jueves, 1 de diciembre de 2011

PARA REFLEXIONAR


Partes famosas del cuerpo humano:
 
El talón de Aquiles, la nariz de Cleopatra, la nuez de Adán, el pie de Atleta, la cabellera de Sansón, el ojo del amo, la cara de Piedra, la Garganta del Diablo, el ojo de la tormenta, las piernas de la Mistinguette, la columna de Atlas, un  pelo de tonto y el culo del mundo.
 

Hemos progresado mucho en la materia y dentro de poco estaremos en condiciones de obtener la estructura genética de una buena persona. Todavía no se sabe cuándo ocurrirá, pero sin duda será antes de que hayamos definido qué es una buena persona.

No sólo la ingeniería genética ha progresado. También los transplantes, aunque los especialistas aún no han sido capaces de hacer de tripas corazón.
Los cardíacos no son gente de buen corazón y éste es  -a diferencia del instrumento musical-  el único órgano que cuando no suena, toda la orquesta se para. Observemos que el corazón trabaja mientras la vesícula y los riñones se la pasan haciendo cálculos, las cuerdas vocales se la viven cantando, los intestinos enredados y el cerebro perdido en sus hemisferios.

Sabemos que el hombre que tiene corazón de oro, músculos de acero, voluntad de hierro y pies de plomo, puede especializarse en mineralogía, y al de cabeza de chorlito, cara de perro, vista de lince, tacto de elefante y estómago de avestruz, le convendría dedicarse a la zoología.

No todos dominan temas de medicina, más aún considerando la cantidad de órganos que hay, pero nos consta que el que pierde el ojo derecho tiene la mirada siniestra, que los especialistas en enfermedades nerviosas tienen pacientes no pacientes, que los dermatólogos van derecho al grano, y que los traumatólogos se las ven difícil con los sueltos de huesos, el codo del tacaño, la mano agujereada y los "dedos largos". Correr al oftalmólogo si no decidimos si es mejor tener visión de artista, ojo de buen cubero o hacerse de la vista gorda,

Sin embargo, aunque mucho se ha avanzado, nos quedan algunas dudas, por ejemplo:
¿Cómo harán los médicos en China para diagnosticar la ictericia?... ¿Cómo se presenta la palidez en los enfermos africanos?... ¿Cuál es la medida de la lengua larga?  ¿Se podrá encontrar la mirada perdida?  ¿Tendrán cura los oídos sordos o los ciegos que no quieren ver?  ¿Cómo deshacer el nudo en la garganta?  ¿Qué hace el dentista con los que hablan de dientes para afuera? 
 
En los últimos tiempos hemos aprendido varias cosas: las várices son venas que se quieren hacer ver, puede hacérsenos agua la boca, tener chorros de voz, lagunas en la memoria, cataratas en los ojos y un mar de recuerdos.  Que la definición de enfermo terminal puede provenir de terminar mal. También que la cirugía estética está venciendo la ley de la gravedad levantando lo que cae por su propio peso.

En cuanto a los colores: nos ponemos rojos de ira, blancos de pánico, verdes de envidia (también se habla de los "viejos verdes"), en algún momento creemos que la vida es rosa, luego observamos matices grises, a veces las vemos negras...

Además, un descubrimiento trascendente: todo aquello que el médico no consigue curar se llama virus, que viene a ser el hijo del matrimonio formado por un microbio y la nada. O la alergia, que explica rechazos a algo muy difícil de identificar... Y no estamos entrando a terrenos del psicoanálisis... Por último, que en la vejez mucho se explica por lo estudiado por los expertos alemán e italiano: Alzheimer y Franco Deterioro.

En definitiva, la vida es dura... y lo peor: no dura, además de cara, porque nadie tiene la vida comprada. Lo que sí es seguro es que la dejaremos con los pies por delante y la mente en blanco.

Vivamos todos los días como si fuera el último, alguna vez lo será...

No hay comentarios:

Publicar un comentario