Cristian RITONDO |
El Sindicato de la Policía de Buenos Aires (SIPOBA) ampliará la denuncia que involucra a jefes de la Bonaerense en la investigación del hallazgo de 36 sobres con más de 153 mil pesos en la sede policial de la Departamental La Plata, la que avanza lentamente en la Justicia y abre varios interrogantes preocupantes.
Por la causa del hallazgo de los 36 sobres en la sede de la Jefatura Departamental, el fiscal platense Marcelo Martini imputó y pidió la detención del ex titular de la Jefatura Departamental La Plata, Darío Camerini; el ex segundo jefe, Rodolfo Carballo; su secretario, Walter Skramowskyj; el jefe de operaciones, Ariel Huck, y la oficial administrativa María de los Ángeles Ramírez.
Todo parece indicar que ese dinero secuestrado el 1º de abril pasado proviene de las coimas a narcotraficantes, de la prostitución, de las actividades relacionadas con el juego clandestino, desarmaderos ilegales, boliches sin autorización y hasta de servicios de seguridad “truchos” en supermercados chinos y en centros comerciales, y desde el Ministerio de Seguridad solo desafectaron a cinco uniformados cuando claramente hay muchos más involucrados: entre ellos los 36 “recaudadores” de las seccionales de La Plata, Berisso, Ensenada, Brandsen, Magdalena y San Vicente, y aún más grave, el superintendente de la región, Fernando Grasso, un hombre de fuertes vínculos con el ministro de Seguridad, Cristian Ritondo, y quien es imposible que desconociera los ilícitos.
El denunciante anónimo que dio el primer paso vital para que arranque la pesquisa es un policía con cerca de 30 años de servicio que fue titular de varias comisarías de La Plata, el que conoce cómo funciona el sistema desde adentro.
El policía –cuya identidad se mantiene en secreto, para evitar que sufra represalias- asegura que “el circuito de ‘plata sucia’ se afianzó durante los dos últimos años bajo la conducción de la Departamental de Darío Camerini”.
De acuerdo al denunciante, sus dichos ante la Dirección de Asuntos Internos fueron tomados con cierta tibieza. “Brindé detalles de cómo algunos jefes de distritos y comisarios eran parte de las maniobras y sobre la imposibilidad de que el jefe inmediato de Camerini, Fernando Grasso, quien es el titular de la superintendencia región sur, no estuviera al tanto de la recaudación ilegal”.
“La oficina de Grasso está a dos metros de la del jefe departamental”, detalló el denunciante. El promotor de la investigación se mostró indignado por la decisión del ministro de Seguridad, Cristian Ritondo, de confirmar en el cargo a Grasso.
GROSA DENUNCIA CONTRA GRASSO
Respecto a Grasso se suma otra grave acusación. Desde el Sindicato de la Policía de Buenos Aires (SIPOBA) van a presentar en las próximas horas una ampliación a la denuncia en la que acusan a las autoridades del Ministerio de Seguridad y de la Dirección de Asuntos Internos por incumplimiento en el deber de funcionario público y por encubrimiento.
Desde el gremio entienden que tanto el Ministro de Seguridad como el Auditor General de Asuntos Internos, decidieron irregularmente hacer finalizar la responsabilidad del hecho del hallazgo de los sobres con dinero en la figura del Camerini, desligando del hecho al Comisario General Grasso, a pesar que el mismo tiene como función principal controlar la actuación del Jefe Departamental.
“Adviértase que la permanencia en funciones del citado Comisario General Fernano Grasso favorece la impunidad, el desvío y la eliminación de huellas y elementos de compromiso, con la finalidad de mantener el status quo delictivo”, indican desde el sindicato.
Además, SIPOBA tendría información de que Grasso fue asaltado unos diez días atrás en la autopista La Plata – Buenos Aires, hecho que quedó filmado y en el que delincuentes se alzaron con cerca de medio millón de pesos, justamente producto de la recaudación irregular.
Desde el sindicato policial dicen que Grasso iba en un auto y su hermano en otro cuando fueron encerrados por la banda de ladrones, y que la mitad del dinero no fue robado por los malvivientes.
Según el autor de la llamada anónima a la Dirección de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad, el exjefe de la Departamental, Darío Camerini, había sido echado de la fuerza por corrupción en el 2006, lo que quedó comprobado en el boletín oficial nº 93 de ese año, donde de detalla que ese jefe policial había sido exonerado de la fuerza el 22 de junio de 2006 por malversación culposa de caudales públicos, exacciones ilegales, encuadrado en el artículo 59, inciso 7 del Decreto Ley nº 9550/80.
El historial de Camerini marca que en 2008 fue retomado y luego hizo carrera en La Plata. Fue titular de las comisaría Primera y Novena, donde, según el denunciante, “hizo muy bien los deberes como recaudador”.
Ascendió a Jefe de Distrito y estando en la jerarquía de comisario, durante su primer año en ese rango, lo premiaron. “Le dieron la jefatura de la Departamental y lo ascendieron como comisario mayor”, detalló el denunciante.
Llama la atención que de los cinco desplazados por la causa de los sobres, tres habían tenido problemas con la Justicia. Rodolfo Carballo había sido desafectado luego de que una nota publicada por Hoy en marzo de 2014. Es que en esa seccional violaron a un preso.
La víctima, de 22 años, era hijo de un policía y lo ubicaron en una celda con cuatro reclusos con frondosos antecedentes penales, quienes habría abusado sexualmente del hijo del policia.
Carballo no pudo explicar lo que había ocurrido y fue desafectado. En tanto, Ariel Huck, fue desplazado como jefe de calle de la comisaría Sexta luego de una denuncia en la que se lo acusaba de “pactar” con delincuentes del barrio El Mercadito luego de robar un auto tras un corte de calle en la avenida 520.
Lejos de considerar los antecedentes, estos policías fueron colocados en cargos claves.
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