miércoles, 5 de junio de 2019

ITALIA ESTUDIA EMITIR UNA CUASIMONEDA (¿ARGENTINA 2020?)

INTERNACIONAL / DEUDA PÚBLICA IMPAGABLE 

Cuasimonedas argentinas 20011/2002

(U24) - El vicepresidente de la Comisión Europea, Vasilis Dombrovskis, informó que la apertura del expediente contra Italia, está "garantizada". La prima de riesgo italiana ha subido 10 puntos básicos hasta los 280, con el bono en el 2,6%. El organismo con sede en Bruselas (Bélgica) inició, en el pasado, expedientes sobre el dueño de casa, Bélgica, Francia y Chipre pero por exceso de déficit fiscal, no de deuda pública. 


Un país con volumen casi inmanejable de deuda pública y restricciones monetarias (en su caso por integrar el euro), obliga a imaginar a la Argentina que viene (en este caso por el programa comprometido ante el FMI). El caso de Italia abruma por el peligro de "bola de nieve" en su deuda pública: "La deuda es una fuente de gran vulnerabilidad para la economía, aunque los riesgos de refinanciación están limitados en el corto plazo".

Es la 2da. vez en los últimos 8 meses que las autoridades comunitarias denuncian la incapacidad del Gobierno italiano para reducir el endeudamiento del Estado. En la anterior ocasión, a finales de 2018, Bruselas canceló el procedimiento después de que Roma enmendase su presupuesto para 2019 para adecuarlo a las reglas fiscales europeas.

Ahora, la Comisión Europea reabre el expediente al entender que Italia ha relajado sus esfuerzos presupuestarios. La deuda pública cerró 2018 en el 132,2% del PIB y crecerá hasta el 133,7% en 2019 y al 135,2% en 2020, según las últimas previsiones de la institución comunitaria.

 Según el pacto de estabilidad, los países de la eurozona no deben tener una deuda superior al 60% del PIB ni un déficit fiscal superior al 3%. El proceso de apertura de expediente requiere del visto bueno de los gobiernos. El Eurogrupo debe determinar si está de acuerdo con la propuesta comunitaria de iniciar el procedimiento, algo que se prevé para julio.

A partir de ahí la Comisión tendrá 20 días para decidir si pide una fianza (el 0,2% del PIB, 3.500 millones de euros) o no. Si el país no atiende las recomendaciones, puede imponer multas. Aunque no se fije una sanción (algo que nunca se ha hecho), el estigma de la reprimenda de Bruselas castiga la imagen del país ante los mercados y en las negociaciones para conseguir puestos clave en las instituciones europeas.

 El mercado lleva semanas castigando la deuda italiana, que cotiza con un tipo de interés del 2,6% frente al 0,7% de la deuda española. La prima de riesgo italiana está en niveles similares a los registrados cuando se formó el actual gobierno populista de Liga Norte y Movimiento 5 Estrellas.

El ministro de Finanzas italiano, Giovanni Tria, de acuerdo con el diario La Stampa, se comprometerá con Bruselas a realizar ajustes por 3.500 millones de euros. No obstante, la decisión final estará en manos de los 2 líderes de la coalición gobernante: Luigi di Maio y Matteo Salvini, éste fue el triunfador de las elecciones europeas, y ambos mantienen un marcado carácter euroescéptico. 

Di Maio y Salvini deberán decidir hasta qué punto llevan el desafío a la UE. El 1er. ministro, Giuseppe Conte, ha amenazado con dimitir por la parálisis de la gestión ante disputas internas de la coalición. Hoy día un tema central, empujado desde la Liga, es la creación de una cuasimoneda, pagarés a usar como medios de pago en sustitución al euro.

A la Argentina le fue controversial la emisión de cuasimonedas a que apelaron numerosas provincias en la crisis de 2001/2002. En Italia, desde 2018 se habla en la coalición gobernante de los mini pagarés a través del Tesoro para liquidar los pagos atrasados de la administración con los proveedores.

 Los denominados mini-BOT (por las siglas en italiano de Buoni Ordinari del Tesoro), se podrían convertir en una divisa paralela al euro para saltarse las limitaciones de gasto y deuda impuestas por Bruselas. Silvio Berlusconi, líder de Forza Italia, ya propuso esta alternativa monetaria en 2017. Días atrás la actualizó un tuit de Claudio Borghi, asesor económico de la Liga, quien comentó: "Imagina que todos los créditos fiscales individuales se convierten en minibots. Se desatascan miles de millones que en este momento están congelados, de repente se convierten en algo que podría gastarse. Un gran impulso para la demanda interna sin inconvenientes".

El Parlamento italiano aprobó pedir al Ejecutivo que considere el uso de los mini-BOT como una forma de pagar sus deudas a los proveedores. Marcello Messori, director de la Escuela de Economía Política Europea en la Universidad de Luiss, explicó al Financial Times que "el tema de los mini-BOT es una forma de facilitar la creación de una doble circulación monetaria ".

Riccardo Puglisi, economista de la Universidad de Pavía, explicó que la propuesta es "una forma de facilitar la salida de Italia de la Eurozona". "Una divisa de curso legal solo puede crearse por ley, pero esto contravendría el tratado sobre el euro", según Lorenzo Codogno, ex economista jefe del Tesoro italiano.

El Banco de Italia ha rechazado esta interpretación porque "no sería una moneda de curso legal, no violaría las disposiciones de los tratados europeos sobre la emisión de dinero". Según Codogno, "aún así (sin ser legal), una vez en circulación podría convertirse en moneda de curso legal en el futuro". Matthew Lynn, director ejecutivo de Strategy Economics, explicó que "si estuviera apoyada por el Gobierno, tendría una presencia y credibilidad inmediatas: dado que el Estado italiano aporta el 40% del PIB, cerca de la mitad de la economía estaría operando con la nueva unidad monetaria desde el día 1".

"Asumiendo que se devaluara drásticamente respecto al euro, y asumiendo que la mayoría de salarios se pagaran en la nueva unidad, habría una devaluación competitiva inmediata respecto al resto de la Eurozona", explica este economista. Los precios se fijarían probablemente en ambas monedas, como ocurre en las regiones fronterizas, provocando efectos inflacionistas en la nueva moneda. Pero la estabilización podría llegar rápidamente.

"La devaluación podría recuperar la competitividad, y poner la economía en crecimiento de nuevo. Las grandes compañías podrían seguir usando el euro a nivel interno, así como los mercados financieros. Pero bien podría desvanecerse gradualmente de la vida cotidiana de Italia".

Lynn concluye: "Una moneda paralela sería una ingeniosa vía de escape. Puede pasar o no, y no conviene apostar a que existirá pronto. De ocurrir, el contenido dinamismo italiano podría desatarse muy rápidamente y a la primera señal de que la moneda se lanzara, los inversores inteligentes deberían comprar tan rápido como pudieran".

Sin embargo, el propio Tesoro aseguró en un comunicado que "no hay necesidad de crear estos pagarés, no se están considerando medidas de ningún tipo para abordar los retrasos en los pagos de las administraciones públicas".

No hay comentarios:

Publicar un comentario