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| SCIOLI / URRIBARRI |
PARANÁ (U24 Entre Ríos). Las redes sociales entrerrianas explotaron cuando se confirmó que el actual gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, sería el próximo Ministro de Interior y Transporte en un eventual gobierno de Daniel Scioli.
Los funcionarios se peleaban en Twetter y Facebook para meter los mensajes más obsecuentes; pero los mensajes en tono de burla ganaron ampliamente, poniendo en evidencia cual ha sido el resultado de la gestión Urribarri en materia de transporte.
Si Daniel Scioli hubiera realizado un casting para elegir Ministros del Interior y Transporte, el curriculum vitae del Gobernador entrerriano no hubiese sido de gran ayuda a favor de su elección, señalan irónicamente desde la web Entre Ríos Ahora.
Urribarri evidentemente no asoma como potencial ministro justamente por su gestión en transporte: los trenes entrerrianos ya ni se mencionan por el fracaso de la promocionada reactivación y la única línea de bandera de la provincia no vuela hace casi dos años.
En síntesis, en ese sentido, la elección parece una humorada de trasnoche. La gestión de Urribarri en materia de transporte es quizás lo peor de su gobierno, y probablemente uno de los lugares más aprovechados en materia de corrupción.
Basta recordar lo que fue la Unidad Ejecutora Ferroviaria de Entre Ríos (UEFER), creada en el año 2008, con el fin de “reactivar” los trenes en la provincia. Al frente de ese organismo fue puesto el “inefable señor Carlitos” (Carlos Molina, esposo de la intendenta de Paraná, Blanca Osuna), cuya primera acción para demostrar que lo de la “reactivación” ferroviaria venía en serio, se apareció en Paraná con 6.000 durmientes de quebracho colorado, que según el funcionario tenían un valor de 2 millones de pesos.
Luego se supo que eran durmientes que se habían sacado de otro lugar donde fueron reemplazados por los de hormigón. Es decir eran usados.
Así empezó la famosa “reactivación” ferroviaria de Urribarri, para la que se dispuso una inversión de 30 millones de pesos para “las obras iniciales”.
Es importante destacar que en aquella época el secretario de transporte de la Nación era nada menos que Ricardo Jaime, así que conociendo el resultado de su gestión al frente de esa cartera es fácil imaginar lo sucedido en Entre Ríos.
Se hicieron anuncios de todo tipo, que iban a llegar nuevas formaciones (Que el gobierno supuestamente compró en una fábrica de la provincia de Córdoba), que se iban a abrir más ramales y muchos más, pero nada de todo eso ocurrió.
La UEFER terminó siendo un nuevo fiasco y el 18 de septiembre de 2013 se llegó a un acuerdo entre el gobierno de Entre Ríos y el Gobierno Nacional por el cual los servicios quedaron transferidos a la órbita de la SOFSE, reasumiendo de esta manera el estado nacional el manejo de los ferrocarriles provinciales.
La UEFER jamás operó un servicio uniendo las ciudades de Paraná, Concepción del Uruguay, Concordia y Basavilbaso con Federico Lacroze (Buenos Aires), punto muy reclamado por los usuarios. Tampoco efectuaba combinación alguna con el tren El Gran Capitán operado por Trenes Especiales Argentinos S.A. que hasta 2011 unía Federico Lacroze (Buenos Aires) con Garupá (Misiones).
Pero además de los ramales que a duras penas, y con mil inconvenientes y riesgos, se pusieron en marcha hoy prácticamente no funciona ninguno. Desde Paraná, se inauguraron entonces tres circuitos: Paraná-Colonia Avellaneda (3 Kms.), Paraná-Oro Verde (5 Kms.) y Paraná-Concepción del Uruguay (260 Kms.).
Hace dos meses que el servicio de Paraná-Oro Verde no se cumple por falta de unidades, mientras que el tramo de Paraná-Colonia Avellaneda solo se realiza de lunes a jueves, porque el mismo coche es utilizado los viernes para activar el tramo semanal hasta Concepción del Uruguay, que tampoco se cumple en su totalidad, ya que hace unos meses las lluvias derrumbaron una parte del terraplén de las vías y por ello el servicio solo llega hasta Basavilbaso.
¡¡¡EL AVIÓN, EL AVIÓN, EL AVIÓN!!!
Como si se tratara del pequeño Tattoo de la famosa serie “La Isla de la Fantasía”, Urribarri anunció varias veces la llegada de aviones; en este caso para “reactivar” a Líneas Aéreas de Entre Ríos (LAER), pero al contrario de lo que ocurría en la famosa isla, nunca llegaron.
Así nuestra provincia se transformó en la única que cuenta con una línea aérea propia, con empleados y hasta gerentes que cobran sus sueldos mediante subsidios del gobierno, pero sin aviones. Es decir, una verdadera “fantasía”.
Además, tal como señala el manual K, Urribarri no se priva de volar. Claro que para eso el Gobierno de Entre Ríos, ha contratado los servicios de Pacific Ocean, una firma del grupo London Supply, investigada en el marco de la causa abierta tras la estatización de Ciccone Calcográfica SA,
Esa empresa para ofrecer “servicio de traslado aéreo para el titular del Poder Ejecutivo o funcionarios que designe”, le cobra a la provincia US$ 321.555.
Es decir que para Daniel Scioli las “fantasías” de Sergio Urribarri en materia de transporte, fueron más que suficientes para confiarle, en caso de ser gobierno, el Ministerio de Interior y Transporte.
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