miércoles, 16 de noviembre de 2016

EL ROMPEHIELOS ALMIRANTE IRÍZAR SE ENCUENTRA 'CLAVADO' EN EL RÍO Y EN EL DESINTERÉS DE DIETRICH

POLÍTICA / COMPLICADO REGRESO AL MAR 



Ni baja de costos, ni competitividad, ni interés. ¿De qué se encarga Transportes? ¿Solo del turismo marítimo? Acaso, ¿tiene éste una prioridad distinta a un buque de la Armada Argentina? 


El interés de Mauricio Macri en la pronta puesta en servicio del rompehielos Almirante Irízar es tan comprensible, como incomprensible el desinterés del ministerio que conduce Guillermo Dietrich en realizar las tareas de dragado de las vías navegables que están a cargo más específicamente de la subsecretaría de Puertos y Vías Navegables de la que depende la Dirección Nacional de Vías Navegables.

Ocurre que el buque ya puede zarpar, al menos, a "dar una vuelta por el Río de la Plata", tras una reparación que estuvo signada por licitaciones impugnadas, denuncias de sobreprecios, abandono liso y llano de las tareas y hasta denuncias sobre la imposibilidad de que vuelva a navegar.

Sin embargo, un imprevisto lo detuvo todo pues esta nave fundamental para la realización de las tradicionales campañas antárticas de verano se encuentra virtualmente "clavada" en el arenoso fondo del Río desde hace al menos dos años.

El buque tiene un calado mínimo de 7,5 metros (se entiende por calado la porción del casco de la nave que se encuentra sumergida) y resulta ser que en la actualidad la profundidad de la vía navegable en la zona está por debajo de la mínima necesaria para efectuar el movimiento del buque fuera del complejo industrial.

Por tanto, el dragado o profundización del lecho del río, se hace imprescindible, pues el buque no puede ser "arrastrado" con ayuda de remolcadores, al estar el casco apoyado en el fondo. Fuentes oficiales del Ministerio de Transporte estimaron que el costo de la tarea de dragado rondaba los $22.000.000, y no mostraron ningún tipo de gesto tendiente a solucionar un problema que excede a la responsabilidad tanto del astillero como del propio ministerio de Defensa.

Según una fuente de Transportes, "nunca se nos hizo un pedido formal, el barco es de Defensa y el astillero también, no es nuestro tema".

La respuesta resultó más que curiosa siendo que el mismo Ministerio se encuentra realizando tareas para facilitar la llegada de cruceros al puerto de Buenos Aires a partir del mes de diciembre.

Por este motivo, Defensa tomó el toro por las astas y contrató por cuenta y orden de ese ministerio a "Servimagnus" (una empresa del grupo Roman) para que realice la tarea a un costo sensiblemente menor a lo estimado en su momento por transportes.

Un vocero del sector expresó "es raro porque Transportes pregona la baja de costos y la competitividad, pero habían estimado esta tarea en $22 millones y la están haciendo por $13.000.000".

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