(U24) - "Si tuviéramos que evaluar una empresa que ofrece un solo producto que además es adquirido por un solo comprador, no dudaríamos en decir que está lejos de ser sólida y estable desde el punto de vista económico.
El motivo es sencillo: si tuviera alguna falla en su proceso productivo (insumos, costos, regulaciones) o si su comprador (China) tuviera algún problema por el cual terminara comprando menos de este único producto, la empresa podría sufrir graves pérdidas o simplemente terminar en la quiebra. Argentina se encuentra en una situación peligrosamente similar. (...)
¿Quién es el que aporta dólares a la economía? El campo aporta el 60% de los dólares por exportaciones y el 40% son los productos relacionados a la soja. Esto quiere decir que 4 de cada 10 dólares que genera la Argentina para repagar su deuda en dólares, provienen de la soja. (...)
¿Hay chances de que Argentina tenga algún problema en la producción de soja?". Éstos párrafos pertenecen a un artículo de Miguel Ángel Boggiano, CEO de Carta Financiera, titulado "Soja y endeudamiento", que fue publicado el año pasado en el diario 'Ambito Financiero'.
En ese momento, evaluaba el lado "comprador" como el de mayor riesgo. Sin embargo, hoy el panorama luce más complicado puertas adentro: el contexto marca a 2018 como uno de los peores años de los que se tenga memoria para la producción agrícola argentina.
El diario 'La Voz' publicó algunos números hoy sobre el caso cordobés: "la Bolsa de Cereales provincial actualizó ayer su pronóstico de cosecha de soja 2017/18 y la ubica en 7,6 millones de toneladas, lo que significa un derrumbe interanual del 42 por ciento frente a las 13,2 millones de toneladas de la campaña pasada.
La entidad bursátil lleva registros de la producción granaria cordobesa desde el ciclo 2008/09 y el número proyectado para este año es el más bajo en esta serie histórica, incluso por debajo de las 7,8 millones de toneladas de la temporada 2011/12, también signada por una fuerte sequía.
Cabe recordar que, este año, los granos que se cultivan en verano sufrieron un doble golpe por parte del clima: el primer trimestre con menos lluvias en por lo menos 50 años, seguido por un otoño con precipitaciones por encima del promedio y altas temperaturas, que provocaron la podredumbre de plantas y el brotado de las semillas en amplias regiones.
Esto derivó en que el rinde promedio ponderado para toda la provincia se estime en apenas 2,06 toneladas por hectárea, cuando el año pasado fue de 3,3 toneladas y el promedio de la última década es de 2,8 toneladas".
Según el matutino mencionado, la caída de la producción de soja allí supera incluso a la que se estima a nivel nacional, de la cual publicó datos del ministerio de Agroindustria de la semana pasada que indican que se achicó a 36,6 millones de toneladas su cálculo para todo el país, lo que se traduce en un 33,5% menos que las 55 millones de toneladas de la campaña 2016/17.
Se cosecharían así 18,4 millones de toneladas menos y se transformaría en el peor número también desde el ciclo 2008/09, cuando fueron 31 millones de toneladas. El gran problema, como se dijo, es que la soja y sus derivados explican al menos 1 de cada 4 dólares que ingresan al país por exportaciones, por lo que una caída de la producción como la que está ocurriendo significa una pérdida importante para la economía, que afecta al Producto Bruto Interno (PBI) y también ejercerá presión sobre la cotización del dólar.
Según la Bolsa de Comercio de Rosario, el derrumbe de la cosecha de soja impactará en 6.300 millones de dólares menos de exportaciones y en 1.720 millones de dólares menos de ingresos para los productores.
Además, se pierde 0,9% del PIB. No es el único grano afectado: el maíz también sufrió la sequía y cayó el rinde. Siguiendo el caso cordobés, en esa provincia la producción maicera se situaría en 10,4 millones de toneladas, esto es, 34% por debajo de la 2016/17 y la más baja desde el ciclo 2012/13.
Con estas cifras, es totalmente entendible que la posibilidad que admitió el ministro Nicolás Dujovne de que se frene la rebaja mensual del 0,5% de las retenciones a la soja, genere un fuerte rechazo en el agro.
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