. Una transición. Con algunos remolones que aún no despertaron a este asunto: un hombre un voto. En el país como en el gremio.

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