martes, 23 de julio de 2019

EL EX PERIODISTA JOHNSON YA ES 1ER. MINISTRO

INTERNACIONAL / DEL BREXIT AL TLC CON TRUMP 



(U24) - El miércoles 24/07, Alexander Boris de Pfeffel Johnson será en primer ministro de Reino Unido, y habrá muchas expectativas acerca de su relación con Donald Trump, recordándose que en 2016 a “Bojo” lo confundieron con el de la Casa Blanca cuando estaba en el Central Park. Con Trump, él tendrá que negociar un acuerdo de comercio cuando Reino Unido salga de la Unión Europea. Antes, el Brexit ocupará gran parte de la agenda del gobierno de Johnson. 


EUROPA 

En 1989, Johnson trabajaba como periodista en el diario The Telegraph cuando fue enviado como corresponsal a Bruselas para cubrir Comunidad Económica Europea. El joven de 24 años conocía la ciudad al revés y al derecho, ya que su padre había trabajado en la Comisión Europea poco después de que Reino Unido ingresara al bloque en 1973, cuenta la revista The New Yorker.

 Resulta que 6 meses después de trabajar en la capital belga, comenzó a describir a la Comunidad como “burocráticamente loca”. Sus reportes causaron sensación e incluso se convirtió en el periodista favorito de Margaret Thatcher: “La Comisión Europea ha rechazado los planes de Italia para que los condones tengan una amplitud de 54 milímetros”, escribió en 1991. Sus hermanos, dice la revista, han señalado que Johnson no lo pasó bien durante los años que vivieron en Bruselas, por lo que no les extraña los ataques contra la Unión Europea.

LOS NEGROS

Él comenzará intentando renegociar el acuerdo de salida de la Unión Europea. Aunque la tarea se vislumbra difícil, se encuentra optimista: “Ellos (USA) fueron a la Luna hace 50 años. Seguramente, hoy podemos resolver los asuntos logísticos de la frontera irlandesa (uno de los puntos controvertidos del acuerdo entre Londres y Bruselas, que no permitió la aprobación del texto)”, escribió optimista en su columna del lunes 22/07 en el diario The Telegraph.

Dicen que ha cambiado respecto de 2016: más delgado, cabello más ordenado y no parece cansado todo el tiempo. Según The Guardian, precisamente en 2016 decidió convertirse en 1er. ministro, y la desordenada apariencia comenzó a ceder. También se buscó un sastre mejor.. Pero son sus comentarios inapropiados y ofensivos los que le han reportado duras críticas.

Por ejemplo, cuando era alcalde de Londres (2008-2016), sobre los negros: “¡Qué alivio debe ser para (Tony) Blair salir de Inglaterra! Se dice que la Reina ha llegado a amar a la Commonwealth, en parte porque le entrega masas de negritos que la saludan con banderas”.

Sobre Barack Obama, por haber sacado de la Casa Blanca un busto del ex1er. ministro británico, Winston Churchill: “Algunos dicen que fue un desaire a Reino Unido. Algunos dicen que fue un símbolo de la parte keniata de los ancestros del Presidente (Barack Obama) que no les gusta el Imperio Británico, del cual (Winston) Churchill ha sido un ferviente defensor”.

EL PERSONAJE

Los Johnson no tenían una situación económica acomodada: cambiaron de casa 32 veces y se divorciaron cuando Boris tenía 14. Su padre era un eurócrata de ascendencia turca y periodista que vivió mucho tiempo en USA e integró la élite intelectual del 'establishment', mientras que su madre provenía de una familia de intelectuales de izquierda Pero Boris ingresó al exclusivo colegio Eton –al que también asiste la realeza británica- en 1977, cuando tenía 13 años.

Según la revista New Statesman, cuando salió del colegio en 1982, tenía una reputación de ser un artista y muy histriónico. Johnson era popular, al punto que se convirtió en el capitán del colegio. Y era conocido por lo obstinado y querer lograr los objetivos a su manera, aunque siempre con una sonrisa.

La popularidad de Johnson (Nueva York, 1965: su padre Stanley estaba estudiando en USA) hay que entenderla por su capacidad para representar a un estereotipo de la sociedad británica: el personaje de clase alta, educado en sus mejores instituciones, pero que en lugar de mostrarse altivo deambula con un estudiado desaliño, utilizando sus años de debates dialécticos en Oxford para lanzar continuas frases supuestamente ingeniosas.

Esta imagen fue reforzada durante sus años como periodista en The Times, The Daily Telegraph y The Spectator, y en sus apariciones en el programa satírico de la BBC, Have I Got News for You. Cuando entró en 2001 en la Cámara de los Comunes como diputado del Partido Conservador, entonces en la oposición, ya era uno de los políticos más conocidos y carismáticos.

LA GESTIÓN 

Max Hasting, quien fuera su jefe cuando trabajaba en el diario The Telegraph, escribió en The Guardian: “Él no es apto para el gobierno, porque parece que no le importa salvar su propia fama”. Discrepó Harry Mount, periodista británico, autor del libro The Wit and Wisdom of Boris Johnson: “Creo que él es apto para ser primer ministro.

Sus críticos están en lo cierto cuando dicen que puede ser muy poco confiable, él tiene una vida personal muy caótica. En el lado bueno, es que es impresionantemente inteligente. Cuando trabajé con él durante cinco años, sabía que estaba en la presencia de una mente que iba cinco veces más adelante que yo. El asunto es que cuando se convierta en primer ministro será el primer ministro inteligente o el caótico”.

Durante la reciente campaña para suceder a Theresa May, la policía tuvo que acudir a la casa de la última novia de Boris, Carrie Symonds, alertada por los vecinos que escucharon una fuerte discusión. Pero los militantes conservadores no dejaron de apoyar por ello a Johnson, quien arrastra 2 divorcios, 5 hijos (reconocidos) y múltiples infidelidades.

Tampoco parece afectarle hasta ahora su superficialidad ideológica: pasó de liberal (2008-2016) a simpatizante del Brexit e implacable contra la inmigración. Nunca explicó la mutación.

Theresa May lo hizo ministro de Relaciones Exteriores pero en 2018 renunció afirmando que discrepaba en cómo se manejaba el Brexit: ya estaba detrás de guillotinar a May.

De inmediato se puso a escribir una columna semanal en The Telegraph, el matutino de la militancia conservadora. Según Kallum Pickering, analista de Berenberg Bank, "Johnson es un pragmático que se sirve a sí mismo. Pese a sus bravatas sobre el Brexit, su trayectoria como alcalde de Londres es reveladora. No es un ideólogo. En asuntos claves, su instinto es tomar la opción que impulsa su propia popularidad. También es un vendedor y un activista de campaña efectivo".

Pero la fuerte división social y política creada por el Brexit puede complicar cualquier esfuerzo de Johnson por tomar una vía intermedia.

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