jueves, 14 de septiembre de 2017

CFK ENTREVISTADA: MEJOR QUE DEFENDER ES ATACAR

CONFIDENCIAL / EN CAMPAÑA 



(U24) - A Cristina Fernández le costó centrar la entrevista de casi una hora y media con el portal Infobae en la agenda que ella pretendía recorrer: la economía y las falencias que ella registra del modelo que lleva adelante Mauricio Macri. 


 Parecía muy difícil que el entrevistador, Luis Novaresio, desaprovechara el primer reportaje que la exPresidente admitía ante un periodista no adicto para indagar sobre cuestiones que tenían que ver más con los 8 años que gobernó que con sus opiniones y visiones de la actualidad.

 La exPresidente reprochó eso y que, en todo caso, no se le preguntara por la obra que dejaron sus gestiones. Pero aún así, Cristina Fernández hizo de su defensa una buen a herramienta de ataque.

Cuando le preguntaron por la democracia en Venezuela (el chavismo siempre fue su aliado) relativizó la crisis en aquel país al señalar similitudes con el gobierno de Mauricio Macri. De todas formas, rechazó calificar a la administración Cambiemos como una "dictadura".

 Cuando fue consultada por hechos de corrupción que se le imputan, como presuntos negocios espurios con contratistas del Estado, apuntó al ministro de Energía, Juan José Aranguren, y los contratos que firmó con Shell habiendo sido un exejecutivo de esa firma; o a los fondos tomados de la ANSES -dijo- por parte del ministro de Finanzas, Luis Caputo, para colocarlos en una firma a la que lo vinculó.

 Cristina rechazó que durante su gobierno se haya atentado contra las libertades y acusó la existencia de un Estado represivo que, por ejemplo, "metió preso un mes a pibe por lo que dijo en Twitter". Se distanció del episodio de los bolsos de José López, y se mostró compungida -hasta derramó alguna lágrima- y muy afectada por la decepción que aquel hecho habría provocado "en los jóvenes que se metieron a la política con nosotros".

 Prefirió no responder si volvería a convocar a Julio De Vido a su gabinete, lo mismo hizo con Amado Boudou. También dijo que no recordaba la frase "en la Argentina hay menos pobres que en Alemania", que dijo su entonces jefe de ministros, Aníbal Fernández. Se quejó de que los medios no tuvieran "la misma vara" para tratarla a ella y al presidente Macri, de quien dijo que está "blindado mediáticamente".

 Cada vez que pudo habló de lo que más quería: de la amenaza de un "gran ajuste" que se viene tras las elecciones; la "flexibilización laboral" que significaría la reforma que se estudia -que asoció al crecimiento del narcotráfico-, y del "miedo de la gente" por lo que ella interpreta es un recrudecimiento del Estado represivo contra el "que piensa diferente".

 En este sentido, y aunque no faltaron imprecisiones, la exPresidente no aportó nada novedoso a su discurso, aunque sí pudo profundizar algunos conceptos del mismo, lo que pudo ser un resultado beneficioso de la entrevista con el portal Infobae a la hora de generar ciertas dudas en cuanto al Gobierno.

 La entrevista es parte de un giro comunicacional de Cristina Fernández, en campaña por una banca en el Senado, en pos de alcanzar a un público más amplio que su base de militantes. En las elecciones primarias la fórmula que ella encabezó se impuso sobre el oficialismo por muy escaso margen.

Que la exPresidente quedó muy cerca de su techo es algo que evidencian las últimas encuestas que la muestran  con imposibilidad de sumar, lo que no le ocurre al oficialismo que recoge votos de otros espacios y ahora lidera la intención de voto.

 Si este cambio de estrategia, que podría incluir su participación en un debate, redundará en un mayor acompañamiento en octubre es algo que comenzará a develarse en las próximas semanas.

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