LATINOAMÉRICA / VENEZUELA
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) - El presidente venezolano, Nicolás Maduro, podrá perder las elecciones parlamentarias del próximo domingo si se suman los votos a nivel nacional y a la vez conservar su actual mayoría parlamentaria, advirtió este domingo el encuestador Oscar Schémel de la tradicional encuestadora Hinterlaces.
"El chavismo puede obtener menos de la mitad de los votos y aun así ganar la mayoría parlamentaria, o la oposición puede lograr una mayoría nacional en votos sin lograr una mayoría en el Parlamento", alertó Schémel en el programa dominical que el exvicepresidente chavista José Vicente Rangel mantiene en el canal privado Televen.
Explicó que en algunos circuitos donde, por ejemplo, voten dos millones de personas para elegir a veinte diputados, esa misma cantidad de electores elegirá a menos o a más legisladores en otras zonas.
Es decir, "hay que ser cuidadosos con esto porque crea falsas expectativas y puede provocar eventualmente una frustración y una neurosis colectiva en algunos sectores", sostuvo Schémel, quien dirige una de las encuestadoras afectas al oficialismo.
El experto, que algunos sectores opositores a Maduro le achacan simpatía gubernamental, admitió que "la brecha en votos nacionales en este momento favorece a la oposición, aunque la brecha se ha venido cerrando" en las últimas semanas.
Alrededor de 19 millones de electores han sido convocados para renovar el próximo 6 de diciembre los 167 escaños de la Asamblea Nacional (AN, unicameral), de los cuales alrededor de un centenar conforman actualmente un bloque afín a la gestión de Maduro.
"La brecha es muy corta entre el chavismo y la oposición" y "estas elecciones no se decidirán por los votos nacionales (...); se decidirán circuito por circuito y en realidad son 87 elecciones distintas", una por cada circuito electoral, añadió Schémel.
"Por eso, presentar resultados de una proyección nacional es incierto, es errado, equivocado, es una manipulación", insistió tras advertir que, sin embargo, la oposición a Maduro se verá favorecida por "el voto castigo, por el voto del descontento" nacional.
Pese a ello, "el chavismo sigue con posibilidad de mantener la mayoría parlamentaria", insistió.
El entrevistador Rangel, vicepresidente y ministro de varias carteras en el Ejecutivo del fallecido Hugo Chávez(1999-2013), antecesor y mentor de Maduro, dijo sin mas precisiones que ha procesado "resultados de encuestas"por partidos que mantienen al oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) como el de mayor simpatía, con alrededor de un 39 % de las preferencias.
Le siguen, prosiguió Rangel, los opositores partidos Primero Justicia (PJ), Acción Democrática (AD) y Un Nuevo Tiempo (UNT) con simpatías electorales del 16,2 %, 5,3 % y 3,3 %, respectivamente.
Con estos porcentajes, en el seno de la oposición, aseguró Rangel, "hablan de mayoría relativa de dos o tres diputados más" que el oficialismo.
Schemel señaló a su vez que el 60 % de la población del país "apoya" al presidente Maduro y prefiere que sea él quien resuelva los problemas nacionales, "contra alrededor de 30 % que prefiere que venga un Gobierno de oposición".
"GOLPE DE ESTADO TÉCNICO"
El oficialismo venezolano llega debilitado a las elecciones del próximo domingo y con chances de perder la mayoría que detenta hace tres lustros en la Asamblea Legislativa, de acuerdo a encuestas que reflejan el hastío de sus propios seguidores, en un país sumergido en una crisis económica de proporciones y cercado por la inseguridad.
En este contexto, el secretario ejecutivo de la alianza de partidos opositores de Venezuela, Jesús Torrealba, no descartó un ‘golpe de Estado técnico’ en el caso de que el gobierno del presidente Nicolás Maduro no reconozca o falseé el resultado electoral.
El jefe de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), alianza que aglutina a la mayoría de partidos opositores, realizó la advertencia en una entrevista con el canal privado Televen, luego de que se conocieran los resultados de encuestas que vaticinan un resultado adverso para Maduro en una elección convocada para renovar los 167 escaños de la Asamblea Nacional (AN, unicameral).
Un sondeo de la firma Datanálisis reveló que el 60% de los que se identifican con el partido de gobierno están descontentos con la situación del país, lo que puede achicar la diferencia con los candidatos de la oposición en distritos chavistas que por las reglas del sistema electoral eligen más representantes al Parlamento.
Sea por un voto castigo o porque decidan no sufragar.
Otra encuesta, la de Venebarómetro, divulgada ayer, mostró que la oposición concentra el 42,7% de las preferencias, contra el 27,6% del oficialismo.
Los seguidores de Maduro sostienen que detentan un 40% de ‘voto duro‘ y apelan con insistencia en la campaña electoral a la imagen del fallecido ex mandatario Hugo Chávez, que se multiplica en las repeticiones televisivas de algunos de sus más célebres discursos y en carteles callejeros.
Advierten además por la pérdida de los beneficios sociales en caso de una victoria de la oposición y culpan de todos los males a las corporaciones y sus alineamientos internacionales.
Pero la inflación descontrolada - Maduro reconoció un 85% y economistas del segmento privado pronostican hasta un 200% anual, la escasez de alimentos y remedios; las filas que los venezolanos de menos recursos deben enfrentar para abastecerse de productos básicos -que se entregan racionados- componen un cuadro económico desolador.
Muchas personas pasaron a dedicarse al "bachaqueo", que consiste en revender en el mercado paralelo lo que consiguen en los supermercados con precios regulados o a través de canales abastecidos por la corrupción.
El aumento de la criminalidad es otro factor de descontento que cambió los hábitos de vida de los sectores medios venezolanos.
La tensión aumentó en los últimos días tras el asesinato de un opositor en un acto de campaña, que la justicia investiga.
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, exhortó a Caracas a desarmar de inmediato a los grupos civiles que dependen del gobierno o del partido gobernante, luego de que líderes de la oposición denunciaran agresiones en varios mítines.
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