lunes, 11 de mayo de 2015

DE PUNTA EN BLANCO...

ORIGEN DE LOS DICHOS MÁS POPULARES 



 En los ejercicios para combate, los caballeros medievales empleaban armas de hierro ordinario que carecían de filo y llevaban en la punta un botón, como los floretes con que se aprende esgrima.



Recibían el nombre de armas negras, en oposición a las que se usaban en los torneos, que eran de acero filoso y tenían el extremo afilado o, como se decía entonces, la punta en blanco.

En esas lizas, los contendientes se presentaban ante el árbitro o maestro de armas acompañados de sus escuderos, quienes portaban los yelmos con sus penachos y los respectivos escudos.

La gran pompa de esta ceremonia con música de fanfarrias y el espectáculo de las armaduras relucientes y los estandartes al viento quedaron asociados a la frase “estar de punta en blanco”, que tomó el sentido de mostrarse con las mejores galas.

Pasaron los tiempos feudales, pero el dicho subsiste.

 Sólo que ahora se aplica a cualquiera que luce impecablemente desde el peinado hasta los pies.

Vestido de punta en blanco. Como para un torneo… de elegancia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario