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| VARISCO - FRIGERIO |
PARANÁ. No son las mejores las relaciones de los integrantes de Cambiemos en el gobierno municipal de la ciudad de Paraná.
A las rispideces que se generan en el Concejo Deliberante, donde la viceintendenta hace prevalecer su mano dura hasta con los concejales de su propio bloque, pasando por el malestar que provocaron los nombramientos realizados por el intendente Sergio Varisco -solamente hay 1 persona del PRO en su gabinete-, el clima que se vive es complicado.
Esas “complicaciones” y desaires de Varisco para con sus socios del PRO, quienes esperaban tener más lugares en el gobierno de la capital provincial, más algunas cuestiones que tienen que ver con investigaciones judiciales sobre ilícitos cometidos en Paraná, habrían llegado a importantes despachos del gobierno nacional y se habría tomado la decisión de tener el menor vínculo posible con el torpe Varisco.
Uno de esos casos fue lo sucedido con las elecciones del sindicato de empleados municipales. Varisco había ido a la capital federal a solicitar al Ministerio de Trabajo que prorrogara la intervención existente, suspendiendo las elecciones que ya tenían fecha de realización.
El intendente había argumentado que lo pedía para tener más tiempo de organizar el municipio y que ese comicio podría generarle algunos inconvenientes.
Sin embargo, al día siguiente de esa petición de Varisco, varios medios, entre ellos Urgente24, publicaron que quienes competirían por la conducción del sindicato había una relación con el narcotráfico.
Al conocerse esa novedad en Ciudad de Buenos Aires se activaron las alarmas y todos se preguntaron por qué el intendente no dijo la verdad. El tema trajo mucha preocupación y habría surgido esa firme decisión de mantener una ligadura muy leve con la municipalidad de Paraná.
Varisco viajó una vez más a la sede del gobierno federal, 1 semana después, y aunque no trascendió públicamente, se supo que sólo consiguió ser recibido por segundas líneas del gobierno. De regreso, el intendente comenzó a articular una reunión con los demás intendentes de Cambiemos, con la idea de integrar un bloque encabezado por él para arremeter de nuevo.
Los intendentes de Cambiemos, muchos de ellos, no solo con fuertes déficits fiscales ocasionados por las anteriores administraciones, sino también con necesidad de encarar obras imprescindibles en los lugares que gobiernan, aceptaron la convocatoria del intendente de Paraná, sin sospechar la verdadera intención de Varisco, quien consiguió presidir ese foro de Cambiemos para presionar para lograr lo que sabe que por sí solo no lograría.
La situación pone en evidencia la falta de coordinación entre los “socios” de Cambiemos (el PRO y la UCR), aunque en este caso habría que señalar que los radicales estén aprovechando su larga experiencia política para manejar ciertas cuestiones: más allá del caso puntual de lo sucedido con Varisco, quizás el radicalismo desea enviar un mensaje porque mantiene malestar con Frigerio porque éste le negó designaciones en los entes nacionales con representación en Entre Ríos.
La mayoría de esos cargos quedaron en manos de dirigentes del PRO. Dicen que Frigerio los maltrató (quizás sólo los ninguneó pero el impacto es parecido) cuando se lo pidieron en Casa Rosada. Por ese motivo este nuevo foro de intendentes tuvo el acompañamiento de legisladores provinciales y nacionales del radicalismo.
Alguien podrá argumentar que en ese conglomerado hay también algún intendente del PRO. Es cierto, y ese detalle corrobora la picardía radical: 1 alcalde del PRO valida el reclamo de los demás.
Hay que tener en cuenta que Varisco ya anunció que en 2019 quiere ir por la gobernación de Entre Ríos y para ello cuenta, por ahora, con el aval de gran parte del radicalismo.
En ese contexto es importante para él liderar el flamante foro destinado a presionar a Frigerio, ministro del Interior, quien también tiene su ambición entrerriana.
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