ECONOMÍA / PETRÓLEO
El acuerdo de la OPEP que congela el volumen de la producción de crudo es "un paso importante" para estabilizar los precios y beneficia a los mercados globales.
Tras registrar una caída de más del 25% en el año y perder incluso los US$30 por barril (la modalidad Brent llegó a cotizar a US$27,88), el crudo se ubica por encima de los US$34, reduciendo la brecha respecto a principios de enero a tan solo un 8%.
Poco ha cambiado, sin embargo, en términos reales en el mercado del petróleo.
Según la Agencia Internacional de la Energía, la oferta de crudo podría ser aún mayor de lo estimado: con un exceso aproximado de 1 millón de barriles al día en relación a la demanda, los stocks de los países productores se encuentran en niveles de máximos históricos.
El jueves 18/02, los inventarios de crudo de USA registraron máximos en 86 años y provocó una caída del 0,8% en el precio del Brent.
Las expectativas, y más en relación a un valor volátil, pueden ejercer su influencia: la reunión en Doha entre Arabia Saudí y Rusia, que logró un acuerdo para congelar los niveles de producción a cifras de enero, abrió una puerta a la esperanza para los inversores de crudo.
Venezuela, Catar e Irak, también se sumaron al 1er. pacto en 15 años que aboga por la cooperación de países miembros y ajenos al cártel de petróleo, apuntando a fijar un piso al precio.
Arabia Saudí era el abanderado de la estrategia de la OPEP de llevar al máximo los niveles de producción, desplomando el precio, destruyendo a la competencia Made in USA del fracking o shale.
A mediados de 2014, cuando el petróleo cotizaban en máximos de US$ 115, el cártel inició una batalla por recuperar su cuota de mercado a través de incrementar las exportaciones de crudo con el objetivo de expulsar a los productores menos eficientes, en concreto el fracking estadounidense, que amenazaba con extenderse a otras latitudes.
El país que más crudo agregó a la oferta mundial en 2015 fue USA, con un incremento de 951.000 barriles diarios en promedio, al que siguió Brasil con 193.000 barriles más.
Y por si algo nos faltara, el país cuya producción de crudo más cayó en 2015 fue México, con una reducción de 197 barriles diarios en promedio, según datos de la Administración de Información de Energía del gobierno de Estados Unidos.
Pero la situación se ha vuelto insostenible. Los propios miembros de la OPEP se encuentran en una posición muy comprometida en términos financieros, lo que ha llevado a los inversores a creer que esta tregua puede ser real, pese a que los expertos afirman que tendrá un efecto muy limitado sobre el mercado.
“El anuncio de la congelación de los niveles de producción se produce en países que, en el último mes, no la habían aumentado, por lo que no tiene consecuencias directas sobre el mercado”, señaló Eugen Weinberg, responsable de materias primas de Commerzbank AG, a Bloomberg.
Los ministros del Petróleo de Venezuela, Catar e Irak mantuvieron una reunión en Teherán con su homólogo iraní para ejercer presión diplomática para que se sumara al pacto.
La adhesión de Irán resulta imprescindible, toda vez que la congelación de sus niveles de producción implicaría frenar el que se espera que sea el mayor incremento a las exportaciones de petróleo este año.
Sorprendentemente, el ministro del Petróleo de Irán, Bijan Zangeneh, informó a la prensa local de que la colaboración entre países pertenecientes y ajenos al cártel era bien recibida, algo que contribuyó a propulsar la cotización del crudo.
Pero Zangeneh comunicó que su adhesión dependerá de los efectos que tenga el acuerdo sobre el mercado, lo que supuso dejar la puerta abierta a la colaboración y, en definitiva, una valoración muy diferente a la que había hecho apenas un día antes el emisario iraní en la OPEP, que calificó el acuerdo de “ilógico”.
Según varios de los analistas consultados, el cambio de discurso de Irán podría estar relacionado con una serie de privilegios especiales filtrados por Bloomberg y que, entre otras cosas, le permitirían recuperar parte de la cuota de mercado que perdió tras el levantamiento de las sanciones comerciales al país con motivo de su programa nuclear.
A raíz de estas subidas en el precio del petróleo, son muchas las firmas de inversión que ratifican sus pronósticos de que, hacia la 2da. mitad de año, el precio pueda volver a la zona de los US$ 60 por barril, aunque muchos analistas se muestran escépticos.
En un informe publicado este viernes 19/02, Bank of America Merrill Lynch considera que los precios del petróleo se han derrumbado consecuencia del cambio de política iniciado en 2014 por Arabia Saudí, que sintió la amenaza de la tecnología shale.
Para el banco, la crisis financiera global 2008/2009 ocurrió como resultado del crecimiento excesivo del crédito en el sector inmobiliario, combinado con un aumento en el precio del crudo a US$ 147 el barril.
Ahora, Bank of America Merril Lynch cree que "el daño" por la caída en los precios del petróleo está muy concentrado en un grupo pequeño de países y en las empresas del sector, "mientras que los beneficios están ampliamente distribuidos".
De esta manera, considera que, a pesar de que se han incrementado los riesgos de una recesión global por la caída en los precios del crudo que impacta a varios países y economías, al final el impacto se redistribuye a través de la economía global y debe ser "positivo para el crecimiento mundial".
Para la entidad el acuerdo de la OPEP que congela el volumen de la producción de crudo es "un paso importante" para estabilizar los precios y beneficia a los mercados globales.
Sin embargo, los analistas consultados por FocusEconomics dijeron creer que tras el acuerdo, el precio del crudo alcanzará los US$ 48,5 por barril a finales de 2016, en lugar de junio que es la hipótesis del Bank of America.
Pero para el 4to. trimestre de 2017 se cree que podría llegar a los US$ 58,7 por unidad, lo que supondría un incremento del precio del 84,4% desde los niveles de finales de enero.
Prevalece la volatilidad y la discrepancia sobre el futuro: hay expertos que creen que el precio del Brent podría alcanzar los US$ 66 a finales de 2016, mientras que otros tantos creen que el crudo se mantendrá enUS$ 30 el barril. En cualquier caso, ningún analista cree que el precio del barril volverá a alcanzar los precios de 2014, cuando el Brent y el West Texas llegaron a superar los US$ 100.
Cuidado: Larry Fink, CEO de Black Rock, uno de los hombres más influyentes del mundo financiero, dijo el 27/01 que estimaba que 400 empresas del sector petrolero podrían no sobrevivir si los precios de los hidrocarburos no son suficientemente elevados como para cubrir sus obligaciones financieras.
Fink no especificó a qué tipo de empresas se refería.
Es muy diferente que caiga en crisis una pequeña empresa de perforadores de Texas, que una gran empresa que desarrolla pozos en aguas profundas.
En el caso de México, el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, presentó en la Universidad Panamericana el 08/02 una gráfica en la que se aprecia que la cotización del dólar frente al peso se mueve claramente en sentido opuesto a los precios del petróleo.
Por esa razón, el futuro de los precios del crudo puede tener implicaciones que vayan mucho más allá de la industria petrolera.
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