lunes, 12 de octubre de 2015

LA HERMANA PELLONI HIZO ATRAGANTAR A MASSA POR LOS NARCOS

SOCIEDAD / DECLARACIONES 
Hna. Marta PELLONI / Imagen captura TV


El candidato fue al programa de Mirtha Legrand y allí debió escuchar las preguntas incómodas de la religiosa. 


 DyN - La hermana Martha Pelloni cruzó al candidato presidencial Sergio Massa (UNA), en la mesa dominguera de Mirtha Legrand, en cuanto a sus propuestas sobre el narcotráfico.

La monja Pelloni afirmó que las propuestas del candidato de Unidos por una Nueva Argentina respecto a sumar a las Fuerzas Armadas a la lucha contra el narcotráfico no es una solución.

“No las tenemos preparadas para esas tareas (a las FA)”, afirmó. Y agregó: “Usted tiene el tema de los narcos en los countries y Macri en las villas, ¿qué van a hacer?”, le preguntó la monja al postulante.

El candidato de UNA planteó que el problema es quién dejó entrar a personas vinculadas al narcotráfico, provenientes de otros países latinoamericanos, y planteó: “Por qué no los expulsamos a los que están vinculados a delitos”. “Me preocupa la sociedad”, expresó la monja, que encabezó a principios de los ‘90 las “Marchas del Silencio” en la provincia de Catamarca, para pedir por el esclarecimiento de la muerte de la joven María Soledad Morales.

El debate fue tomando temperatura respecto al problema de la droga y la inseguridad, que derivó en las propuestas del candidato. Pero Pelloni lo volvió a cruzar, en torno al futuro: “Tenemos que reconocer que han dividido para reinar y que esa división es de poder político y económico también. Una sociedad que está tan ciega y que no sabemos a quien votar porque vemos la corrupción institucional en todo el país. Tengo miedo que votemos mal”.

 “Me han ofrecido, pero yo soy religiosa y hago docencia de la política”, reconoció la monja, respecto a propuestas para ser candidata y ocupar cargos políticos.

Pelloni lo cruzó también al gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, otro de los invitados a la mesa, por la trata de personas y los prostíbulos, en los que existe complicidad de las autoridades. De la Sota sostuvo que han sido eliminados de su provincia las llamadas “whiskerías” y que las localidades donde detectan la reinstalación de este tipo de lugares terminan con la expulsión del comisario local.

Al tiempo que defendió a Massa, su ex rival del frente UNA: “Él quiere ser un presidente que encabece estas luchas”, sentenció el mandatario provincial, que de ganar su aliado la presidencia se convertirá en jefe de gabinete.

EL PREMIO DEL SEGUNDO

Cuando siempre los segundos han sido condenados al olvido, en los últimos días parece haberse revalorado su papel. Al menos eso muestra la pelea entre Massa y el candidato presidencial de Cambiemos, Mauricio Macri.

 Ambos aseguran que ocuparán ese lugar tras la votación del domingo 25, detrás del oficialista Daniel Scioli, y cada uno dice que será el elegido para enfrentar en el balotaje al Frente para la Victoria.

Desde la mesa de Mirtha Legrand, donde debió escuchar múltiples reproches por su participación en gobiernos kirchneristas y por el auge del narcotráfico en Tigre, el postulante de UNA insistió con su aspiración de estar en la segunda vuelta electoral (instancia que, de existir, se definirá el 22 de noviembre) y remarcó que “si uno de cada 25 votantes se anima a acompañarnos le ganamos al kirchnerismo”.

La cuenta no se entendió muy bien y no se sabe si se refirió al total del electorado (lo que representaría apenas 4% de los votos) o a algún cálculo particular sobre lo que le falta para ser segundo y entrar en el balotaje.

En tanto Macri, jefe de gobierno porteño y candidato por Cambiemos, advirtió en una carta abierta a sectores políticos que impulsan “un cambio” que si se presentan “con un voto dividido esperando tomar decisiones posteriores en un balotaje, nos arriesgamos a que el oficialismo gane y se perpetúe en el poder”.

“Si realmente queremos cambiar, cambiemos el 25 de octubre”, propuso y señaló que “mucha gente cree, equivocadamente, que para ganar la elección un candidato debe superar el 50 por ciento de los votos”.

Y, remarcó: "No es así. Si un candidato tuviera 10 puntos de diferencia más 1 voto”, ganaría con 40% de los votos”. Macri también cuestionó al Gobierno nacional al sostener que “el oficialismo está desarrollando una campaña de propaganda política que no tiene antecedentes ni en su magnitud ni en sus tácticas inescrupulosas”, entre las que incluyó las “44 cadenas nacionales realizadas este año”.

Tras resaltar que en las primarias Cambiemos se ubicó como “el único frente competitivo que puede ganarle el oficialismo”, señaló que “si el 25 de octubre esa mayoría, de más de 60% de los argentinos, que votó por una opción distinta al oficialismo vuelve a dividir su voto pensando que después se unirán, eso podría no suceder”.

“Si dividimos nuestro voto podríamos continuar como estamos”, alertó y pidió tomar “ahora mismo la decisión de empezar una nueva época”.

Massa, por su parte, se autocalificó como el más candidato más crítico del kirchnerismo. “Recuperamos el respeto al votante y terminamos con la lógica de que la campaña es sólo marketing”, explicó el diputado.

Por tercer día consecutivo, en medio de los cruces entre Macri y Massa, el postulante kirchnerista Scioli se mantuvo lejos de la escena: visitó a la policía comunal de Mar del Plata.

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