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| El intendente Juan Pablo Anghileri y el ministro Julio De Vido en una misa en honor al Arzobispo Emérito, Rubén Di Monte (izq.) |
El Obispado argentino conocía el vínculo estrecho entre kirchneristas relevantes y algunas autoridades eclesiásticas tales como Rubén Héctor Di Monte. La cuestión es que en un país donde el Estado mantiene un concordato con el Vaticano que incorpora a una relación institucional permanente con la Iglesia Católica local, todos miraban hacia otro lado hasta que el muy"motivado"
José López comenzó a dar pasos en falso porque le había informado de su posible procesamiento inminente. La detención de López blanqueó una parte del vínculo de los obispos y los K.
Nacido en Luján, el 12/04/1932, Rubén Hectór Di Monte, ordenado sacerdote el 05/12/1954, y llegó a obispo el 16/08/1980, promovido a la Arquidiócesis de Mercedes - Luján el 07/03/2000, a la que renunció por edad el 27/12/2007.
Entonces él se fue a vivir al monasterio de las Monjas Orantes y Penitentes de Nuestra Señora de Fátima, toda 1 manzana, en la localidad bonaerense de General Rodríguez. En ese elegante predio fue detenido José López.
Di Monte fue un ferviente seguidor de la llamada Nuestra Señora del Rosario de Fátima. Ese fue el punto de encuentro, según la historia oficial, con Julio De Vido, quien también se dice devoto de esa virgen.
En una de sus últimas apariciones públicas, en 2015, Di Monte, arzobispo emérito de Mercedes-Luján, visitó la diócesis de Nueve de Julio montado en el Fatimóvil, para bendecir y colocar la nueva corona a la imagen de Nuestra Señora de Fátima que se venera en la catedral Santo Domingo de Guzmán.
La anterior corona había sido sustraída 4 años antes, sin lograr recuperarla. Él falleció el 18/04/2016. Su lema episcopal fue “Con María, su Madre”. Pero no fue el único vínculo controversial de Di Monte.
La también fallecida periodista Susana Viau, relató cierta vez, en 2005: "(...) Rechazado por muchos mendocinos y prófugo de la Justicia durante 197 días, (Raúl) Moneta buscó refugio en otro de sus pagos chicos: Luján. No es un paraje extraño a Moneta. En Luján tiene su estancia "Villa María" y los asados con cuero que el banquero solía preparar fueron degustados en numerosas oportunidades por el gabinete menemista en pleno, empresarios e ilustres visitantes internacionales.
Fue dentro de esas 4.800 hectáreas —con coto de caza incluido— que Moneta consolidó su amistad con el entonces obispo de Mercedes-Luján, monseñor Emilio Ogñenovich. Y aunque Ogñenovich fue reemplazado al frente del obispado de Luján por monseñor Rubén Di Monte en marzo del año pasado, Moneta siguió cultivando la amistad de ambos. A ellos les propuso, hace ya algunos meses, realizar un gran festival con entrada gratuita, en el que se recibieran donaciones para Cáritas y el hospital local. Cuando la idea cuajó, de inmediato mandó a alistar su escuadra de Arte Ecuestre Argentino, integrada por los caballos danzarines más hábiles del país. "Argentina en Luján", comenzó el 15 de febrero con una oferta variada. (...)".
DI MONTE FUE TAMBIÉN UN HOMBRE DE NEGOCIOS.
La propia Viau indagó la sociedad entre Di Monte, el intendente Miguel Prince y empresarios privados para el desarrollo urbanístico “Villa de Luján”, según la “carta de intención” presentada por Roberto Dromi, con el aval de Juan Tobías, rector de la Universidad del Salvador.
El predio iba desde las vías del ferrocarril Mitre hasta el puente sobre el Río Luján y el cruce sobre nivel de la Autopista Acceso Oeste, y a ambas márgenes del Río Luján por las calles Francia, San José, Julio A. Roca y San Roque, 45 hectáreas que incluían la “Quinta Cigordia”, reserva ecológica de propiedad municipal, y afectaba una propiedad ocupada por la Orden de los Vicentinos.
El 18/11/1991, el entonces arzobispo de Mercedes-Luján, Emilio Ogneñovich, resuelto a terminar de algún modo con el afincamiento de los vicentinos, firmó con ellos un contrato por 10 años. Vencido el lapso, su sucesor, Rubén Di Monte, dispuso no renovarlo. Viau: "(...)
El lanzamiento de los vicentinos ordenado por Di Monte tuvo la aprobación del cardenal Bergoglio y el respaldo de Roma, donde Di Monte había mantenido reuniones para tratar la cuestión, quizá con la ayuda de Esteban Casselli y sus fluidos contactos con el cardenal Angelo Sodano. En la misa que ofició para celebrar la ida de los vicentinos, Di Monte hizo alusión directa al apoyo de Bergoglio.
Podía entenderse como un agradecimiento, pero también como un aviso acerca de las responsabilidades compartidas: “Su respuesta –dijo dirigiéndose a Bergoglio– ha sido esencial para darme fuerza y continuar con lo proyectado”.
Nadie comprendió entonces de manera cabal a qué proyecto estaba haciendo referencia Di Monte. Nadie, excepto (tal vez) un puñado de feligreses que ocupaban los primeros bancos: el ex ministro de Salud menemista Angel Mazza, el ex secretario del riojano, Miguel Angel Vicco, y el ex juez federal Adolfo Bagnasco. (...)".
Sin embargo, Jorge Bergoglio y Rubén Di Monte tuvieron enormes diferencias. El periodista Román Lejtman, en el diario El Cronista Comercial, indicó que, mediante un informe elaborado por Horacio Verbitsky y distribuido por el cardenal Leonardo Sandri entre algunos cardenales que participaron del cónclave, el kirchnerismo buscó impedir que Bergoglio fuese elegido Papa de los católicos apostólicos romanos.
Sandri era el contacto vaticano de Di Monte y otros obispos a su vez vinculados al senador italiano y ex secretario de Cultos y ex embajador argentino en el Vaticano, Esteban Caselli. "No sé si la palabra bosta sea poco para describir esa nota. Nada de eso ni ha pasado por mi mano ni nada. Eso es de bajo nivel. Es absurdo. Por lo que a mí respecta es completamente falso”, dijo Sandri desde Ciudad del Vaticano.
En su respaldo salió, por la radio FM Rock and Pop (por entonces aún propiedad de Raúl Moneta), Di Monte: "No si quiera me preguntaron, ¿qué clase de periodismo es ese?".
El ocaso de Di Monte en el clero no impidió que continuaran sus vínculos políticos, y también su rol de hombre de negocios. De eso trata la actualidad informativa de López y De Vido.
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