lunes, 9 de mayo de 2016

CRISIS EN VENEZUELA: LA FALTA DE ENERGÍA Y LA VISITA VATICANA

AMÉRICA LATINA / GALLAGHER A CARACAS 



El nivel de agua "sigue muy crítico" en el embalse de El Guri, en la principal hidroeléctrica de Venezuela, debido a una sequía agudizada por el fenómeno climático El Niño, que ya obligó a decretar racionamientos de luz y agua, dijo el ministro de Energía Eléctrica, Luis Motta. 


"Hoy, cumpliendo instrucciones del comandante presidente Nicolás Maduro, hicimos un recorrido aéreo por el embalse y la situación sigue muy crítica", escribió en la red social Twitter. El ministro de Energía Eléctrica publicó una serie de fotos de ese embalse, situado en el sudeste del país, y las comparó con otras captadas hace un mes, y en todas se aprecia con facilidad el drástico descenso del nivel de agua.

 Motta no informaba del nivel exacto de El Guri desde que, a fines de abril, reportó que se encontraba en los 242,07 metros sobre el nivel del mar, apenas dos metros por encima de la cota mínima operativa requerida para el funcionamiento de las turbinas.

 Entre fines de abril e inicios de mayo llovió copiosamente en la zona y subió el nivel de la represa de la hidroeléctrica responsable del 70 por ciento del consumo nacional de luz, lo que llevó al ministro de Energía Eléctrica a subrayar, el jueves pasado, que los pronósticos eran "buenos a pesar de que hace tres días que no llueve".

 La última medida frente a la crisis, que rige desde el 1° del actual, fue el adelanto en 30 minutos de la hora nacional, con lo cual la diferencia respecto de la hora internacional GMT (siglas en inglés de Greenwich Mean Time) se ha reducido de cuatro horas y media a cuatro.

 Para intentar reducir el consumo eléctrico y de agua y encarar la crisis, el gobierno decretó previamente los racionamientos, de los que excluyó a Caracas, la reducción a dos días semanales de la jornada laboral en el sector público y que las escuelas sólo impartan clases de lunes a jueves.

 El gobierno de Maduro también impuso que los centros comerciales operen en horarios restringidos y generen con equipos propios parte de la electricidad que consumen, entre otras disposiciones. La generación hidroeléctrica aporta el 60 por ciento de la electricidad de Venezuela, cuyos casi 30 millones de habitantes registran un consumo promedio de 15.500 megavatios por hora. Un 40 por ciento de ese consumo eléctrico es residencial, principalmente con el masivo uso de aparatos de aire acondicionado, que son prácticamente obligatorios en abril y mayo debido al aumento de la temperatura ambiental durante esos meses.

Del 60 por ciento restante, un 24 por ciento corresponde al consumo comercial e industrial y un 21 por ciento al consumo eléctrico de las llamadas empresas básicas, productoras de aluminio, principalmente. El 15 por ciento restante corresponde a otras necesidades.

 Además de la crisis energética, el gobierno de Maduro se enfrenta al desabastecimiento progresivo de alimentos y productos básicos, como medicinas y artículos de higiene. La grave crisis económica amenaza la estabilidad política del país, cuando se han cumplido tres años del triunfo de Maduro en las urnas.

 CRISIS POLÍTICA

Acompañando a los problemas energéticos del país está la situación de polaridad extrema que ha llevado al Vaticano a tratar de mediar en las diferencias entre chavistas y antichavistas en Venezuela. En ese contexto, el secretario para las Relaciones con los Estados del Vaticano, el obispo Paul Richard Gallagher, viajará a Venezuela en misión pastoral pero intentará dialogar ante la crisis política venezolana.

 El secretario de Estado de la Santa Sede, Pietro Parolin, dijo desde Lituania, donde cumple un viaje oficial, que el viaje que sigue a la invitación al diálogo hecha por el papa Francisco al presidente venezolano Nicolás Maduro.

 Precisó que Gallagher estará en el país andino para una ordenación episcopal, y podría ser la ocasión para que se dé un algún tipo de diálogo. La fecha precisa está por confirmarse, pero no es común que el ministro vaticano de Exteriores vaya a ordenaciones episcopales, lo que en este caso parece una excusa.

Se demuestra la preocupación de la Santa Sede por la volátil realidad política venezolana, donde la oposición avanza en el proceso para convocar a un referéndum revocatorio para el presidente Maduro. Hace días Parolini dijo a un grupo de periodistas que existen “muchas solicitudes” para que el Vaticano facilite el encuentro entre el gobierno y la oposición, y “el Papa consideró como su deber ayudar en este sentido”.

 La semana anterior el portavoz papal Federico Lombardi confirmó el envío de una “carta personal” del líder católico a Maduro, un texto “con referencia a la situación del país”. El vocero no detalló el texto, pero aseguró que el Papa sigue “con mucha atención” y “participación” las circunstancias de Venezuela.

 En la Asamblea Nacional venezolana sus dos principales integrantes, el Gran Polo Patriótico (GPP) y la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), suscribieron una moción con la cual aceptaron el llamado del Papa.

 Mientras, este fin de semana el Consejo Nacional Electoral venezolano validó buena parte de las más de dos millones de firmas presentadas por la oposición para dar vía libre al referéndum revocatorio. Por su parte la Pontificia Comisión para América Latina del Vaticano publicó una nota en la cual destacó la importancia de la carta del Papa a Madura, en un contexto que calificó de “profunda crisis política, económica y social que vive la hermana nación”.

 El Vaticano ya se había mostrado dispuesto a jugar un rol activo en la crisis, más allá de los llamados a la reconciliación. El nuncio en Caracas, Aldo Giordano, se reunió hace unos días con el vicepresidente Aristóbulo Istúriz para hacerle saber que está “listo para colaborar con la paz” y “contribuir al bien del pueblo”.

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