CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24).- Mientras transcurrían los vandálicos episodios se produjeron durante el partido de vuelta que animaban Boca Juniors y River Plate por los octavos de final de la Copa Libertadores de América 2015 y cuando aún no se sabía si el partido sería o no suspendido, desde las tribunas de Boca un grupo de hinchas manejó un drone con el “fantasma de la B” que sobrevoló a los jugadores y volvió a evidenciar la falta de controles en los ingresos a las tribunas.
Hay versiones que afirman que la máquina había sido activada desde afuera del estadio, sin embargo las imágenes que trascendieron en las redes sociales demostraron que el aparato fue operado desde la tribuna de socios sur, que se encuentra detrás de uno de los arcos del estadio xeneize.
El piloto de TC pista Gonzalo Perlo se vio envuelto en el escándalo ocurrido en la Bombonera, luego de que subió a su cuenta de Instagram una foto junto a un hincha, que con su rostro oculto, manipulaba el que sería el control del dron que invadió el campo de juego mientras se resolvía si el segundo tiempo del partido se iba a jugar.
A través de un mensaje de Twitter, el deportista se desligó del aficionado y declaró que fue producto del azar que haya estado al lado suyo.
“Gente, lo del drone me pareció parte del folclore del futbol, pagué una entrada y dio la casualidad que lo volaron al lado mío”, expresó el piloto, quien esta mañana en diálogo con radio La Red, dijo que “no conocía a las personas que manejaban el dron”.
"Yo estaba en la tribuna inferior frente a La 12 y me saqué la selfie porque en el momento no tomé dimensión de lo que estaba ocurriendo en la cancha. Entre nosotros se vivía en tono festivo. Pero fue lamentable”, reconoció Perlo.
“Tomé la foto porque creía que la cargada era parte de lo lindo del fútbol”, se lamentó.
El suceso se produjo cuando la Bombonera estaba envuelta en el escándalo por una agresión que arruinó el partido más esperado del fútbol argentino.
En ese contexto, mientras los jugadores de River intentaban recuperarse de la agresión con gas pimienta o algún ácido en la manga de salida al estadio, la irrupción del drone fantasma pareció de pésimo sentido común.
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