viernes, 1 de febrero de 2019

Y UN DÍA, LA NACIÓN ESCUCHÓ A GIACOMINI: “EL PAÍS ESTÁ YENDO AL DEFAULT"

ECONOMÍA / MACRISIS 



(U24) - El diario La Nación publica en su edición de este viernes (1/2) una inédita entrevista con el economista Diego Giacomini, titular de la consultora Economía & Regiones y cuyos informes suelen ser reproducidos y comentados usualmente en Urgente24. Es por eso que para nuestros lectores las conclusiones de Giacomini hoy en el diario de los Mitre no resulten de particular novedad. 


Lo novedoso consiste en que un diario muy cercano al oficialismo y que sostiene habitualmente una visión económica afín al oficialismo -pese a que la realidad indica que está cerrando su taller gráfico y echando a 72 personas-, decide ahora darle espacio a una voz tan disidente.

Si bien las preguntas a Giacomini carecen de profundidad, el economista pudo advertir y argumentar sobre varios desajustes importantes que conducen a la nueva cesación de pagos soberana de la cual poco se habla, así como del peligro que encierran las Leliq y de una nueva corrida cambiaria hacia mitad de año:

-¿Qué expectativas tiene para este año? 

-Soy pesimista para los próximos tres años. Nos espera un 2019 más complicado de lo que el Gobierno piensa y procura vender puertas adentro y puertas afuera. Creo que la próxima administración que asuma estará entre la espada y la pared, con un escenario mucho más difícil que el que tenía Macri a fines de 2015. Porque si bien Macri vino después del peor gobierno de la historia, si desde el comienzo hubiera hecho las cosas bien podría haber salido creciendo rápidamente.

-¿Macri desaprovechó la oportunidad?

-Sí, porque el mundo le prestó US$160.000 millones para que hiciera todas las reformas estructurales que había que hacer: achicar el Estado, bajar el gasto público, alcanzar el equilibrio fiscal enseguida, de shock, y poder empezar a bajar impuestos para atraer inversiones de verdad. Y la desaprovechó porque su diagnóstico fue equivocado y sus políticas, erróneas. Eligió el gradualismo. Y peor: se endeudó para agrandar los problemas originales. ¿Ahora qué va a decir? "¿Vótenme porque voy a hacer todo lo que no hice hasta ahora y ahora lo voy a hacer sin financiamiento?".

Creo que Macri no tiene con qué generar credibilidad para un segundo manda to. Sería increíble que después de un primer mandato muy malo viniera uno bueno.

-¿En qué nivel cree que se ubicará la actividad este año? 

-Si no hay reformas estructurales, la tendencia del PBI será negativa. Según calculamos en Economía & Regiones, caerá 1,4%. Pero más allá de ese dato, el PBI per cápita de la Argentina, cuando termine 2019, va a ser un 8% más bajo que el de 2015, un 12% más bajo que el de 2011 y un 6% más bajo que en 2008. ¿Esto qué muestra? Que la Argentina va perdiendo riquezas.

El nivel de actividad económica, cuando termine 2019, va a estar alrededor de 2,5% por debajo del de diciembre de 2015. La Argentina se contrae desde hace diez años, bajo tres mandatos presidenciales: los de Cristina Kirchner y Mauricio Macri. Que, paradójicamente, parecerían ser las dos figuras entre las que vamos a tener que elegir este año. En un país normal, ni Macri ni Cristina tendrían posibilidades.

-¿Cómo se hace para revertir esa tendencia de empobrecimiento que señala? 

-Para crecer hay que acumular capital. Para eso tiene que haber inversión. Pero para que haya inversión, primero la tenés que seducir: tenés que poder ganar plata, y en la Argentina el sector privado no puede ganar plata. Y, si aparece un cisne negro, enseguida viene la AFIP y le cae arriba. Tenemos un Estado ciclópeo que se financia con presión tributaria, impuesto inflacionario y deuda de tasa de interés. Así como la kriptonita mata a Superman, estas tres cosas matan la inversión, la acumulación de capital y el ahorro.

-¿Cómo cree que van a reaccionar los inversores este año de elecciones? 

-Creo que va a haber mucha volatilidad de mitad de año en adelante. En la Argentina no hay inversión productiva. Hay solamente inversión financiera, que simplemente está haciendo carry trade, tratando de recuperar algo de lo que ya perdió. Va a llegar un momento, cuando juzgue que se tenga que ir, que se va a ir. Y, cuando se vaya, se va a pasar al dólar. Ahí va a volver a haber salto cambiario.

-¿Cree que el nivel de deuda acumulada es sostenible? 

-No, este país se está yendo hacia un default. La Argentina cierra 2018 con un nivel de deuda aproximadamente del 95% del PBI. Es un nivel que para que sea sostenible necesitás tres puntos de superávit primario. ¿Y cómo cerró 2018? Redondeando, con un déficit del 2,5%. O sea, necesitás hacer un ajuste fiscal de 5 puntos y medio del PBI para tener chance de volver al mercado y evitar el default. Este gobierno firmó un acuerdo con el FMI con metas que no sirven para alcanzar ese fin. Lo que está firmado es una promesa de default .

-Según el Indec, la inflación de 2018 fue del 47,6%, la más alta en 27 años. ¿Confía en que este año comenzará a bajar? 

-Yo creo que la inflación de 2019 va a ser más elevada de lo que piensan el Gobierno y el mercado, porque el programa monetario no está bien diagramado y tiene inconsistencias. Cambiaron la bola de nieve de las Lebac por el bolón de nieve de las Leliq, que capitalizan cinco veces más rápido y pagan el doble de tasa de interés. Cuando yo miro las reservas del Banco Central, que son las que cuentan en serio como poder de fuego para intervenir, rondan los US$16.000 millones. Y las Leliq, según el tipo de cambio que tomemos, ya son US$18.000 o US$19.000 millones. Es decir, el Banco Central no tiene con qué pagarlas; está quebrado. Y con un BCRA quebrado y con una política monetaria que lo va quebrando cada vez más no se genera credibilidad. Eso impacta en altas expectativas de inflación, que ponen un piso elevado, en torno al 24% o 25%.

-¿Cuáles son las reformas estructurales que debería hacer el próximo gobierno? 

-Para empezar, tiene que hacer una reforma del Estado, una reforma monetaria y una reforma bancaria. Ahí tiene que dolarizar; los argentinos no confiamos en el peso. Y lo tiene que impulsar todo desde el primer discurso.

-¿La sociedad argentina aceptaría una política como esa?

-No, yo creo que hay que hacer un gran trabajo para explicárselo, porque la soberanía no es tener a Belgrano y a San Martín en los billetitos, que, de hecho, ya tampoco los tenemos. La soberanía es poder ahorrar, tomar decisiones a partir del fruto de tu trabajo, crecer, invertir, generar empleos que te den libertad para poder optar. Y con este peso, estos políticos y este Banco Central, si hay algo que no tenemos es eso.

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