AGENCIA / POLÍTICA
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) Una jubilada, que fue secuestrada mientras viajaba en su auto junto a su marido y dos amigas, se convirtió en el 7mo caso de secuestro de los registrados en dos meses y medio en el partido de Lanús.
"La jubilada iba junto a su marido y dos amigas cuando de repente se les cruzó otro coche en el camino y les cerró el paso, en Lanús Oeste.
"¿Y ese auto?", preguntó inocentemente una de las mujeres. No hubo tiempo para una respuesta, porque enseguida apareció un segundo vehículo detrás. Se bajaron cuatro hombres, todos armados, que los encañonaron y les ordenaron bajar.
Unos segundos más tarde, dos de ellos robaron el coche de la pareja, pero además se llevaron cautiva a la esposa. Dos horas después, antes de cobrar un rescate, la víctima fue liberada ilesa, cerca de la Universidad de Lomas de Zamora", relata el diario 'Clarín' esta mañana.
Sucedió alrededor de las 21.15 del martes y la víctima fue identificada como Marta Sacco, de 62 años.
"Pensé que estaban cargándome. Mi mujer está bien, pero aún estamos muy asustados. Todo fue muy rápido y la Policía sigue buscando mi coche. También se llevaron las llaves de mi casa, mi celular y todos los documentos", contó el marido de Marta, Alejandro.
A su mujer también le sacaron el teléfono, la plata, la alianza y las cadenitas.
Los interceptaron con un Volkswagen Bora y otro coche se posicionó detrás, para evitar que intentaran escapar marcha atrás.
Dos de los ladrones se metieron en el Citroën que ellos conducían y se llevaron a Sacco. Poco más tarde, la pasaron al Vento y lo que parecía haber empezado como un robo viró en un secuestro.
"No mires, bajá la cabeza", le repetían los captores, que le pusieron una gorra con visera en la cabeza mientras le apoyaban un arma.
"Me tocaban la nuca. El auto estuvo las dos horas en movimiento. Sólo se detuvo para que subiera un cómplice y cuando me liberaron", dijo Marta, madre de tres hijos.
Su esposo, que trabaja reparando muebles escolares, añadió: "Estaban todos armados con pistolas y actuaron a cara descubierta, pero creemos que fue al voleo".
"Exigían una suma imposible de pagar", contó Marta y su marido asintió: "Nosotros somos empleados. Primero querían como 150.000 pesos, pero cuando les dijimos que no teníamos ese dinero y les aclaramos a que nos dedicábamos, se dieron cuenta y bajaron un poco las pretensiones, hasta que me dijeron que juntara lo que tenía. Les contesté que no podía llegar siquiera a los $5.000", recordó.
Alejandro fue quien avisó a la Policía apenas pudo. Rastrillaron la zona. Pero la banda tenía handies en frecuencia policial: podía escuchar y monitorear todos los movimientos de los agentes.
"El aguantadero está lleno, vamos a largarla", se dijeron entre sí los secuestradores.
La Policía cree que Sacco finalmente fue dejada en libertad porque la banda supo del operativo de búsqueda, desistió de cobrar el rescate y dos horas después de que todo hubiera comenzado, dejaron a la mujer cerca de la Universidad de Lomas.
"Bajate, no mires y caminá por esta calle" (Bustos), le ordenaron los delincuentes. Entonces, la mujer tocó timbre en cinco casas. Recién en la última logró que le abrieran. Poco más tarde, la víctima se reunió con su marido y uno de sus hijos en una estación de servicio.
La causa quedó caratulada como robo y privación ilegítima de la libertad.
"El objetivo era el robo del coche, no un secuestro. A la mujer se la llevaron y la liberaron sin pedir rescate", dijo un vocero del caso. Pero las propias víctimas afirmaron que se trató de un secuestro exprés.
"Ellos sonaban muy profesionales", dijo Alejandro.
Carlos López, especialista en seguridad, habló a propósito del caso del empresario Rebagliatti, secuestro más organizado que estos casos exprés en la vía pública: "La planificación de este tipo de acciones requiere conocer algunas técnicas precisas que son empleadas en acciones de tipo terrorista, tradicionalmente los terroristas utilizan el secuestro como método de recaudar dinero".
Según el experto, "las crisis sociales de variada índole, actos de corrupción policial y la conocida poca eficacia de los estados para hacer frente a estos flagelos también facilitan el accionar y la proliferación de estas acciones criminales".
Y alerta: "el futuro en la Argentina es poco alentador si se sigue en el camino de improvisar respuestas y de no asumir verdaderamente el problema. No obstante esta evidencia, existen posibilidades para mejorar la situación si bien las soluciones solo son viables en un marco de mediano a largo plazo hay respuestas inmediatas que permiten mejores condiciones de protección.
(...) No sirve absolutamente de nada seguir improvisando y de modo voluntarista poner gente en la calle sin preparación, seguir convocando a falsos especialistas o engañosos profetas.
Secuestros y otro tipo de actos criminales encuentran un terreno propicio para crecer. Hoy Argentina es un "mercado", indefectiblemente la situación exige un incremento de la capacidad de respuesta con herramientas modernas y personas mucho más calificadas desde todo punto de vista".
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