martes, 3 de abril de 2012

LATINOAMÉRICA

Sospechan que Chávez y Cristina podrían boicotear a Santos



Juan Manuel Santos, presidente de Colombia

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) - Luego de haber visitado La Habana para entrevistarse con Hugo Chávez y los hermanos Raúl y Fidel Castro, poca duda cabe de la importancia que para Juan Manuel Santos, presidente de Colombia, tiene la VI Cumbre de las Américas, de la cual será anfitrión. Fue una visita histórica. La primera de un presidente colombiano en 12 años. Semanas antes, la canciller María Ángela Holguín había viajado a Cuba para tratar el posible boicot de la ALBA al encuentro de Cartagena de Indias anunciado por el mandatario ecuatoriano Rafael Correa. Pero la falta de resultados concretos de esta misión y la proximidad de la cita, a realizarse el 14 y 15 de abril, llevó a Santos a movilizarse en persona.
 
La cumbre es una excelente oportunidad para avanzar en el reconocido objetivo de convertir a Colombia en líder o referente regional, en el gran conciliador entre USA y los países latinoamericanos, en particular con los de la ALBA. El presidente Santos llegó a afirmar que: “A Colombia le conviene esa apertura, ese pragmatismo internacional”.
 
En la cita, además, se tratará uno de los asuntos más espinosos para Colombia y sus relaciones con USA: la mejor vía para la lucha contra el consumo y tráfico de drogas. Aunque el gobierno de Obama aceptó finalmente que el tema fuera discutido en la cumbre, se opone a la propuesta de algunos latinoamericanos de legalizar las drogas. El gobierno colombiano está abierto a tal posibilidad, aunque aún no toma posición firme.
 
La analista María Teresa Romero escribe para El Universal de caracas la respuesta a la siguiente pregunta: ¿logró realmente Santos desactivar el boicot a la cumbre, como él mismo dijo tras su visita? "No creo. Puede que los albistas finalmente asistan. Les conviene estar presentes. Pero siguen y seguirán torpedeándola, enarbolando la bandera antiimperialista, y dejando en ridículo al presidente Santos, lo que le producirá mayores cuestionamientos domésticos y externos en torno a su diplomacia moderada. De hecho, aún mantienen la incertidumbre sobre su asistencia a la cita y junto a otros amigos -como el gobierno peruano- continúan protestando “la exclusión” de Cuba".
 
En este cntexto, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, dijo que existe una posición de “casi” consenso entre los países de la región para asistir a la Cumbre de las Américas, y afirmó que hay que denunciar la “exclusión anacrónica” de Cuba en ese foro y plantear que esta sea la última reunión del mecanismo sin la isla.
 
“Nosotros, después de habernos reunido en distintas ocasiones, opinamos que hay que ir a la Cumbre”, dijo el mandatario en un contacto telefónico con la televisión estatal, al referirse a la reunión que tendrá lugar los días 14 y 15 de abril en Cartagena de Indias (Colombia).
 
Chávez comentó que habló con los presidentes de la Alianza Bolivariana para los pueblos de las Américas (ALBA) y con otros Gobiernos de la región como los de Argentina y Brasil y “hay casi que un consenso de que hay que ir a la Cumbre”.
 
A petición del presidente de Ecuador, Rafael Correa, en la Cumbre de la ALBA realizada en Caracas a principios de febrero, los países de ese mecanismo anunciaron que estudiarían no presentarse a la cita si se mantenía la exclusión a Cuba y, hasta ahora, la decisión está “en consultas”.
 
Sin embargo, existe una fuerte sospecha de que Venezuela y la Argentina estarían detrás de alguna especie de boicot a la Cumbre que haría quedar muy mal a Santos frente a Barack Obama, presidente de USA ante quién el colombiano pretende instalarse como mediador regional.
 
Así, un escenario como el que se vivió en Mar del Plata en la IV Cumbre de las Américas en 2005 podría reiterarse. En esa ocasión, Hugo Chávez participó junto al presidente boliviano Evo Morales, el premio Nobel de la Paz argentino, Adolfo Pérez Esquivel, los cantantes Silvio Rodríguez y Manu Chao y hasta el ex futbolista Diego Maradona, de una "contracumbre" con premisas antiimperialistas y en contra del mandatario de USA de ese momento, George W. Bush Jr.
 
En 2005 la contracumbre llevó a grupos piqueteros a provocar desmanes por las calles de la ciudad mientras el ex presidente argentino daba su discurso de apertura a la reunión. 
 
El otro boicot
 
El presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, aseguró que funcionarios de USA influyeron en el presidente de El Salvador, Mauricio Funes, para que no participara en la reunión Nuevas Rutas contra el Narcotráfico, celebrada el pasado sábado 24 de marzo en Antigua Guatemala. Afirma que sucedió lo mismo con los mandatarios de Nicaragua, Daniel Ortega, y de Honduras, Porfirio Lobo
 
"Ya fue dicho por el presidente de El Salvador, sí hubo un boicot, ya lo reconoció", afirmó Pérez Molina. Y agregó: "Lo que sí les puedo decir es que el boicot no provino del gobernante salvadoreño, fue producto del temor que surgió en Estados Unidos de que la región se pudiera unificar alrededor de la despenalización y la lleváramos como bloque a la Cumbre de las Américas. Utilizaron la posición del presidente de El Salvador para hacer este boicot, porque creyeron que podíamos unificarnos alrededor de la despenalización".
 
Los tres mandatarios que no asistieron, pero que sí enviaron delegaciones diplomáticas, han afirmado que no llegaron a la reunión porque se cambió la agenda consensuada el 19 de marzo en Honduras.
 
"No es una imposición; no he pretendido unificar. Es un diálogo y debate sobre nuevas luchas lucha contra el narcotráfico. Las declaraciones de Funes son media verdad, nada más. Hubo boicot", dijo Pérez Molina a medios de comunicación.
 
Además, el gobernante afirmó: "Nunca he pretendido unificar a Centroamérica alrededor de la despenalización; la propuesta es diálogo y debates sobre nuevas rutas para lograr una eficaz lucha contra el narcotráfico".

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