miércoles, 24 de enero de 2018

EL DELTA, SIN SUBSIDIOS Y CON INCUMPLIMIENTOS DE PROVINCIA, AL BORDE DE DESAPARECER

POLÍTICA / TRANSPORTE FLUVIAL 



(U24) - Son 5 empresas y todas con balances en rojo, porque el transporte fluvial está excluido de los subsidios que otorga el gobierno nacional a ómnibus y colectivos urbanos. 


 Cristian Ramano, actual titular de la Interisleña – que fue fundada por su padre- aseguró al diario Actualidad de Tigre que el transporte fluvial está en una situación terminal.

 “La tarifa está regulada por el gobierno de la provincia de Buenos Aires. Hace casi 2 años que no se mueve y lo que iba a compensar la provincia, no lo compensó. Hasta hoy, no cumplió con su palabra”, expresó Ramaro.

 “O se subsidia el transporte y dejamos los mismos recorridos o se achican y se subvenciona al pasajero”.

 En 2016 los empleados de las lanchas de transporte público de pasajeros hicieron un paro por demandas salariales y los isleros cortaron el río.

“Cada uno con su reclamo, pusieron en evidencia un problema que afecta al sector isleño: el transporte fluvial quedó fuera del SISTAU por lo cual no recibe los subsidios que permiten (o permitían) tanto a pasajeros como a empresarios tener mejores prestaciones con precios más accesibles”, dice el periódico tigrense.

 La Asociación de Armadores de Lanchas, cuyo presidente es Cristian Ramaro, está compuesta por 5 empresas: Interisleña, Líneas Delta, León, Jilguero y Pfluger, un par están en convocatoria y las otras en crisis.

“Cuando es deficitario todo, la más grande se funde más rápido que la más chica, porque la más chica toma alguna medida y puede sostener la empresa un par de meses más”, dijo el dirigente.

 “En 2016 tuvimos 30% de aumento de paritarias y 24% en 2017; este año más de un 30% de aumento en el combustible y el año pasado similar”, informó Ramaro.

 “Entendemos que el isleño no puede pagar más – dijo Ramaro- pero alguien tiene que compensarnos de alguna forma, por ejemplo recortando los servicios. Seguir con los horarios de hace 50 años, no sirve. O se subsidia el transporte y dejamos los mismos recorridos o se achican y se subvenciona al pasajero. Nosotros estamos abiertos a cualquier situación, no es que queremos plata para llenarnos. La situación es crítica, es terminal en muchos casos”.

 La crisis se fue agudizando con el transcurso de los años ya que cada vez hay menos población en el Delta y los recorridos siguen siendo los mismos de hace medio siglo; las lanchas se rompen porque no se retiran los troncos; en algunas zonas es muy difícil llegar porque no se dragan los ríos y desde hace 2 años se dispararon los precios de los combustibles.

 “La provincia de Buenos Aires se había comprometido, a principios de 2017, a pagar lo que adeudaba y hasta el día de la fecha no pagaron nada” es la denuncia de los empresarios del transporte fluvial en el Delta.

Efectivamente el mundo isleño se ha modificado, entonces hay que prestar atención a las necesidades de sus actuales pobladores. Se está reclamando una lancha a las 23 hs.

– “Los horarios los tiene que autorizar transporte de la provincia de Buenos Aires. Vinieron a fiscalizar en invierno después de las 21 horas y la estación fluvial está vacía. El reclamo de la gente puede ser real, pero si no compensan económicamente el horario de las 8 de la mañana, a las 23 horas nadie pone la plata y una empresa no va a poner un servicio que es deficitario”.

Los usuarios comentan sobre deficiencias en el mantenimiento

– “Las lanchas están mantenidas, tienen certificación de navegación. Hay inspecciones ordinarias en seco o a flote, en los 2 últimos años hay controles más rigurosos con inspecciones de prefectura que se suben antes de salir del puerto. La seguridad se está cubriendo. Obviamente son lanchas de 60 años de antigüedad."

"Además el deterioro es general: no dragan los ríos, no levantan los troncos, no trabaja más hidráulica”. Ramaro informó que su empresa tiene talleres y astillero propio, pero la mano de obra especializada también se va terminando.

Las lanchas que tenés son históricas, ¿si comprás otras, qué harías con las viejas?

– “Yo vendería la empresa. Hoy no hay público. El futuro es muy negro”.

Ya más calmo, dijo: “Las lanchas son de mi propiedad, no fueron declaradas patrimonio histórico. Son antieconómicas, con una lancha moderna, sería menor el mantenimiento”.

¿Podés cerrar la empresa en 15 días?

– “Nosotros tenemos deuda con el suministro de combustible, si no me pagan la deuda y yo no pago el combustible, el tipo no me va a fiar indefinidamente. Si no tenemos gasoil, no salimos”.

¿El Municipio puede ayudar?

– “Obviamente, además de hacer conocer la situación, podría achicar alguna tasa municipal o algún alquiler. Pero hasta ahora no hicieron nada”, afirmó a Actualidad de Tigre.

Cristian Ramaro concluyó recordando que las lanchas cumplen una función social: pasan por los establecimientos de salud para dejar los suministros; niños y docentes se movilizan en ellas; los pobladores transportan el agua potable. “Si mueren las lanchas, se muere lo poco que queda del Delta”.

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