MARGARITA BARRIENTOS REVELÓ QUE NO FUE RECIBIDA POR EL PAPA POR SU VINCULACIÓN CON MACRI

SOCIEDAD / MÁS POLÉMICA CON FRANCISCO 

Barrientos - Macri

Margarita Barrientos, la fundadora del comedor popular 'Los Piletones', reveló este jueves que fue a conocer al papa Francisco a poco de haber asumido en el Vaticano, pero que no fue recibida por "cuestiones políticas". 


Barrientos contó en una entrevista con el canal América que ella tenía los requisitos para ser recibida por el Sumo Pontífice en una audiencia, de la que también iba a participar Estela de Carlotto, presidente de Abuelas de Plaza de Mayo, pero que la custodia del lugar la obligó a retirarse y a sus acompañantes, el orfebre Carlos Pallarols y la periodista Karina Vilella.

"Fue todo político", manifestó Barrientos quien inicialmente no quería revelar el motivo de aquel episodio.

Al ser consultado sobre si su cercanía con Mauricio Macri, entonces jefe de Gobierno porteño, había sido el motivo real de aquel desplante, Barrientos respondió: "Exacto".

La fundadora de Los Piletones contó que "teníamos audiencia y lugar donde lo íbamos a ver; en un momento me dijeron que había prioridad para otra gente que había ido y.... bueno, me sacaron'.

Resulta, que a muy pocos metros de ellos tres, estaba Estela de Carlotto, la presidente de Abuelas de Plaza de Mayo, y Juan Cabandié, nieto recuperado y diputado.

"Nos sacaron sin darnos ninguna explicación, ha sido triste la experiencia', contó la responsable del comedor, y recordó que luego de ese episodio fueron a la residencia de Santa Marta, donde le dejaron a Francisco un libro, una imagen de San Juan Diego, un cáliz que le habían llevado y una carta que ella le había escrito.

"Jamás me respondió la carta", aclaró. La revelación se da en medio de una polémica por la invitación que el papa Francisco le hizo a la titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, quien fuera una fuerte detractora del entonces cardenal Jorge Bergolio y actual opositora al gobierno de Mauricio Macri.

Esto generó un mensaje del jefe de Gabinete, Marcos Peña, en el que interpretó que el gesto de Francisco "no implica acuerdo o validación de todo lo que ha hecho el otro".