jueves, 11 de abril de 2019

GRAVÍSIMO: VOLVIERON A TORTURAR A LA PRESUNTA TESTIGO DEL CASO MARÍA CASH

JUSTICIA / SALTA 


Otra vez, a Julia Leal le escribieron un mensaje mafioso
en su cuerpo con un cuchillo (Foto: El Tribuno).
(U24) - Ayer (10/04), Julia Leal, la presunta testigo del caso María Cash, concurrió al hospital San Bernardo de Salta con heridas en su cuerpo. A través de la Mesa Nacional por Julia Leal, se supo que tenía grabado en la espalda un mensaje mafioso hecho con cuchillo. Leal es sobreviviente y denunciante de una red de trata que operaría en Salta y Tucumán. 


En abril del año pasado denunció que su expareja, un agente del Servicio Penitenciario Federal, formaba parte de esa red que habría mantenido secuestrada a María Cash en una casa de Campo Quijano.

Tras esa denuncia, fue atacada por dos hombres cuando regresó a su casa en Salta. La torturaron y le grabaron con un cuchillo en el abdomen una frase intimidatoria: "El macho siempre gana". 

Según informa El Tribuno de Salta, en aquel entonces, Leal fue citada a declarar pero por contradicciones en su indagatoria la Justicia no tomó su declaración y no avanzó en la investigación.

Eso llevó a su abogado, Sergio Chericotti, a dar un paso al costado del patrocinio, aunque ahora trascendió que también dimitió por amenazas anónimas que recibió durante el proceso.

En su declaración ante la Justicia, Leal dijo que estuvo "presa" en su propia casa de la ciudad de Campo Quijano hasta octubre de 2013, cuando la rescataron de la situación de esclavitud y cautiverio a la que la tenía sometida su propio esposo.

En mayo del año pasado, la mujer manifestó que tanto él como otros miembros de la fuerza traían mujeres a ese lugar y las tenían encerradas y drogadas, para prostituirlas. Ese habría sido el contexto en el que coincidió con María Cash, a quien aseguró haber visto viva pero que no la llamaban por su nombre sino que le decían "Paola".

Por el momento, la familia Cash decidió llamarse a silencio y esperar respuestas por parte de la justicia que mantiene un estricto hermetismo. Julia tiene 42 años y es la ex esposa de Martín Miguel Altieri, policía penitenciario.

Ella lo había vinculado con la desaparición de María Cash, lo había denunciado por trata de personas, violencia de género y pedofilia. Sin embargo Altieri consiguió sacarle los hijos, y logró la tenencia de estos.

Altieri denunció a Julia, dijo que "ella está loca" y solicitó que la detengan. Según trascendió, Julia viajó el lunes pasado a Salta para visitar a sus hijos y le perdieron el rastro. Estuvo desaparecida durante varias horas y apareció en la ruta el martes a las 23 horas.

Julia había sido torturada: le escribieron con un cuchillo el apellido de su ex marido, "Altieri", en la espalda. Hoy ella tenía audiencia judicial, pero estuvo todo el día anterior internada en el Hospital San Bernardo.

"Cuando finalmente decidí hablar de todo y para todos, apenas llegué a Salta me destrozaron a golpes y me amenazaron de muerte. Eso les demuestra que no vine a mentir sino a decir la parte de la verdad que callé", remarcó a los medios el año pasado. Y afirmó que no va a "callar más aunque me juzguen como quieran, porque mi silencio me traicionó".

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