FÚTBOL / COPA LIBERTADORES
El único gol del encuentro, desarrollado en el estadio Gigante de Arroyito y arbitrado por el brasileño Sandro Ricci, fue anotado por el volante Walter Montoya, a los cinco minutos de la etapa inicial.
A la importancia de la victoria, el “Canalla” le sumó la de terminar con el arco en cero. Un gol de visitante, así, lo pondría en una posición muy favorable de cara a las semis.
En pocos minutos Central tuvo angustia y alegría. A los 2, perdió a uno de sus máximos referentes, Javier Pinola, que quedó lesionado tras un cruce con Enríquez. Y a los 5 se puso en ventaja, buena manera de recuperarse del golpe.
Central alcanzó esa diferencia inicial gracias al método que le dio mejores resultados en la etapa: la presión en la salida visitante. Montoya tomó una pelota recuperada en posición de 8, corrió unos metros y sacó un remate hermoso, cruzado, al segundo palo, que superó el esfuerzo de Armani y fue el 1 a 0.
Pero ni siquiera el triunfo parcial le permitió al equipo de Eduardo Coudet hacerse dueño real del partido. Obligó a Nacional, en principio, a acudir a la pelota dividida para evitar esa presión en el inicio de la jugada, pero los colombianos, de a poco, se fueron plantando en mitad de cancha y llegaron más de lo que sufrieron, en el marco de un partido de Copa de pierna fuerte, pero dinámico y vibrante.
Durante el último cuarto de hora del primer tiempo, Nacional de Medellín le dio lustre a su condición de candidato y cumplió el objetivo de dominar a Central. Y si no llegó el empate -para el que tuvo varias situaciones-, fue por la actuación de Sosa, por las fallas en la definición o por las apariciones salvadoras de un 'último hombre'. Como Alvarez, que sacó casi en la línea lo que era gol de Copete.
El tono del encuentro se mantuvo en los pasajes iniciales del complemento, pero Nacional no generó demasiado riesgo y Central no solo empezó a defenderse mejor con la pelota en su poder, sino que tuvo buenas opciones de aumentar.
La mejor fue a los 16m, cuando Armani tuvo una intervención milagrosa y tapó tres veces en la misma jugada (a Montoya y a Ruben). Pero también se acercó con un remate de Cervi cruzado y otra llegada de Ruben que dio en un palo.
Para cuando Rueda movió el banco para darle mayor potencia y profundidad a su equipo, los de Eduardo Coudet ya habían recuperado la comodidad en el campo de juego. Quedó una jugada aislada de Bocanegra, bien resuelta por Sosa, entre las posibilidades de los colombianos para alcanzar la igualdad.
La revancha se jugará el jueves próximo, en Medellín, y el ganador de la llave se cruzará en semifinales con el vencedor del choque entre Atlético Mineiro y San Pablo (en la ida se impuso el conjunto paulista, como local, por 1 a 0).
No será fácil para Central porque Nacional mostró ser buen equipo. Pero por lo pronto viaja con el primer objetivo cumplido: una victoria y el cero en su arco en el bolsillo. (Télam)
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