viernes, 27 de octubre de 2017

SEÑALES PARA ESTAR ALERTA

SALUD / INFARTO 



(U24) - La obesidad se encuentra en el puesto número uno en la lista de factores de riesgo que pueden ocasionar un infarto. Es por eso que es importante mejorar la calidad de alimentación en la vida cotidiana. Para ello hay que comenzar con un desayuno que aporte más del 20% de las calorías que se necesitan durante el día. La persona que come poco en el desayuno o nada, luego come mucho y mal, según los especialistas. 


Otras características como presión arterial alta, colesterol elevado, Diabetes e inclusive el tabaquismo son los problemas que ocasionan la aparición de un posible infarto.

Está comprobado que la vida sedentaria acorta en gran medida el sistema de defensa del cuerpo, junto a la obesidad y el tabaco. El mayor riesgo de infartos se puede dar en los hombres que se encuentren por encima de los 55 años de edad y en el caso de las mujeres aquellas que ronden los 60.

En estas últimas avanza más rápido a partir de esa edad. Si se bajan los factores de riesgo, aun teniendo predisposición genética “baja la mortalidad un 50%”.

Es importante que entre los 3 y 6 años de edad y bien de salud para tener un buen futuro libre de problemas.

En España han desarrollado recientemente la “polipíldora” que ya se ha aprobado en 45 países. Es una pastilla donde se concentran las tres que tienen que tomar los pacientes, lo que ayuda a que se siga el tratamiento. Solo un 20% toma la medicación.

Además, a los seis meses si el paciente se encuentra bien ya puede dejar de tomarla. Se denomina infarto a la necrosis isquémica de un órgano (muerte de un tejido por falta de sangre y posteriormente oxígeno), generalmente por obstrucción de las arterias que lo irrigan, ya sea por elementos dentro de la luz del vaso, por ejemplo placas de ateroma, o por elementos externos (tumores que comprimen el vaso, por torsión de un órgano, hernia de un órgano a través de un orificio natural o patológico, etc).

El infarto al miocardio se produce al taponarse una arteria que lleva la sangre al corazón. Los infartos pueden producirse en cualquier órgano o músculo, pero los más frecuentes se presentan: en el corazón (infarto agudo de miocardio), en el cerebro (accidente vascular encefálico), en el intestino (infarto intestinal mesentérico) y en el riñón (infartación renal).

Este problema ocurre cuando se presenta una ruptura en la placa. Esto provoca que las plaquetas sanguíneas y otras sustancias formen un coágulo de sangre en el sitio que bloquea la mayor parte o todo el flujo de sangre oxigenada a una parte del miocardio. Esta es la causa más común de un ataque cardíaco.

Una acumulación lenta de la placa puede estrechar una de las arterias coronarias, de manera tal que resulta casi bloqueada. En ambos casos, no hay suficiente flujo de sangre al miocardio y en consecuencia este muere.

La causa de un ataque cardíaco no siempre se conoce y se dar al estar descansando o dormido o hasta después de un aumento súbito en la actividad física. También, cuando se está activo afuera con clima frío o hasta inclusive por estrés emocional o físico súbito e intenso, incluyendo una enfermedad.

Si bien la mayoría de los infartos se originan por la obstrucción de una arteria (brazos, piernas, intestino, etc), los infartos pulmonares pueden ser de origen venoso por cuanto la sangre de la arteria pulmonar procede directamente de la circulación venosa a través de las cavidades derechas del corazón y es capaz de llevar un trombo desde las venas de las extremidades o abdomen a ocluir un vaso arterial pulmonar.

En el lenguaje coloquial, cuando se menciona la palabra infarto sin mencionar a qué órgano se refiere, se da por entendido que se trata de un infarto agudo de miocardio.

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