martes, 28 de febrero de 2017

MONEDA ELECTRÓNICA AL ATAQUE CONTRA EL PAPEL MONEDA

TENDENCIAS / BCRA DESTRUYE 5.580 MILLONES DE BILLETES 



El problema de la moneda electrónica es la economía real: el dinero efectivo consigue mejores precios inclusive que las tarjetas de débito. Es más: las transferencias electrónicas no consiguen el statu-quo del que goza el pago en efectivo porque los comerciantes quieren 'ver y tocar' el dinero, en especial cuando se trata de bastante dinero. 


Esto en el caso del público masivo porque el especializado tiene enormes posibilidades con criptomonedas como el monero.

Algo más: con la feroz presión tributaria que se encuentra vigente en la Argentina, hay más posibilidades de sobrevivir al Fisco, creen los consumidores, que con la billetera electrónica, que es el sueño dorado de Federico Sturzenegger (y Alberto Abad).

Para sostener este albur, el especialista Raúl Zarif, CEO de la empresa de billetera electrónica Sos Móvil, envió un trabajo a los medios de comunicación: "Créase o no. El Banco Central ha informado que sacará de circulación unos 5.580 millones de billetes. Se trata del equivalente a $ 520.000 millones en billetes que actualmente circulan por la economía, casi un 90% del total.

El problema es que de acuerdo a los estándares internacionales, esos billetes no deberían circular. Las razones hay que buscarlas en la utilización que los argentinos hacen de esos billetes. En muchos casos están demasiado gastados por la innumerable cantidad de oportunidades que fueron utilizados; están sucios, les faltan los ángulos, tienen raras inscripciones o han sido unidos con cintas de distinto tipo después de haber sufrido una destrucción parcial.

Eso, por no contar las repetidas oportunidades que fueron procesados por cajeros automáticos, apretujados dentro de fajos más grandes de billetes, para volver a ser separados por los contadores automáticos de los bancos. Otro de los factores que influye en el papel moneda es el calor (pero también el frío).

La acción del clima –en estos días de agobiantes temperaturas– también ha acelerado ese proceso de recambio necesario para que el billete esté disponible en las manos de los agentes económicos que necesitan hacer una transacción.

Según Raúl Zarif, CEO de la billetera digital Sos Móvil y especialista en esta temática, la recomendación internacional es que un billete de baja denominación sea retirado de circulación (y destruido) a los 15 meses de haber salido de la casa de moneda, y los de alta denominación, que no supere los 30 meses.

En Argentina se ha estirado la vida útil de los billetes casi tres veces lo que corresponde debido a la baja inclusión financiera existente y a que millones de personas siguen manejándose con efectivo incluso para hacer las operaciones más cotidianas como cargar el celular, pagar una factura o incluso hacer una transferencia, por esa razón el dinero físico es utilizado en forma intensiva y su nivel de rotación creció en lugar de descender”, dijo Zarif.

“Hoy la tendencia mundial es  utilizar las billeteras electrónicas como Sos Móvil, especialmente entre quienes no están bancarizados, y a través de la web pueden pagar servicios, hacer transferencias o incluso cargar el celular y la tarjeta SUBE sin utilizar dinero en efectivo en ese proceso”, agregó Zarif.

Hace algunos días, y en un almuerzo ante financistas y banqueros, el propio presidente del Banco Central, Federico Sturzeneg ger, se encargó de promocionar el uso del celular como billetera ofreciéndose a transferir a alguno de quienes lo estaban escuchando $ 50 para demostrar cómo funcionaba el sistema: “La idea es que se difunda, que la gente lo utilice”, dijo Sturzenegger.

Otra de las razones para el uso intensivo de los billetes se haya en que durante años, el billete de cien pesos era el de mayor denominación, motivo por el cual, con el impacto de la inflación, su utilización crecía. De hecho más de 7 de cada 10 billetes que circulan en la economía aún pertenecen a la denominación de $ 100.

Los trabajos del Banco Central ya arrancaron, y en una jornada de 7 horas diarias, destruyen (con una máquina especialmente diseñada) unos 4 millones de billetes diarios. Por otro lado, el problema también afecta a las entidades financieras y, por ende, a los comercios.

En la Argentina, gran cantidad de comercios –también ventanillas de pago– deben manejar crecientes cantidades de dinero en efectivo. En rigor, fueron los bancos los que propusieron cobrarle a las empresas el 1% de los depósitos en efectivo que realicen, ante la imposibilidad de almacenar los billetes.

Sin embargo, el análisis del BCRA es que parte de la atracción de los argentinos por la utilización del dinero en efectivo proviene de que son pocos los comercios que reciben pago vía bancos o electrónicos. Sin embargo, las empresas del sector se movilizan. Bajo la atenta mirada del BCRA y la Comisión Nacional de Valores, la firma Sos Móvil acaba de lanzar su módulo de comercio, una aplicación que le permite incorporar herramientas de cobro on line y ofrecer servicios relacionados a los comercios a través de Internet, aunque no estén bancarizados."

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