lunes, 18 de febrero de 2019

COMENZÓ EL JUICIO A LOS NARCOS DE PARANÁ: VÍNCULOS CON LA BARRA DE PATRONATO Y EL MUNICIPIO

JUSTICIA / DOCE IMPUTADOS 



(U24) - El Tribunal Oral Federal de Paraná, la capital entrerriana, está desarrollando un juicio en el que están involucrados unos doce imputados. Miembros de distintas bandas narcos trabajaban de forma asociada para traficar marihuana desde el norte del país hasta Paraná y Nogoyá, dos ciudades de Entre Ríos. 


Mientras la investigación avanza, salen a la luz nuevos datos que complican la causa. Particularmente, se revelaron las relaciones entre Hugo Ceola, el entonces referente de la barra brava de Patronato, y algunos dirigentes del club, también su estrecho vínculo con Gustavo Petaco Barrientos, aunque algunos dicen que hoy están peleados a muerte.

La investigación estuvo a cargo de la Dirección Toxicología de la Policía de Entre Ríos , e instruida por el juez federal de Paraná, Leandro Ríos, y tuvo el sello de varias causas importantes: comenzó desde el eslabón más bajo de la cadena y llegó hasta el presunto proveedor de la droga en Corrientes.

LA INVESTIGACIÓN 

En un primer momento, declararon como testigos los policías que llevaron adelante la pesquisa y los que participaron del procedimiento el 7 y 8 de marzo de 2017, cuando fue desbaratada la organización.

La oficial a cargo de la División Toxicología de Nogoyá, Vanesa Olivera, declaró durante más de tres horas, ya que fue quien dirigió la investigación desde el inicio. Olivera reveló que, en su ciudad, comenzaron a seguir los movimientos de Diego Orcellet y de Solange Romero, que eran los que vendían droga en un domicilio.

Luego apareció vinculado a ellos el peluquero Gastón Godoy, quien intervenía en el comercio. A través de las escuchas telefónicas fue que descubrieron cómo conseguía la droga Orcellet: Se contactaba con un hombre de Paraná, Hugo Ceola. A su vez, supieron así que Ceola tenía como mano derecha a Carlos Alberto Bernini, por entonces director de Arquitectura de la Municipalidad de Paraná, y al empleado de la misma área, Sergio Alberto Pross.

En su declaración, Olivera recordó que cuando Orcellet llamaba a Ceola para pedirle droga, casi en forma inmediata este se contactaba con Bernini, quien a su vez en seguida llamaba a Pross, que sería el que guardaba la marihuana.

El hijo de Ceola, Alejandro, también habría colaborado en el negocio. Los investigadores también notaron que Ceola registraba importantes movimientos económicos. En las escuchas telefónicas Ceola tenía un contacto telefónico muy frecuente, con quien se llamaban como "tío" y "sobrino, con Gustavo Barrientes, líder de la Barra Fuerte, preso por un doble homicidio.

Las conversaciones con Barrientes nada tenían que ver con el negocio narco, sino con temas relacionados a Patronato, la barra brava, los dirigentes del club, etc. Varias de estas cuestiones ya habían sido advertidas en una investigación de la División Homicidios en 2014, en una causa por Asociación ilícita que pasó de la Justicia provincial a la Federal, y pareció quedar en la nada.

En su declaración, la investigadora también reveló que la droga que recibía Ceola no iba toda a Nogoyá, sino solo una parte (generalmente unos 10 kilos de marihuana), y el resto se distribuía en Paraná.

El siguiente descubrimiento llegó cuando la investigadora quiso averiguar cómo conseguía la droga Ceola. Así descubrieron que este hombre se contactaba con un viejo conocido del narcotráfico paranaense, Horacio Cachete Viggiano, quien junto a su hermano Héctor adquirían los cargamentos en el norte del país.

Al seguir a estos hombres, descubrieron que ambos viajaban hacia el norte de Entre Ríos, donde tenían a un camionero que hacía de transportista de la droga: Juan De la Cruz Moreno, de Feliciano, hermano de la intendenta de esa localidad.

El contacto principal de los hermanos paranaenses era en Corrientes, con Sergio Molina, oriundo de Itatí (ciudad fronteriza con Paraguay, invadida por el narcotráfico en casi todos los niveles). Molina coordinaba la entrega a Moreno, que la llevaba conde Viggiano le indicara.

LA DETENCIÓN

El camión que conducía Moreno, con 250 kg de marihuana, y los hermanos Viggiano fueron interceptados el 7 y el 8 de marzo. Por las escuchas, los investigadores sabían el momento de la transacción y del arribo del cargamento.

El director de Toxicología, Lucio Villalba, fue el primero en declarar en el juicio sobre aquel procedimiento que tuvo a su cargo, y luego los policías que participaron de las distintas medidas.

Vieron el camión de Moreno que se dirigió desde Feliciano hasta Sauce y regresó nuevamente a la provincia, por la ruta 28. Allí se encontró con el Renault de los Viggiano y después con la camioneta gris de Molina. Entonces persiguieron al camión, que avanzaba a 130 km por hora en una zona urbana y hasta embistió a los patrulleros que se les habían atravesado en la ruta. Cuando lo alcanzaron, descubrieron 260 paquetes de droga.

Los Viggiano, por su parte, fueron detenidos en la estación de servicios YPF del acceso a Feliciano. Tenían en su poder bastante dinero, en pesos y en dólares, y varios celulares. Mientras, se desplegaron allanamientos y detenciones en Paraná y en Nogoyá, a los otros implicados en la investigación.

DECLARACIÓN CLAVE

En el primer día del juicio hubo una sola declaración, la de un "imputado colaborador" (o arrepentido). El camionero Juan De la Cruz Moreno confesó ante el Tribunal y las partes (sin la presencia de los demás acusados), y detalló su rol en la organización, además de aportar elementos que confirmaron lo que está planteado en la causa.

Si sus aportes son útiles para la investigación, podría obtener un beneficio (posiblemente una pena menor). El juicio continuará los martes y jueves de esta semana y la próxima (entre el 19/2 y el 28/2), con más declaraciones testimoniales, y a principios de marzo se realizarán los alegatos de la Fiscalía General y de los abogados defensores.

El Tribunal Oral Federal de Paraná está integrado por Noemí Berros (presidenta), Roberto López Arango y Lilia Carnero. Por la acusación pública están en fiscal general, José Ignacio Candioti y el adjunto Leandro Ardoy.

Los abogados defensores son Noelia Quiroga (oficial) y los particulares José Velázquez, Augusto Lafferriere, Guillermo Vartorelli, Miguel Cullen, Andrés Bacigaluppo, Franco Azziani Cánepa y Corina Beisel.

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