viernes, 10 de junio de 2016

LA DESIGUALDAD DE JERARQUÍA ENTRE ARGENTINA Y PANAMÁ

FÚTBOL / COPA AMÉRICA CENTENARIO 



Pasaron 14 días, dos viajes a través del Atlántico, una declaración en el banquillo de los acusados y un progresivo trabajo de recuperación. En un estadio legendario, enclavado en el Distrito de los Parques, Lionel Messi volverá a correr con la pelota. 


Y ese será, en principio, el atractivo central de lo que ocurra cuando esta noche jueguen la Argentina y Panamá, los dos ganadores de la primera fecha del Grupo D de la Copa América Centenario.

A Messi lo espera el público, que pagó hasta 700 dólares por un ticket, y lo celebra la prensa local. "El Jordan del fútbol" y "Como Mike", titularon ayer en sus tapas el Chicago Tribune y el Chicago Sun Times, en obvia comparación con uno de los basquetbolistas más célebres de la historia de la NBA, multicampeón con los Chicago Bulls.

El golpe en la espalda que el capitán sufrió hace dos semanas en el partido amistoso con Honduras, en San Juan, es más un mal recuerdo que una amenaza.

 "Cuando tienen el alta médica, los jugadores están para jugar. Los riesgos se terminan cuando están curados", explicó ayer Gerardo Martino, que no tardó nada en confirmar la noticia de la vuelta del 10, aunque al cierre de esta edición, en la práctica, no lo incluyó entre los titulares.

Messi tiene un solo entrenamiento fuerte a la par de sus compañeros, el que realizó el martes en el predio deportivo de la Universidad de Illinois. Esa práctica, que conformó a todos, empezando por el propio futbolista, fue el ingreso a la última etapa de un trabajo enfocado en recuperar la normalidad de los movimientos de la zona intercostal.

 A los movimientos de Messi (ya sea desde el arranque o cuando lo disponga Martino) estará atento Armando Cooper, que jugó en Godoy Cruz. El volante será parte de un esquema de espera diseñado por Bolillo Gómez, un viejo zorro del fútbol sudamericano ahora DT de la selección panameña.

Las diferencias entre el potencial de los dos equipos se advierte en un dato que publica el sitio www.tranfermarkt.es, especialista en valores del mercado futbolístico: en el Soldier Field se cruzarán los extremos de la Copa América; la Argentina está cotizada en 528 millones de euros y Panamá, en apenas 8.

El ingreso de Messi por Nicolás Gaitán sería el único cambio nominal de Martino. El otro será posicional: Éver Banega se correrá a la izquierda de Mascherano para armar un clásico 4-3-3, el esquema que prefiere el Tata.

Aunque ayer reconoció que la variante utilizada ante Chile, sin presionar tan arriba, les agrada a los jugadores: "Nuestros mejores momentos de presión los hemos vivido en los partidos en los que retrocedimos un poco. Eso es normal. Más allá de una idea primaria, está bueno tener opciones de juego para no poner en riesgo la posibilidad de ganar el partido", comentó.

Nada parecido ocurrirá contra un rival de menores ambiciones a las que tiene Chile. Panamá será menos pretencioso y más guerrero: contra Bolivia, en el 2-1 del debut, sumó cinco amonestaciones.

El juego fuerte y la especulación no son oponentes desconocidos para este equipo, que necesitará paciencia para fabricar espacios donde sobrarán piernas. En esa tarea también se anotará Messi, la cara que le dio vida a la Copa América en esta ciudad gobernada por las nubes.

Fuente: Diario La Nación

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